Complicaciones De La Espondilitis Anquilosante: Ojos, Neurológicos Y Más

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Vídeo: ESPONDILITIS ANQUILOSANTE (qué es, síntomas y tratamiento) 2024, Diciembre
Anonim

Si ha recibido un diagnóstico de espondilitis anquilosante (AS), es posible que se pregunte qué significa eso. El AS es un tipo de artritis que generalmente afecta la columna vertebral, causando inflamación de las articulaciones sacroilíacas (SI) en la pelvis. Estas articulaciones conectan el hueso sacro en la parte inferior de la columna vertebral con la pelvis.

La EA es una enfermedad crónica que aún no se puede curar, pero se puede controlar con medicamentos y, en raras ocasiones, con cirugía.

Síntomas típicos de AS

Aunque la EA afecta a las personas de diferentes maneras, generalmente se asocian ciertos síntomas. Éstos incluyen:

  • dolor o rigidez en la parte baja de la espalda y las nalgas
  • inicio gradual de los síntomas, a veces comenzando por un lado
  • dolor que mejora con el ejercicio y empeora con el descanso
  • fatiga y malestar general

Posibles complicaciones de AS

AS es una enfermedad crónica y debilitante. Esto significa que puede empeorar progresivamente. Pueden surgir complicaciones graves con el tiempo, especialmente si la enfermedad no se trata.

Problemas oculares

La inflamación de uno o ambos ojos se llama iritis o uveítis. El resultado suele ser ojos rojos, dolorosos, hinchados y visión borrosa.

Aproximadamente la mitad de los pacientes con EA experimentan iritis.

Los problemas oculares asociados con AS deben tratarse de inmediato para evitar daños mayores.

Síntomas neurológicos

Se pueden desarrollar problemas neurológicos en personas que han tenido AS por mucho tiempo. Esto se debe al síndrome de la cola de caballo, que es causado por el crecimiento óseo excesivo y la cicatrización de los nervios en la base de la columna vertebral.

Aunque el síndrome es raro, pueden surgir complicaciones graves, que incluyen:

  • incontinencia
  • problemas sexuales
  • retención de orina
  • dolor bilateral intenso en las nalgas / piernas
  • debilidad

Problemas gastrointestinales

Las personas con AS pueden experimentar inflamación del tracto gastrointestinal y los intestinos, ya sea antes del inicio de los síntomas articulares o durante la expresión de esta enfermedad. Esto puede provocar dolor de estómago, diarrea y problemas digestivos.

En algunos casos, se puede desarrollar enfermedad inflamatoria intestinal, colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn.

Columna vertebral fusionada

Se puede formar hueso nuevo entre las vértebras a medida que las articulaciones se dañan y luego sanan. Esto puede hacer que su columna vertebral se fusione, haciendo que sea más difícil doblar y torcer. Esta fusión se llama anquilosis.

En las personas que no mantienen una postura neutral ("buena"), la columna fusionada puede provocar una postura encorvada que se fija en su lugar. El ejercicio enfocado también puede ayudar a prevenir esto.

Los avances en tratamientos como los biológicos están ayudando a prevenir la progresión de la anquilosis.

Fracturas

Las personas con AS también experimentan adelgazamiento de los huesos u osteoporosis, especialmente en aquellos con problemas de columna fusionada. Esto puede conducir a fracturas por compresión.

Alrededor de la mitad de los pacientes con EA tienen osteoporosis. Esto es más común a lo largo de la columna vertebral. En algunos casos, la médula espinal puede dañarse.

Problemas cardíacos y pulmonares

La inflamación a veces puede extenderse a la aorta, la arteria más grande de su cuerpo. Esto puede evitar que la aorta funcione normalmente y provocar problemas cardíacos.

Los problemas cardíacos asociados con AS incluyen:

  • aortitis (inflamación de la aorta)
  • valvulopatía aórtica
  • cardiomiopatía (enfermedad del músculo cardíaco)
  • cardiopatía isquémica (resultante de la reducción del flujo sanguíneo y del oxígeno al músculo cardíaco)

Se pueden desarrollar cicatrices o fibrosis en la parte superior de los pulmones, así como problemas respiratorios, enfermedad pulmonar intersticial, apnea del sueño o colapso pulmonar. Dejar de fumar es muy recomendable si usted es fumador con AS.

Dolor y daño en las articulaciones

Según la Asociación de Espondilitis de América, aproximadamente el 15 por ciento de las personas con AS experimenta inflamación de la mandíbula.

La inflamación en las áreas donde se unen los huesos de la mandíbula puede causar dolor grave y dificultad para abrir y cerrar la boca. Esto podría provocar problemas para comer y beber.

La inflamación donde los ligamentos o tendones se unen al hueso también es común en la EA. Este tipo de inflamación puede ocurrir en la espalda, los huesos de la pelvis, el pecho y especialmente en el talón.

La inflamación puede extenderse a las articulaciones y al cartílago en la caja torácica. Con el tiempo, los huesos de la caja torácica pueden fusionarse, lo que dificulta la expansión del tórax o dificulta la respiración.

Otras áreas afectadas incluyen:

  • dolor en el pecho que imita angina (ataque cardíaco) o pleuresía (dolor al respirar profundamente)
  • dolor de cadera y hombro

Fatiga

Muchos pacientes con EA experimentan fatiga, que es más que estar cansado. A menudo incluye falta de energía, cansancio intenso o niebla cerebral.

La fatiga relacionada con AS puede ser causada por varios factores:

  • pérdida de sueño por dolor o molestias
  • anemia
  • debilidad muscular que hace que su cuerpo trabaje más duro para moverse
  • depresión, otros problemas de salud mental y cambios neurológicos
  • ciertos medicamentos utilizados para tratar la artritis

Su médico puede sugerir más de un tipo de tratamiento para abordar los problemas de fatiga.

Cuando ver a un doctor

Si tiene dolor de espalda, es importante consultar a un proveedor de atención médica lo antes posible. El tratamiento temprano es beneficioso para reducir los síntomas y retrasar la progresión de la enfermedad.

El AS se puede diagnosticar con una radiografía y una resonancia magnética que muestran evidencia de inflamación y una prueba de laboratorio para un marcador genético llamado HLA B27. Los indicadores de AS incluyen inflamación de la articulación SI en la parte más baja de la espalda y el ilion en la parte superior de la cadera.

Los factores de riesgo de AS incluyen:

  • Edad: el inicio típico es la adolescencia tardía o la edad adulta temprana.
  • Genética: la mayoría de las personas con AS tienen el gen HLA-B27. Este gen no garantiza que obtendrá AS, pero puede ayudar a diagnosticarlo.

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