¿Hay una conexión?
La apnea del sueño es un trastorno del sueño que hace que dejes de respirar durante el sueño. Puede provocar insomnio, fatiga y dolores de cabeza, que pueden afectar su vida cotidiana.
Investigaciones recientes también muestran que la apnea del sueño puede causar depresión.
Se estima que 18 millones de estadounidenses tienen apnea del sueño y se estima que 15 millones de adultos tienen un episodio depresivo mayor cada año. Por lo tanto, un número significativo de la población podría verse afectado por ambas condiciones.
¿Qué dice la investigación?
Existe una correlación entre el sueño y el estado de ánimo, y la falta de sueño y la depresión. Algunas personas experimentan la aparición de síntomas de ambas afecciones al mismo tiempo, mientras que otras experimentan falta de sueño antes de la depresión.
Ambas condiciones comparten factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar cualquiera de estas condiciones de manera única.
Si bien la investigación muestra que el insomnio está relacionado con la depresión, un estudio anterior descubrió que el insomnio relacionado con el mantenimiento del sueño, como la apnea del sueño, tenía la mayor correlación con la depresión y la ansiedad.
Otro estudio más reciente encontró que alrededor del 46 por ciento de las personas con apnea obstructiva del sueño (AOS) tenían síntomas depresivos.
Síntomas de depresión versus síntomas de apnea del sueño
Los síntomas de depresión y apnea del sueño a veces pueden superponerse, lo que dificulta que las personas que experimentan uno se den cuenta de que también están experimentando el otro. Esto es especialmente cierto porque la depresión puede ser un síntoma de la apnea del sueño.
Los síntomas de la apnea del sueño incluyen:
- ronquidos fuertes
- cese de la respiración mientras duerme, lo que puede despertarlo o que otra persona lo note
- despertarse abruptamente y sentir falta de aliento
- problemas de atención
- cansancio excesivo durante el día
- dolores de cabeza matutinos
- dolor de garganta o boca seca al despertar
- irritabilidad
- dificultad para dormir
Los síntomas de la depresión incluyen:
- irritabilidad, frustración y enojo por pequeños problemas
- sentimientos de tristeza, vacío o desesperanza
- cambios en el apetito
- trastornos del sueño, como insomnio
- fatiga y cansancio
- dificultad para pensar o concentrarse
- dolores de cabeza
La clave para un diagnóstico diferencial es determinar primero si tiene apnea del sueño, ya que la apnea del sueño puede estar causando o contribuyendo a su depresión.
Haga una cita con su médico de cabecera. Lo derivarán a una clínica del sueño, donde evaluará su sueño durante la noche.
Si los proveedores de atención médica no creen que tiene apnea del sueño, pueden derivarlo a un profesional de salud mental para hablar sobre su depresión.
Como hacer frente
En algunos casos, el tratamiento de la apnea del sueño puede ayudar a tratar la depresión o reducir sus síntomas, especialmente si contribuye o causa la depresión.
Puede usar algunos métodos para comenzar a tratar ambas afecciones en el hogar, incluso antes de ver a un médico. El tratamiento en el hogar para una combinación de apnea del sueño y depresión podría incluir:
- Hacer ejercicio regularmente: esto puede ayudar a aliviar la depresión y ayudar con la pérdida de peso. La pérdida de peso puede aliviar la AOS causada por el sobrepeso.
- Evite dormir boca arriba: cuando duerme boca arriba, la lengua puede bloquear las vías respiratorias. Intenta dormir de lado o boca abajo.
- Evitar el alcohol: beber puede empeorar tanto la depresión como la apnea del sueño.
- Evitar las pastillas para dormir: no ayudan a la apnea del sueño y pueden causar depresión en algunas personas.
En una gran cantidad de casos, mejorar la cantidad y la calidad de su sueño puede ayudar a tratar la depresión y otras afecciones como la ansiedad, además de aliviar la apnea del sueño.
Si tiene problemas con la apnea del sueño o la depresión, o con ambos, y el tratamiento en el hogar no está ayudando, haga una cita para ver a su médico.
El sueño de alta calidad no es un lujo, es una necesidad. Y la mejora del sueño y la reducción de la depresión mejorarán su salud general y su calidad de vida a la vez.