Visión general
La espondilitis anquilosante (AS) es un tipo de artritis que causa inflamación en las articulaciones de la columna, especialmente en el área inferior de la columna. Vivir con AS significa que tendrá al menos algo de dolor y rigidez, especialmente en la parte baja de la espalda, las caderas y las nalgas.
Pero no tiene que conformarse con días llenos de dolor. Hay una amplia gama de tratamientos de AS disponibles para usted, desde medicamentos hasta fisioterapia.
Aunque estos tratamientos no curarán su enfermedad, pueden prevenir un mayor daño en las articulaciones y mejorar su nivel de comodidad y flexibilidad.
Medicamentos
Hay una variedad de medicamentos disponibles para tratar la EA. Las opciones comunes incluyen AINE, inhibidores de TNF y esteroides.
AINE
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como la aspirina, el ibuprofeno (Advil, Motrin), la indometacina (Tivorbex) y el naproxeno (Naprosyn) suelen ser la primera opción para tratar la EA.
Estas drogas cumplen una doble función. Alivian el dolor y reducen la inflamación en la columna vertebral y otras partes del cuerpo. Tomar AINE puede permitirle mantenerse activo y hacer los ejercicios que lo ayudarán a mantener sus articulaciones flexibles.
Sin embargo, use los AINE con precaución. Tómelos solo cuando los necesite. Estas drogas pueden causar efectos secundarios como úlceras y sangrado estomacal. El uso a largo plazo de estos medicamentos puede afectar su función renal.
Inhibidores de TNF
Si los AINE no alivian su dolor, su médico podría recomendarle un medicamento biológico llamado inhibidor del TNF (factor de necrosis tumoral). Cinco inhibidores de TNF están aprobados por la FDA para tratar AS:
- adalimumab (Humira)
- certolizumab pegol (Cimzia)
- etanercept (Enbrel)
- golimumab (Simponi)
- infliximab (Remicade)
Estos medicamentos se dirigen a una sustancia en la sangre llamada TNF, que promueve la inflamación. Recibirá estos medicamentos como una inyección debajo de la piel o por vía intravenosa.
Los inhibidores de TNF también pueden causar efectos secundarios. Los efectos secundarios comunes incluyen ardor y picazón en el sitio de inyección. Los efectos secundarios graves incluyen un mayor riesgo de desarrollar linfoma y cánceres de piel.
Estos medicamentos también aumentan el riesgo de infecciones, incluida la tuberculosis (TB) y las infecciones por hongos. Antes de comenzar el tratamiento, su médico lo examinará para detectar TB, así como hepatitis B y C.
Es importante actualizar sus vacunas antes de comenzar el tratamiento con estos medicamentos. Hable con su médico para obtener más información sobre sus necesidades específicas.
Esteroides
Si un área, como las caderas o las rodillas, es muy dolorosa, su médico puede administrarle una inyección de esteroides directamente en la articulación afectada. Las inyecciones de esteroides alivian el dolor y reducen la inflamación.
La inflamación de los ojos llamada iritis o uveítis es una complicación común de la EA. Puede causar pérdida de visión o incluso ceguera si no la trata. Consulte a un oftalmólogo si su ojo está rojo, doloroso o sensible a la luz.
Su médico puede recetar gotas oculares con esteroides para disminuir la inflamación ocular y tratar la iritis. Tomar un inhibidor de TNF ayudará a evitar que la iritis regrese en el futuro.
Terapia física
Un fisioterapeuta puede enseñarle ejercicios para fortalecer sus músculos y mejorar su flexibilidad. También aprenderá a mejorar su postura para evitar ejercer demasiada presión sobre su columna vertebral y agravar sus síntomas.
Algunas personas encuentran que hacer estos ejercicios en una piscina los hace sentir mejor. Pero cualquier tipo de fisioterapia es buena para la EA.
Ejercicio
También es importante que haga ejercicio regularmente en casa. Pídale a su médico o fisioterapeuta que le recomiende ejercicios adecuados para usted. Asegúrese de aprender cómo realizar los entrenamientos correctamente. Puede ser útil que siga un video de ejercicios diseñado para personas con artritis.
Haga su entrenamiento a la hora del día cuando se sienta más cómodo. Para las personas cuyas articulaciones son especialmente apretadas en la mañana, hacer ejercicio en la tarde o noche puede ser una mejor opción.
Tómese de 5 a 10 minutos para calentar antes de hacer ejercicio. Camine en su lugar o estírese para aflojar sus músculos. Comience lentamente y nunca trabaje hasta el punto de incomodidad.
Calor y frio
Aplicar una almohadilla térmica o una compresa de hielo puede calmar las articulaciones doloridas. La terapia de calor puede ayudar a aliviar la rigidez de las articulaciones, mientras que la terapia de frío puede reducir la hinchazón y aliviar el dolor agudo.
Use el que le parezca mejor, y solo aplique por períodos cortos de 10 a 15 minutos. Además, tenga cuidado de no poner nada extremadamente caliente o frío directamente sobre su piel, lo que podría causar una quemadura.
Dieta
Comer una dieta en particular no curará AS, pero podría ayudarlo a sentirse mejor.
Ciertos alimentos son buenos para comer debido a sus propiedades antiinflamatorias. Estos incluyen pescado graso como el salmón y el atún, nueces como las nueces y semillas de lino.
Si tiene sobrepeso, perder peso adicional mediante el control de porciones y la reducción de calorías ayudará a aliviar la presión de las articulaciones dolorosas.
Cirugía
Los médicos generalmente no recomiendan la cirugía para la EA. Pero si también tiene un daño articular grave por artritis, es posible que necesite un reemplazo de cadera o rodilla para aliviar el dolor y restablecer su rango de movimiento.
Para llevar
Si tiene AS, no tiene que vivir con dolor. Aunque actualmente no existe una cura para la afección, existen medicamentos, opciones de autocuidado y ejercicios disponibles para ayudar a controlar los síntomas. Hable con su médico sobre las mejores opciones de tratamiento para usted.