Depresión y accidente cerebrovascular
Los accidentes cerebrovasculares son causados cuando su cerebro pierde su suministro de sangre. Esto sucede a menudo debido a un coágulo de sangre que bloquea el paso de sangre a través de una arteria.
Las personas que han sufrido un derrame cerebral a menudo informan que sienten síntomas de depresión. La depresión post accidente cerebrovascular es la complicación psiquiátrica más frecuente del accidente cerebrovascular. Casi un tercio de los que han sufrido un derrame cerebral desarrollan depresión. Sin embargo, la mayoría de los casos de depresión después del accidente cerebrovascular no se diagnostican. Los médicos pueden pasar por alto la comprobación de signos de depresión. Las personas que han sufrido un derrame cerebral pueden ocultar los síntomas o no ser conscientes de ellos. Un cuidador puede brindar una gran comprensión y ayudar a identificar la depresión temprano.
La depresión puede afectar la calidad de vida de una persona. También puede dificultar la recuperación de un derrame cerebral. La depresión también puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular, que a su vez aumenta el riesgo de experimentar otro derrame cerebral. Las tasas de mortalidad son 10 veces más altas en las personas que experimentan depresión después de un derrame cerebral.
La depresión post accidente cerebrovascular se puede controlar con tratamiento. La investigación sugiere que la función mental mejora en las personas que reciben tratamiento para la depresión.
Factores de riesgo de depresión después de un derrame cerebral
Es más probable que tenga depresión después de un derrame cerebral si:
- tuvo una enfermedad mental previa
- son mujeres
- tuvo una afección previa que afectó su forma de pensar, como una lesión cerebral traumática
- tuvo dificultades funcionales previas, como las que pueden ser causadas por la enfermedad de Parkinson u otros trastornos neuromusculares
- vivir solo
Los derrames cerebrales que causan un alto grado de discapacidad física y problemas neurológicos también aumentan su riesgo. Por ejemplo, si desarrolla afasia después de un accidente cerebrovascular, es más probable que se deprima. La afasia reduce su capacidad de hablar y comprender palabras.
Síntomas de depresión post accidente cerebrovascular
Cada caso de depresión post accidente cerebrovascular puede tener diferentes síntomas y duración. La mayoría de los síntomas aparecen entre tres y seis meses después de un accidente cerebrovascular. Sin embargo, el inicio puede ser tan temprano como un mes y hasta varios años después de un accidente cerebrovascular. Esta diferencia en los tiempos de inicio puede deberse a dos factores: cambios bioquímicos que ocurren en el cerebro después de un derrame cerebral y cambios en el estado de ánimo y la personalidad que ocurren con el tiempo. Esto último puede resultar de:
- circunstancias sociales, como la soledad, la falta de interacción social
- genética
- limitaciones en las habilidades físicas y mentales después del accidente cerebrovascular
Si usted es el cuidador de una persona que recientemente ha sufrido un derrame cerebral, tenga cuidado con estos nueve síntomas:
- sentimientos continuos de tristeza y ansiedad
- pérdida de interés en actividades normalmente placenteras
- sentimientos de inutilidad y desesperanza
- fatiga
- dificultad para concentrarse e irritabilidad
- patrones de sueño alterados, como dormir demasiado o muy poco
- pérdida de apetito o comer en exceso
- menor interés en pasar tiempo con amigos y familiares
- pensamientos suicidas
Las personas que han sufrido un derrame cerebral pueden experimentar otros cambios de humor, como:
- ansiedad
- irritabilidad
- agitación
- trastornos del sueño
- cambios en el comportamiento
- apatía
- fatiga
- alucinaciones
Es importante que los cuidadores sean conscientes del estado emocional de una persona que ha sufrido un derrame cerebral. Esto puede mejorar las posibilidades de obtener un diagnóstico adecuado.
Cómo se diagnostica la depresión postictus
Los médicos diagnostican la depresión según los criterios enumerados en el "Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales". La depresión se diagnostica si una persona ha experimentado al menos cinco de los nueve síntomas enumerados anteriormente durante al menos dos semanas.
Cómo se trata la depresión posterior al accidente cerebrovascular
El tratamiento para la depresión suele ser una combinación de terapia y medicación.
La terapia cognitiva conductual es una terapia común utilizada para tratar la depresión. Los medicamentos comunes utilizados para tratar la depresión incluyen:
- inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, como fluoxetina (Prozac) y paroxetina (Paxil)
- inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina, como duloxetina (Cymbalta) y venlafaxina (Effexor XR)
- antidepresivos tricíclicos, como la imipramina (Tofranil-PM) y la nortriptilina (Pamelor)
- inhibidores de la monoaminooxidasa, como tranilcipromina (Parnate) y fenelzina (Nardil)
Es importante comprender cómo estos medicamentos pueden interactuar con otros que pueda estar tomando. Asegúrese de hablar con su médico sobre posibles interacciones.
Cambios en el estilo de vida que pueden tratar la depresión
Si experimenta depresión posterior al accidente cerebrovascular, los cambios en el estilo de vida como estos podrían ayudar:
Asistir a un grupo de apoyo
A través de grupos de apoyo, puedes conocer a otras personas que están pasando por situaciones similares. Esto puede ayudarlo a sentirse menos solo.
Comer una dieta saludable
Una dieta que consiste en frutas, verduras y carnes magras lo ayudará a mantenerse saludable y recuperarse.
Se social
Mantenerse social y evitar el aislamiento social puede ayudarlo a sentirse menos deprimido.
Mantente lo más independiente posible
Si se está recuperando de un derrame cerebral, es posible que necesite ayuda de los cuidadores. Puede ser muy difícil para usted perder su independencia personal. Trabaje con sus cuidadores para determinar las tareas que puede hacer usted mismo.
Ejercicio todos los días
La actividad física diaria puede ayudar a acelerar la recuperación del accidente cerebrovascular y tratar la depresión. Caminar y otros ejercicios de bajo impacto son buenas opciones.
Perspectiva de depresión después de un derrame cerebral
Una de las cosas más difíciles con las que una persona que ha tenido un accidente cerebrovascular tiene que aceptar es depender parcial o totalmente de un cuidador por un tiempo. Ese tipo de desafío, combinado con todas las otras limitaciones mentales y físicas causadas por el accidente cerebrovascular, puede aumentar el riesgo de depresión.
El monitoreo adecuado y ver a un médico ante los primeros signos de depresión pueden ayudar a reducir la gravedad de la afección y mejorar las posibilidades de recuperación posterior al accidente cerebrovascular. El riesgo de depresión crónica aumenta si la afección no se diagnostica ni se trata. Consulte a su médico de inmediato si sospecha que está experimentando depresión después de un derrame cerebral.