Espondilosis Cervical: Causas, Síntomas, Tratamientos Caseros Y Más

Tabla de contenido:

Espondilosis Cervical: Causas, Síntomas, Tratamientos Caseros Y Más
Espondilosis Cervical: Causas, Síntomas, Tratamientos Caseros Y Más

Vídeo: Espondilosis Cervical: Causas, Síntomas, Tratamientos Caseros Y Más

Vídeo: Espondilosis Cervical: Causas, Síntomas, Tratamientos Caseros Y Más
Vídeo: Espondilosis cervical: síntomas y tratamientos naturales 2024, Noviembre
Anonim

¿Qué es la espondilosis cervical?

La espondilosis cervical es una afección común relacionada con la edad que afecta las articulaciones y los discos en la columna cervical, que se encuentra en el cuello. También se conoce como osteoartritis cervical o artritis de cuello.

Se desarrolla por el desgaste del cartílago y los huesos. Si bien es en gran medida el resultado de la edad, también puede ser causada por otros factores.

Según la Clínica Cleveland, la afección está presente en más del 90 por ciento de las personas de 60 años o más.

Algunas personas que lo tienen nunca experimentan síntomas. Para otros, puede causar dolor crónico, intenso y rigidez. Sin embargo, muchas personas que lo tienen son capaces de realizar actividades diarias normales.

La espondilosis cervical causa

Los huesos y el cartílago protector en su cuello son propensos al desgaste que pueden provocar espondilosis cervical. Las posibles causas de la afección incluyen:

Espuelas óseas

Estos crecimientos excesivos de hueso son el resultado de que el cuerpo intenta hacer crecer hueso extra para fortalecer la columna vertebral.

Sin embargo, el hueso extra puede presionar áreas delicadas de la columna, como la médula espinal y los nervios, lo que produce dolor.

Discos espinales deshidratados

Los huesos de la columna tienen discos entre ellos, que son cojines gruesos y acolchados que absorben el impacto de levantar, torcer y otras actividades. El material similar al gel dentro de estos discos puede secarse con el tiempo. Esto hace que sus huesos (vértebras espinales) se froten más, lo que puede ser doloroso.

Este proceso puede comenzar a suceder a los 30 años.

Discos herniados

Los discos espinales pueden desarrollar grietas, lo que permite la fuga del material de amortiguación interna. Este material puede presionar la médula espinal y los nervios, lo que resulta en síntomas como entumecimiento del brazo y dolor que se irradia por un brazo. Obtenga más información sobre los discos herniados.

Lesión

Si ha tenido una lesión en el cuello (por ejemplo, durante una caída o un accidente automovilístico), esto puede acelerar el proceso de envejecimiento.

Rigidez del ligamento

Las cuerdas resistentes que conectan sus huesos espinales entre sí pueden volverse aún más rígidas con el tiempo, lo que afecta el movimiento del cuello y hace que el cuello se sienta apretado.

Uso excesivo

Algunas ocupaciones o pasatiempos implican movimientos repetitivos o levantar objetos pesados (como trabajos de construcción). Esto puede ejercer presión adicional sobre la columna vertebral, lo que resulta en un desgaste prematuro.

Factores de riesgo para la afección

El mayor factor de riesgo para la espondilosis cervical es el envejecimiento. La espondilosis cervical a menudo se desarrolla como resultado de cambios en las articulaciones del cuello a medida que envejece. La hernia discal, la deshidratación y las espuelas óseas son todos resultados del envejecimiento.

Factores distintos al envejecimiento pueden aumentar su riesgo de espondilosis cervical. Éstos incluyen:

  • lesiones en el cuello
  • actividades relacionadas con el trabajo que ejercen una presión adicional en el cuello por levantar objetos pesados
  • mantener el cuello en una posición incómoda durante períodos prolongados o repetir los mismos movimientos del cuello durante todo el día (estrés repetitivo)
  • factores genéticos (antecedentes familiares de espondilosis cervical)
  • de fumar
  • tener sobrepeso e inactivo

Síntomas de espondilosis cervical

La mayoría de las personas con espondilosis cervical no tienen síntomas significativos. Si se presentan síntomas, pueden variar de leves a severos y pueden desarrollarse gradualmente u ocurrir repentinamente.

Un síntoma común es el dolor alrededor del omóplato. Algunos se quejan de dolor en el brazo y en los dedos. El dolor puede aumentar cuando:

  • en pie
  • sentado
  • estornudos
  • tos
  • inclinando el cuello hacia atrás

Otro síntoma común es la debilidad muscular. La debilidad muscular dificulta levantar los brazos o agarrar objetos con firmeza.

Otros signos comunes incluyen:

  • rigidez en el cuello que empeora
  • dolores de cabeza que ocurren principalmente en la parte posterior de la cabeza
  • hormigueo o entumecimiento que afecta principalmente los hombros y los brazos, aunque también puede ocurrir en las piernas

Los síntomas que ocurren con menos frecuencia a menudo incluyen una pérdida de equilibrio y una pérdida de control de la vejiga o el intestino. Estos síntomas requieren atención médica inmediata.

Cuando ver a un doctor

Si tiene un repentino adormecimiento u hormigueo en el hombro, los brazos o las piernas, o si pierde el control del intestino o la vejiga, hable con su médico y busque atención médica lo antes posible. Esto es una emergencia médica.

Si su dolor e incomodidad comienzan a interferir con sus actividades diarias, puede hacer una cita con su médico.

Aunque la afección a menudo es el resultado del envejecimiento, existen tratamientos disponibles que pueden reducir el dolor y la rigidez.

Prueba y diagnóstico de la afección

Hacer un diagnóstico de espondilosis cervical implica descartar otras condiciones potenciales, como la fibromialgia. Hacer un diagnóstico también implica probar el movimiento y determinar los nervios, huesos y músculos afectados.

Su médico puede tratar su afección o derivarlo a un especialista en ortopedia, neurólogo o neurocirujano para realizar más pruebas.

Examen físico

Su médico comenzará haciéndole varias preguntas sobre sus síntomas. Luego, realizarán una serie de pruebas.

Los exámenes típicos incluyen probar sus reflejos, verificar la debilidad muscular o los déficits sensoriales y probar el rango de movimiento de su cuello.

Es posible que su médico también quiera ver cómo camina. Todo esto ayuda a su médico a determinar si sus nervios y médula espinal están bajo demasiada presión.

Si su médico sospecha de espondilosis cervical, entonces le solicitarán pruebas de imagen y pruebas de función nerviosa para confirmar el diagnóstico.

Pruebas de imagen

  • Las radiografías se pueden usar para verificar si hay espolones óseos y otras anormalidades.
  • Una tomografía computarizada puede proporcionar imágenes más detalladas de su cuello.
  • Una resonancia magnética, que produce imágenes usando ondas de radio y un campo magnético, ayuda a su médico a localizar nervios pellizcados.
  • En un mielograma, se usa una inyección de tinte para resaltar ciertas áreas de su columna vertebral. Luego se usan tomografías computarizadas o radiografías para proporcionar imágenes más detalladas de estas áreas.
  • Se utiliza un electromiograma (EMG) para verificar que sus nervios estén funcionando normalmente al enviar señales a sus músculos. Esta prueba mide la actividad eléctrica de sus nervios.
  • Un estudio de conducción nerviosa verifica la velocidad y la fuerza de las señales que envía un nervio. Esto se hace colocando electrodos en la piel donde se encuentra el nervio.

Tratamiento de espondilosis cervical

Los tratamientos para la espondilosis cervical se centran en proporcionar alivio del dolor, reducir el riesgo de daño permanente y ayudarlo a llevar una vida normal.

Los métodos no quirúrgicos suelen ser muy efectivos.

Terapia física

Su médico podría enviarlo a un fisioterapeuta para recibir tratamiento. La fisioterapia lo ayuda a estirar los músculos del cuello y los hombros. Esto los hace más fuertes y, en última instancia, ayuda a aliviar el dolor.

También puede tener tracción en el cuello. Esto implica el uso de pesas para aumentar el espacio entre las articulaciones cervicales y aliviar la presión sobre los discos cervicales y las raíces nerviosas.

Medicamentos

Es posible que su médico le recete ciertos medicamentos si los medicamentos de venta libre (OTC) no funcionan. Éstos incluyen:

  • relajantes musculares, como la ciclobenzaprina (Fexmid), para tratar los espasmos musculares
  • narcóticos, como la hidrocodona (Norco), para aliviar el dolor
  • medicamentos antiepilépticos, como la gabapentina (Neurontin), para aliviar el dolor causado por el daño nervioso
  • inyecciones de esteroides, como prednisona, para reducir la inflamación del tejido y, posteriormente, disminuir el dolor
  • medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) recetados, como diclofenaco (Voltaren-XR), para reducir la inflamación

Cirugía

Si su condición es grave y no responde a otras formas de tratamiento, es posible que necesite cirugía. Esto puede implicar la extracción de espolones óseos, partes de los huesos del cuello o discos herniados para dar más espacio a la médula espinal y los nervios.

La cirugía rara vez es necesaria para la espondilosis cervical. Sin embargo, un médico puede recomendarlo si el dolor es intenso y está afectando su capacidad de mover los brazos.

Opciones de tratamiento en el hogar

Si su condición es leve, puede intentar algunas cosas en casa para tratarla:

  • Tome un analgésico de venta libre, como acetaminofeno (Tylenol) o un AINE, que incluye ibuprofeno (Advil) y naproxeno sódico (Aleve).
  • Use una almohadilla térmica o una compresa fría en el cuello para aliviar el dolor de los músculos adoloridos.
  • Haga ejercicio regularmente para ayudarlo a recuperarse más rápido.
  • Use un collarín o collarín suave para obtener un alivio temporal. Sin embargo, no debe usar un collarín o collarín durante largos períodos de tiempo porque eso puede debilitar sus músculos.

Perspectivas para la espondilosis cervical

La espondilosis cervical es una afección común, y a menudo relacionada con la edad, que puede causar rigidez, molestias y dolores de cabeza relacionados con el dolor de cuello.

Es posible que su médico no pueda revertir la afección, pero a menudo puede recomendar tratamientos conservadores para ayudarlo a superar la incomodidad y el dolor.

Recomendado: