Las personalidades se pueden clasificar de varias maneras. Tal vez haya realizado una prueba basada en uno de estos enfoques, como el Indicador de tipo Myers-Briggs o el inventario Big Five.
Dividir personalidades en tipo A y tipo B es un método para describir diferentes personalidades, aunque esta categorización puede verse como un espectro más amplio, con A y B en los extremos opuestos. Es común tener una combinación de rasgos tipo A y tipo B.
En términos generales, las personas con una personalidad tipo A a menudo se caracterizan por ser:
- impulsado
- trabajo duro
- decidido a tener éxito
A menudo son rápidos y decisivos, con tendencia a realizar múltiples tareas. También pueden experimentar altos niveles de estrés. Esto llevó a los investigadores en las décadas de 1950 y 1960 a sugerir que las personas con una personalidad tipo A tenían un mayor riesgo de enfermedad cardíaca, aunque esto fue desacreditado más tarde.
¿Cuáles son algunos rasgos de una personalidad tipo A?
No existe una definición firme de lo que significa tener una personalidad tipo A, y los rasgos pueden variar ligeramente de una persona a otra.
En general, si tiene una personalidad tipo A, puede:
- tener tendencia a realizar múltiples tareas
- ser competitivo
- tener mucha ambición
- ser muy organizado
- no les gusta perder el tiempo
- sentirse impaciente o irritado cuando se retrasa
- dedica gran parte de tu tiempo al trabajo
- estar altamente enfocado en tus objetivos
- Ser más propensos a experimentar estrés cuando se enfrentan a retrasos u otros desafíos que afectan el éxito
Tener una personalidad tipo A a menudo significa que encuentras tu tiempo muy valioso. La gente puede describirte como motivado, impaciente o ambos. Sus pensamientos y procesos internos probablemente se centren en ideas concretas y en las tareas inmediatas.
Una sensación de urgencia en el trabajo puede llevarlo a intentar abordar varias cosas a la vez, a menudo sin interrupción. También puede ser propenso a criticarse, especialmente si tiene que dejar algo sin hacer o siente que no hizo un buen trabajo.
¿Cómo es diferente de una personalidad tipo B?
Una personalidad tipo B es la contraparte de una personalidad tipo A. Es importante tener en cuenta que estos tipos reflejan más espectro. La mayoría de las personas caen en algún lugar entre los dos extremos.
Las personas con personalidad tipo B tienden a ser más relajadas. Otros podrían describir a las personas con esta personalidad como relajado o tranquilo.
Si tiene una personalidad tipo B, puede:
- dedicar mucho tiempo a actividades creativas o pensamiento filosófico
- sentirse menos apurado al completar tareas o tareas para el trabajo o la escuela
- no se sienta estresado cuando no puede acceder a todo en su lista de tareas
Tener una personalidad tipo B no significa que nunca te sientas estresado. Pero puede experimentar menos estrés cuando no cumple sus objetivos en comparación con las personas con una personalidad tipo A. También es posible que le resulte más fácil controlar el estrés.
¿Cuáles son las ventajas y desventajas de tener una personalidad tipo A?
La personalidad es parte de lo que te hace ser quien eres. No hay personalidad "buena" o "mala". Tener una personalidad tipo A viene con su propio conjunto de ventajas y desventajas.
Pros
Los patrones de comportamiento tipo A pueden ser beneficiosos, especialmente en el trabajo. Si eres directo y decisivo con un fuerte deseo y capacidad para lograr tus objetivos, probablemente te irá bien en roles de liderazgo.
Cuando se enfrenta a un desafío, puede preferir tomar medidas rápidas en lugar de deliberar durante horas. También puede resultarle más fácil avanzar cuando una situación se vuelve difícil. Estas cualidades pueden ser muy valiosas tanto en el trabajo como en el hogar.
Contras
El comportamiento tipo A a veces se asocia con el estrés. Puede parecer natural hacer malabarismos con varios proyectos a la vez, pero esto puede generar estrés, incluso si prefiere tener muchas cosas a la vez.
Otros rasgos de tipo A, como la tendencia a seguir trabajando hasta que todo esté hecho, solo se suman a este estrés.
Si bien el estrés a veces es útil para superar una situación difícil, puede afectar su salud física y emocional si no se controla.
También puede ser más propenso a tener mal genio. Si alguien o algo te frena, puedes reaccionar con impaciencia, irritación u hostilidad. Esto puede ocasionar problemas en sus relaciones personales y profesionales.
Consejos para vivir bien con una personalidad tipo A
Recuerde, tener una personalidad tipo A no es algo bueno o malo. Si cree que tiene una personalidad tipo A, no necesita preocuparse por tratar de cambiarla.
Sin embargo, si lidias con altos niveles de estrés, puede ser beneficioso desarrollar algunas técnicas de manejo del estrés, especialmente si tiendes a reaccionar ante situaciones estresantes con ira, irritación u hostilidad.
Para lidiar con el estrés, considere probar algunos de los siguientes consejos:
- Encuentra tus factores desencadenantes. Todos tienen diferentes factores desencadenantes del estrés. Simplemente identificarlos antes de que se conviertan en un problema puede ayudarlo a encontrar formas de evitarlos o minimizar su exposición a ellos.
- Tomar descansos. Incluso si no es posible evitar una situación estresante por completo, puede darse al menos 15 minutos para respirar, hablar con un amigo o disfrutar de una taza de té o café. Permitirse un tiempo para recuperarse puede ayudarlo a enfrentar un desafío con más positividad.
- Tómese un tiempo para hacer ejercicio. Tomar 15 o 20 minutos todos los días para una actividad que aumente su ritmo cardíaco puede ayudar a reducir el estrés y mejorar su estado de ánimo. Caminar o andar en bicicleta al trabajo en lugar de conducir puede ayudarlo a evitar el tráfico en las horas pico y comenzar su día con mayor energía.
- Practica el autocuidado. Es importante cuidarse, especialmente cuando está estresado. El cuidado personal puede incluir comer alimentos nutritivos, estar activo y dormir lo suficiente, así como tomarse el tiempo para disfrutar de pasatiempos, estar solo y relajarse.
- Aprende nuevas técnicas de relajación. La meditación, el trabajo de la respiración, el yoga y otras actividades similares pueden reducir la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que reduce las hormonas del estrés y lo ayuda a sentirse más tranquilo.
- Habla con un terapeuta. Si es difícil lidiar con el estrés por su cuenta, un profesional capacitado en salud mental puede ayudarlo a identificar las fuentes de estrés y ayudarlo a aprender cómo lidiar con ellos.