Los dolores y molestias son comunes, especialmente si hace ejercicio o tiene un trabajo físico. Pero cuando ese dolor se centraliza en un área, podría ser hora de hacer algo al respecto.
Uno de esos dolores leves a moderados que se puede sentir en la parte posterior de la rodilla (en el espacio poplíteo) se llama quiste de Baker o quiste poplíteo. Estos sacos llenos de líquido pueden dificultar estar de pie o sentado. También puede ser doloroso cuando dobla la rodilla.
Hacer algunos ejercicios diarios puede ayudarlo a controlar un quiste de Baker y los síntomas asociados con él.
¿Por qué el ejercicio ayuda a tratar y disminuir los síntomas del quiste de Baker?
Los ejercicios regulares y suaves pueden aumentar su rango de movimiento y fortalecer los músculos alrededor de las rodillas. Al hacer ejercicio varias veces por semana, puede disminuir algunos de los síntomas que puede experimentar como resultado de este saco lleno de líquido.
Muchas personas con quistes de Baker tienen músculos isquiotibiales tensos y débiles. Sus músculos isquiotibiales son el conjunto de tres músculos en la parte posterior de la pierna que se extiende desde los glúteos hasta la rodilla. Son responsables de doblar y flexionar la rodilla. Cuando estos músculos están tensos o débiles, pueden ejercer presión sobre el espacio poplíteo donde está el quiste de Baker.
Ejercicios para ayudar con un quiste de Baker
El fisioterapeuta Zachary Rethorn, PT, DPT, recomienda estos cinco ejercicios cuando se trata el dolor asociado con un quiste de Baker:
Estiramientos isquiotibiales sentados
Cómo hacerlo:
- Mientras está sentado, descanse el talón en el suelo con la rodilla recta.
- Inclínese suavemente hacia adelante hasta que sienta un estiramiento detrás de la rodilla y el muslo.
Por qué ayuda: este estiramiento se puede usar para mejorar la extensión de la rodilla si es limitado.
Deslizamiento del talón
Cómo hacerlo:
- Acuéstese de espaldas con las rodillas rectas.
- Deslice el talón afectado hacia su glúteo mientras dobla su rodilla.
- Mantenga un estiramiento suave en esta posición y luego regrese a la posición original
Por qué ayuda: este ejercicio se puede usar para mejorar suavemente la flexión de la rodilla si es limitada.
Estiramiento de pantorrilla de pie
Cómo hacerlo:
- Comience parándose cerca de una pared.
- Dé un paso adelante con un pie y mantenga ambos pies apuntando hacia la pared.
- Mantenga la rodilla de la pierna de atrás recta.
- Inclínese hacia adelante hacia la pared y sosténgase con los brazos mientras deja que la rodilla delantera se doble hasta que sienta un estiramiento suave en la parte posterior de la pierna recta.
- Muévase más cerca o más lejos de la pared para controlar el estiramiento de la pierna trasera.
Por qué ayuda: cuando tienes un quiste de Baker, la parte trasera de la pierna puede estar apretada. Este estiramiento ayudará a liberar algo de la tensión en la parte inferior de la pierna.
Pared en cuclillas
Cómo hacerlo:
- Apóyate contra una pared o una puerta, de modo que tus pies estén a un pie de distancia de ti.
- Deslice su cuerpo hacia abajo mientras mantiene la espalda contra la pared.
- Mantenga durante tres segundos, luego regrese a la posición vertical.
Por qué ayuda: las sentadillas ayudan a fortalecer los músculos cuádriceps, que sostienen la rodilla. La fuerza en la parte inferior del cuerpo es esencial para controlar el quiste de Baker.
Paso lateral
Cómo hacerlo:
- Comience con una banda de resistencia alrededor de los tobillos y las rodillas ligeramente dobladas.
- Mantenga su peso sobre los talones mientras lentamente da un paso hacia un lado y permite que la otra pierna lo siga sin perder tensión en la banda.
Por qué ayuda: este ejercicio fortalece los músculos de los glúteos, lo que ayuda a estabilizar la cadera y la rodilla.
Rethorn advierte a los lectores que estos ejercicios se basan en un paciente que presenta típicamente dolor posterior en la rodilla causado por un quiste. "Cada individuo es diferente y diferentes ejercicios o estiramientos deben ser recetados por un médico apropiado en función de las deficiencias y la presentación", agrega.
Otras consideraciones cuando se trata de un quiste de Baker
Además de los ejercicios mencionados anteriormente, Matt Bayes, MD, recomienda ejercicios ligeros como caminar o yoga y Pilates para ayudar a la fuerza general, la flexibilidad y la estabilidad del cuerpo, brindando un mejor soporte para la articulación de la rodilla.
Bayes también dice que la elección del calzado es importante cuando se trata de un quiste de Baker. "Apoyar un pie muy plano o un arco muy alto con un inserto en el zapato puede ayudar a las molestias de la rodilla", explica. En esa misma línea, Bayes dice que la compresión de una manga ligera de rodilla usada cuando está activa puede ayudar a que el quiste se reabsorba más rápidamente.