Visión general
La tos paroxística implica una tos frecuente y violenta que puede dificultar la respiración de una persona.
La tos es un reflejo automático que ayuda a su cuerpo a eliminar la mucosidad adicional, las bacterias y otras sustancias extrañas. Con una infección como la tos ferina, la tos puede persistir durante largos períodos de tiempo, lo que dificulta obtener suficiente oxígeno o recuperar el aliento. Esto puede hacer que inhale bruscamente y jadee ruidosamente por aire, razón por la cual la tos ferina también se conoce como tos ferina.
En 2012, un año pico para la tos ferina, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informaron casi 50,000 casos de tos ferina. Muchos de estos casos, especialmente en niños pequeños, involucran ataques de tos paroxística.
Siga leyendo para saber qué causa la tos paroxística, cómo se trata, las formas en que puede prevenirla y cuándo debe ver a su médico.
Causas de tos paroxística
La tos paroxística es causada comúnmente por la bacteria Bordetella pertussis. Esta bacteria infecta su tracto respiratorio (nariz, garganta, tráquea y pulmones) y causa tos ferina. Esta infección es extremadamente contagiosa.
La tos paroxística es la segunda etapa de la tos ferina. Esta etapa se produce aproximadamente dos semanas después de la infección. Un caso típico de tos paroxística dura de una a seis semanas antes de que desaparezca. En casos severos, los ataques de tos paroxística pueden volverse tan intensos que vomita, y sus labios o piel pueden ponerse azules debido a la falta de oxígeno en la sangre. Busque atención médica de emergencia si experimenta estos síntomas.
Otras posibles causas de tos paroxística incluyen:
- asma, una afección respiratoria en la cual sus vías respiratorias se hinchan y se llenan de exceso de moco
- bronquiectasia, una afección en la cual los tubos en los pulmones se ensanchan permanentemente en diámetro interno con paredes engrosadas debido a la inflamación, lo que provoca una acumulación de bacterias o moco
- bronquitis, una inflamación en los bronquios de los pulmones
- enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), una afección en la que el ácido del estómago regresa al esófago y a la garganta y, a veces, a las vías respiratorias
- lesión pulmonar por trauma, inhalación de humo o uso de drogas
- neumonía, un tipo de infección pulmonar
- tuberculosis (TB), una infección bacteriana de los pulmones que puede propagarse a otros órganos si no se trata
Diagnóstico y tratamiento de ataques de tos
Si consulta a su médico acerca de un ataque de tos, puede ordenar una o más de las siguientes pruebas para diagnosticar la causa:
- hisopo nasal o de la garganta para detectar la presencia de bacterias infecciosas
- análisis de sangre para verificar si hay un recuento alto de glóbulos blancos, lo que puede indicar una infección
- Radiografía o tomografía computarizada del tórax o senos para detectar síntomas de infecciones respiratorias, daños o anomalías
- espirometría u otras pruebas de función pulmonar para evaluar cómo su cuerpo absorbe y expulsa aire, para diagnosticar asma
- broncoscopia con un tubo delgado y con luz y una cámara que puede mostrar imágenes en tiempo real del interior de los pulmones
- rinoscopia para ver imágenes en tiempo real del interior de la nariz y las fosas nasales
- endoscopia gastrointestinal superior de su tracto digestivo para verificar si tiene ERGE
Una vez que su médico diagnostica una causa, puede recetarle una variedad de tratamientos dependiendo de la causa. Esto puede incluir:
- antibióticos, incluida la azitromicina (Z-Pack), para ayudar a su sistema inmunitario a combatir las bacterias infecciosas
- descongestionantes, como la pseudoefedrina (Sudafed) o el expectorante de la tos guaifenesina (Mucinex), para reducir la acumulación de moco, la tos y otros síntomas
- antihistamínicos, como cetirizina (Zyrtec), para reducir los síntomas de alergia que pueden empeorar la tos, como congestión, estornudos y picazón
- un inhalador o un tratamiento broncodilatador nebulizado para ayudar a abrir las vías respiratorias durante ataques de tos o ataques de asma
- antiácidos para síntomas de ERGE
- inhibidores de la bomba de protones como el omeprazol (Prilosec), que reducen la producción de ácido estomacal, para ayudar a su esófago a sanar de ERGE
- ejercicios de respiración por guía de terapia respiratoria para afecciones como bronquitis
Remedios caseros para los ataques de tos
Pruebe lo siguiente en casa para reducir los ataques de tos:
- Beba al menos 64 onzas de agua al día para mantenerse hidratado.
- Báñese regularmente para mantener su cuerpo limpio y limitar la propagación bacteriana.
- Lávese las manos con frecuencia para evitar que las bacterias se acumulen y se propaguen.
- Use un humidificador para mantener las vías respiratorias húmedas, lo que puede ayudar a aflojar la mucosidad y facilitar la tos. No use en exceso su humidificador, ya que esto puede facilitar la reproducción de bacterias.
- Si vomita, coma porciones pequeñas en las comidas para reducir el volumen del vómito.
- Reduzca o elimine su exposición al humo de los productos de tabaco o los humos de la cocina y las chimeneas.
- Manténgase aislado de los demás tanto como sea posible para evitar que la infección bacteriana se propague. Esto incluye cinco días de aislamiento mientras toma antibióticos. Use una máscara si planea estar cerca de otros.
- No use productos muy perfumados como aerosoles para ambientadores, velas, colonias o perfumes que puedan irritar sus vías respiratorias.
Prevenir la tos paroxística
La tos paroxística por tos ferina es común en niños pequeños. Vacune a su hijo con la vacuna contra la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTaP) o la vacuna contra el tétanos, la difteria y la tos ferina (Tdap) para evitar que sean susceptibles a la infección por la bacteria de la tos ferina.
Si alguien cercano a usted tiene tos ferina, evite tocarlo o estar cerca de él hasta que haya tomado antibióticos durante al menos cinco días.
Aquí hay otras formas de ayudar a prevenir la tos paroxística:
- Evite fumar productos de tabaco u otras drogas inhaladas.
- Duerma con la cabeza elevada para evitar que la mucosidad o el ácido del estómago suban por las vías respiratorias o la garganta.
- Haga ejercicio con frecuencia para facilitar la respiración y evitar el aumento de peso que puede contribuir al reflujo ácido y la ERGE.
- Coma a un ritmo lento y mastique al menos 20 veces por bocado para facilitar la digestión.
- Use un difusor de aceites esenciales para ayudar a abrir sus vías respiratorias. Ciertos aceites pueden ser más potentes que otros, así que ten cuidado si lo pruebas para aliviarlo. Si esto empeora su tos, evite usar.
- Pruebe técnicas de relajación, como el yoga o la meditación, para controlar su respiración, fortalecer su sistema inmunológico y prevenir el reflujo ácido.
Cuando ver a un doctor
Consulte a su médico lo antes posible si los ataques de tos paroxística duran más de una semana y se vuelven cada vez más frecuentes o violentos.
Algunos síntomas que lo acompañan pueden significar que tiene una infección grave o una afección subyacente que le causa ataques de tos. Busque ayuda médica de emergencia si experimenta cualquiera de los siguientes:
- tosiendo sangre
- vómitos
- no poder respirar o respirar rápidamente
- labios, lengua, cara u otra piel que se torna azul
- perdiendo la conciencia
- fiebre
- resfriado
Para llevar
La tos paroxística puede tener una variedad de causas, pero con mucha frecuencia es el resultado de una infección por tos ferina. En algunos casos y dependiendo de la causa, desaparecerá por sí solo, pero algunas causas, como el asma, la tos ferina y la tuberculosis, requieren tratamiento inmediato o tratamiento a largo plazo.
Consulte a su médico si tiene una tos persistente que interrumpe su vida o le dificulta la respiración regularmente. Muchas causas pueden tratarse sin riesgo de complicaciones si se diagnostican temprano.