Los Efectos De La Hepatitis C En Su Cuerpo

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Anonim

El VHC se transmite a través del contacto con la sangre. Raramente se transmite a través del contacto sexual de alguien infectado con el virus. En última instancia, esta infección provoca inflamación del hígado y una serie de otros problemas que pueden dañar gravemente su salud.

El virus tiene dos etapas, aguda y crónica. La etapa aguda ocurre dentro de los seis meses posteriores a la exposición al virus. Para algunos, esta es una enfermedad a corto plazo. Pero según los CDC, la mayoría de las personas, alrededor del 75 al 80 por ciento, desarrollarán VHC crónico. Esto significa que puede durar toda la vida. La mayoría de las personas no se dan cuenta de que tienen el virus hasta que comienzan otros síntomas dentro de su cuerpo.

Aunque los virus de la hepatitis A, B y C causan hepatitis, son tres virus diferentes y distintos.

Su hígado

El trabajo del hígado es procesar la sangre y filtrar las toxinas de su cuerpo. Produce proteínas, componentes sanguíneos importantes y bilis, lo que ayuda a digerir los alimentos. También almacena glucosa y vitaminas. El VHC causa inflamación que interrumpe la capacidad del hígado para realizar estas funciones vitales.

Los primeros síntomas pueden ser leves y fácilmente descartados, pero el tratamiento temprano es fundamental para prevenir daños graves. Cuando ocurre una infección crónica, con el tiempo puede causar cirrosis o cicatrización del hígado. A medida que avanza el VHC, pueden aparecer síntomas como problemas de la piel, trastornos sanguíneos y pérdida de peso. También pueden ocurrir resultados peligrosos como daño hepático severo, cáncer de hígado e insuficiencia hepática.

Un análisis de sangre puede medir los anticuerpos contra el VHC en el torrente sanguíneo. Si tiene anticuerpos, significa que ha estado expuesto al virus. En la mayoría de los casos, deberá realizar un segundo análisis de sangre para que su médico confirme una infección por VHC.

Sistema digestivo

Un hígado sano es crucial para su salud, ya que es compatible con muchos otros sistemas del cuerpo. Una función del hígado es producir bilis, una sustancia necesaria para descomponer las grasas. Su cuerpo almacena la bilis en la vesícula biliar y luego la envía a la sección inicial del intestino delgado cuando sea necesario. La bilis se combina con ácidos estomacales y fluidos digestivos del páncreas, que ayudan a los intestinos a absorber nutrientes en el torrente sanguíneo.

El VHC puede dificultar severamente la capacidad del hígado para producir bilis. La producción pobre de bilis puede dificultar e incomodar la digestión de alimentos grasos. También puede sentir algo de dolor en todo el abdomen debido a una acumulación de líquido en el estómago. Esto se conoce como ascitis. Ocurre cuando el hígado dañado no produce suficiente albúmina, una sustancia que regula la cantidad de líquido en las células.

Otros síntomas digestivos incluyen:

  • náusea
  • vómitos
  • pérdida de apetito
  • pérdida de peso
  • heces pálidas o de color arcilla

El dolor severo puede ocurrir si su vesícula biliar se inflama por el VHC. Esta es una causa extremadamente rara de inflamación de la vesícula biliar y solo ocurre en la etapa aguda del virus.

Sistema nervioso central

Cuando su hígado no filtra las toxinas de la sangre, puede dañar el sistema nervioso central. Esto puede conducir a una variedad de síntomas como aliento dulce o rancio, dificultad con las habilidades motoras pequeñas y trastornos del sueño. Los ojos y la boca secos a veces se asocian con el VHC.

Una acumulación de toxinas en el cerebro puede causar:

  • confusión
  • olvido
  • pobre concentración
  • cambios de personalidad

Los síntomas avanzados incluyen:

  • temblor anormal
  • agitación
  • desorientación
  • habla arrastrada

Los casos severos pueden causar coma.

Sistema circulatorio

Además de filtrar las toxinas, el hígado también produce proteínas necesarias para una sangre saludable y ayuda a regular la coagulación de la sangre. Un hígado que funciona mal puede crear problemas de flujo sanguíneo y aumentar la presión en la vena porta (principal) que conduce al hígado. Esto puede provocar hipertensión portal, que puede obligar a la sangre a encontrar venas alternativas. Estas venas pueden estallar y causar sangrado varicoso. Esta es una hemorragia interna severa.

Un hígado que funciona mal no puede absorber, transportar y almacenar hierro de manera adecuada. Esto puede provocar anemia.

Sistema tegumentario (piel, cabello y uñas)

La hepatitis C está asociada con una amplia variedad de problemas de la piel. Algunas condiciones comunes incluyen hematomas fáciles, pérdida de pigmento de la piel, erupciones cutáneas y picazón. La bilirrubina es una sustancia importante que proviene de la descomposición de la hemoglobina. Cuando el hígado no puede hacer su trabajo, la bilirrubina puede acumularse y causar ictericia, o el color amarillento de la piel y el blanco de los ojos. La función hepática deficiente también puede conducir a una nutrición deficiente. Esto conduce a un crecimiento inadecuado del cabello y las uñas también.

Sistemas endocrinos e inmunes

El sistema endocrino regula las hormonas. Como parte del sistema endocrino, la glándula tiroides administra hormonas al torrente sanguíneo. A veces, el VHC puede hacer que el sistema inmunitario ataque o dañe por error el tejido tiroideo. Esto puede conducir a:

  • hipertiroidismo (tiroides hiperactiva), que puede causar trastornos del sueño y pérdida de peso
  • hipotiroidismo (tiroides poco activa), que puede causar fatiga y aumento de peso

Un hígado sano también ayuda a controlar cómo se usa el azúcar en el cuerpo. La incapacidad del cuerpo para controlar los niveles de azúcar puede provocar diabetes tipo 2.

Para llevar

Muchas personas infectadas con el VHC no tienen síntomas, especialmente en la etapa aguda. Algunos informan fatiga general, fiebre o dolores y molestias inespecíficas. La mayoría de los signos y síntomas son más notables si la enfermedad se vuelve crónica. En su estado crónico, es probable que se beneficie del tratamiento para prevenir el daño hepático permanente y otras posibles complicaciones potencialmente mortales.

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