¿Qué son los quistes epidermoides?
Los quistes epidermoides son pequeños bultos que se desarrollan debajo de la piel. Estos quistes comunes a veces se denominan erróneamente quistes sebáceos. Sin embargo, este no es el término correcto para este tipo de crecimientos. No causan otros síntomas y nunca son cancerosos.
Los quistes epidermoides a menudo se encuentran en la cabeza, el cuello, la espalda o los genitales. Su tamaño varía desde muy pequeño (milímetros) hasta pulgadas de ancho. Parecen una pequeña protuberancia, y la piel que lo recubre puede ser del color de la piel, blanquecina o amarillenta.
Están llenos de restos de queratina blanca con aspecto de queso. Son típicamente indoloros. Sin embargo, pueden inflamarse e irritarse. No requieren eliminación a menos que sean molestos o el diagnóstico esté en duda.
¿Qué causa los quistes epidermoides?
La acumulación de queratina atrapada generalmente causa quistes epidermoides. La queratina es una proteína que se produce naturalmente en las células de la piel. Los quistes se desarrollan cuando la proteína queda atrapada debajo de la piel debido a la interrupción de la piel o del folículo piloso.
Estos quistes pueden desarrollarse por varias razones, pero generalmente se cree que la causa principal es el trauma en la piel. Cuando son numerosos, un trastorno genético subyacente como el síndrome de Gardner puede ser la causa.
¿Cómo se diagnostican los quistes epidermoides?
Para diagnosticar quistes epidermoides, su proveedor de atención médica examinará la protuberancia y la piel circundante, además de solicitar su historial médico. Le pedirán detalles sobre cuánto tiempo ha estado presente la protuberancia y si ha cambiado con el tiempo.
Los proveedores de atención médica generalmente pueden diagnosticar un quiste epidermoide solo mediante un examen, pero a veces se necesita un ultrasonido o una derivación a un dermatólogo para confirmar el diagnóstico.
¿Cómo se tratan los quistes epidermoides?
Los quistes epidermoides generalmente no desaparecen por sí solos, aunque pueden reducirse a un tamaño imperceptible y luego volver a crecer. Por lo tanto, se necesita la intervención quirúrgica de un dermatólogo para resolver la afección.
Como los quistes epidermoides no son peligrosos, no representan un riesgo para la salud. Muchos nunca son tratados.
Si el quiste se enrojece, se hincha o duele, cambia de tamaño o de carácter, o se infecta, puede desearse un tratamiento. En tales casos, las opciones de tratamiento suelen incluir antibióticos. A veces, el quiste también se puede drenar o inyectar con una solución de esteroides.
Si desea una resolución completa del quiste, generalmente necesitará extirparlo quirúrgicamente. Por lo general, esto se retrasa a una fecha posterior si el quiste está actualmente inflamado.
¿Cuál es el pronóstico para los quistes epidermoides?
En casi todos los casos, los quistes epidermoides no causan problemas a largo plazo, aunque pueden estar asociados con enfermedades genéticas que pueden tener consecuencias médicas.
Exprimir el contenido del quiste por su cuenta puede provocar inflamación y / o infección, por lo que es mejor dejar el quiste solo. También puede provocar cicatrices alrededor del quiste, lo que puede dificultar la extracción y provocar cicatrices quirúrgicas más grandes.
Una vez que se drena un quiste, es muy posible que el quiste vuelva a crecer. Si hay algún cambio significativo en un quiste, se recomienda que consulte a su proveedor de atención médica.