La columna vertebral en la parte superior de la espalda y el abdomen se conoce como la columna torácica. Es una de las tres secciones principales de la columna vertebral. La columna torácica se encuentra entre la columna cervical en el cuello y la columna lumbar en la parte baja de la espalda.
Colectivamente, estas tres secciones forman una torre de 24 huesos que da estructura al cuerpo y alberga la médula espinal. La médula espinal y sus nervios facilitan la comunicación entre el cuerpo y el cerebro. Juntos, el cerebro y la médula espinal forman el sistema nervioso central.
Además de proteger la médula espinal, las vértebras crean articulaciones que permiten que la columna se doble y gire. Las articulaciones de la columna torácica son importantes para el movimiento del brazo, inclinarse y otros movimientos.
Varios músculos que están conectados a las vértebras a través de ligamentos, o bandas flexibles de tejido fibroso, mueven la columna vertebral. Los músculos de la espalda se ajustan a las ranuras de los procesos espinosos, o las protuberancias de las vértebras que se pueden sentir a través de partes de la piel en el cuello.
Los músculos que afectan la función de la columna torácica incluyen:
- Espinal: este músculo largo mueve la columna y ayuda con la postura. Los ligamentos de este músculo se unen a múltiples vértebras torácicas. Aunque estrecho en sus extremos, en la parte superior de la primera vértebra torácica y dentro de la columna lumbar, la columna vertebral es ancha en el medio.
- Longissimus: otro músculo largo, este sube por la columna desde el medio de la columna lumbar. Corre a ambos lados de la columna vertebral.
El espacio entre cada vértebra contiene un disco intervertebral hecho de material de amortiguación que conecta las vértebras entre sí y rellena estas articulaciones.
La columna torácica es única en relación con otros segmentos de la columna porque pares de costillas se extienden desde los espacios entre sus 12 vértebras. Las formas curvas de las costillas crean una estructura en forma de jaula que alberga y protege muchos órganos vitales, incluidos el corazón y los pulmones.
Debido a que la columna torácica se usa tanto en la vida diaria, es propensa a sufrir tensiones y lesiones por muchas razones, desde una postura incorrecta hasta una fractura por compresión. Algunas lesiones pueden ejercer presión sobre los nervios espinales, creando un dolor aún más fuerte y otros síntomas. Algunas causas de dolor de espalda recurrente incluyen:
- Lesión muscular, que puede ser causada por el uso excesivo o una lesión repentina.
- Vértebras fracturadas
- Hernia de disco o daño a la almohadilla de amortiguación entre las vértebras
- Infección de la médula espinal, líquido o discos.
- Osteoartritis, una enfermedad ósea degenerativa.
- Espondilolistesis, una forma grave de enfermedad degenerativa del disco.