Más que el blues
La depresión infantil es diferente a la de un niño malhumorado que a veces parece deprimido o molesto. Los niños, como los adultos, tienen momentos en que se sienten "tristes" o tristes. Las fluctuaciones emocionales son normales.
Pero si esos sentimientos y comportamientos duran más de dos semanas, pueden ser un signo de un trastorno afectivo como la depresión.
La depresión no es una enfermedad solo para adultos. Los niños y adolescentes pueden desarrollar depresión, y lo hacen. Los niños pueden no ser diagnosticados ni tratados porque los padres y los cuidadores pueden tener dificultades para reconocer los signos del trastorno.
La depresión afecta a aproximadamente el 3 por ciento de los niños estadounidenses. La tristeza y los síntomas persistentes pueden interferir con la vida diaria, interrumpiendo las actividades escolares y sociales.
La depresión infantil es un problema grave de salud mental, pero es tratable. Siga leyendo para obtener más información sobre los signos, síntomas, causas y riesgos asociados con la depresión infantil.
¿Cómo se ve la depresión en un niño?
Los niños con depresión a menudo experimentan muchos de los mismos síntomas de depresión que los adolescentes y los adultos. Sin embargo, los niños pueden tener dificultades para expresarse y expresar estos sentimientos debido a su limitado vocabulario emocional.
Los niños con depresión pueden no experimentar todos estos síntomas. Algunos pueden ser más prominentes que otros.
Señales de advertencia de que un niño puede tener depresión
Las señales de advertencia de la depresión son emociones o cambios que los padres y cuidadores pueden ver por sí mismos.
Los niños pueden no estar seguros de cómo expresar sus sentimientos hacia usted, o pueden no estar dispuestos a hacerlo. Estas señales de advertencia pueden ocurrir en niños con depresión:
- irritabilidad o enojo
- cambios en el comportamiento y el temperamento
- aumento o disminución del apetito
- aumento o disminución del sueño
- arrebatos emocionales o vocales
- Expresión frecuente de enfermedades físicas, como dolores de cabeza o dolores de estómago.
- concentración reducida
- desafío
- disminución del rendimiento en la escuela
- expresar pensamientos negativos (comentarios autocríticos o quejas)
- hablando de la muerte o morir
Riesgo de suicidio
La depresión infantil puede causar pensamientos suicidas, incluso comportamientos suicidas. De hecho, el suicidio es la tercera causa de muerte en niños de 5 a 14 años.
Si a su hijo le han diagnosticado depresión o sospecha que puede estar deprimido, es importante vigilarlo en busca de signos de advertencia y ayudarlo a encontrar ayuda.
¿Qué causa la depresión infantil?
La depresión infantil puede ser el resultado de una combinación de factores. Estos factores de riesgo por sí solos pueden no explicar el trastorno del estado de ánimo, pero pueden desempeñar un papel.
Estos factores de riesgo aumentan las posibilidades de un niño de desarrollar depresión:
- Salud física. Los niños con afecciones médicas crónicas o graves tienen más probabilidades de estar deprimidos. Esto incluye obesidad.
- Eventos estresantes. Los cambios en el hogar, en la escuela o con amigos pueden aumentar el riesgo de un niño de tener síntomas depresivos.
- Ambiente. Una vida hogareña caótica o estresante puede poner a un niño en mayor riesgo de un trastorno del estado de ánimo como la depresión.
- Historia familiar. Los niños que tienen familiares con trastornos del estado de ánimo o depresión pueden ser más propensos a desarrollar depresión a una edad temprana.
- Desequilibrios bioquímicos. Los niveles desiguales de ciertas hormonas y productos químicos pueden afectar el funcionamiento del cerebro. Esto puede aumentar el riesgo de depresión.
Riesgos de la depresión infantil
La depresión infantil es una afección grave, pero es tratable. Sin embargo, si no se trata, los niños pueden experimentar consecuencias durante muchos años.
Estas complicaciones incluyen:
- pensamientos o comportamientos suicidas
- empeoramiento de los síntomas
- mayor riesgo de desarrollar depresión que empeora o se prolonga más tarde
- episodios depresivos severos
- otros trastornos del estado de ánimo
Cómo ayudar a un niño que tiene depresión
El tratamiento para niños con depresión implica terapia y medicamentos recetados. Algunos niños pueden beneficiarse de uno de estos, otros pueden usar una combinación.
Estos no son tratamientos de por vida. El médico de su hijo le recetará un plan de tratamiento y ellos decidirán cuándo es apropiado que su hijo deje de usarlo.
El plan de tratamiento para la depresión infantil a menudo depende de la gravedad de los síntomas. La buena noticia es que la atención adecuada puede ayudar a su hijo a encontrar alivio de sus síntomas.
Terapia
Si a un niño se le diagnostica depresión, la primera línea de tratamiento suele ser la psicoterapia. Este tipo de terapia puede abordar los factores emocionales y de vida que aumentan el riesgo de depresión de un niño, como el ambiente y los eventos estresantes.
La terapia cognitiva conductual (TCC) se usa comúnmente para tratar la depresión. Este tipo de terapia implica hablar a través de las emociones y las experiencias, analizar áreas en busca de cambios y encontrar formas proactivas para hacer esos cambios.
Para los niños pequeños, la terapia de conversación tradicional puede no ser tan efectiva debido a su vocabulario limitado. La terapia de juego, que utiliza juguetes y entretenimiento, puede ayudar a los niños a aprender a reforzar sus sentimientos y experiencias. La terapia artística, que utiliza pintura, dibujo y otras técnicas artísticas, es un tipo de terapia expresiva que también puede ayudar a los niños a lidiar con los síntomas de la depresión.
Medicamento
A partir de 2015, la Administración de Drogas y Alimentos de los Estados Unidos (FDA) tiene cinco medicamentos antidepresivos para el tratamiento del MDD en niños. Estas recomendaciones varían según la edad, por lo que el médico considerará la edad de su hijo al elegir el mejor tratamiento con medicamentos.
Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de EE. UU., Los siguientes medicamentos pueden usarse en el tratamiento de niños con MDD:
- Zoloft® (sertralina)
- Lexapro® (escitalopram)
- Luvox® (fluvoxamina)
- Anafranil® (clomipramina)
- Prozac® (fluoxetina)
Un efecto secundario poco frecuente de estos medicamentos en niños puede ser un mayor riesgo de suicidio. Se recomienda a los padres y cuidadores de niños que toman este medicamento que vigilen de cerca a sus hijos para detectar cambios y busquen ayuda inmediata de un médico si les preocupa.
Los niños que toman cualquiera de estos medicamentos no deben dejar de tomarlos sin el permiso del médico. Dejar de tomar el medicamento puede provocar efectos secundarios significativos.
Cómo encontrar ayuda para un niño con depresión
El tratamiento de la depresión infantil comienza con la búsqueda del proveedor adecuado y el tipo de tratamiento adecuado.
Estos pasos pueden ayudar.
1. Hable con su hijo. Si bien puede ser difícil, trate de conversar con su hijo sobre lo que siente y experimenta. Algunos niños se abrirán. Esto te ayudará a entender lo que está sucediendo.
2. Toma notas. Si su hijo no quiere hablar con usted, lleve un diario de cambios y signos observables. Esto puede ayudar a un médico a ver las tendencias de comportamiento.
3. Hable con el pediatra. El médico de su hijo primero querrá descartar problemas físicos que podrían explicar los síntomas. Esto puede requerir una serie de análisis de sangre y un examen físico.
4. Encuentra un especialista. Si el pediatra de su hijo cree que el problema es un trastorno del estado de ánimo como la depresión, pueden recomendarle a un especialista, como un psicólogo o psiquiatra. Estos médicos están capacitados para reconocer y tratar la depresión infantil.