El arco venoso dorsal del pie se encuentra superficialmente cerca de la superficie de la piel. Para la mayoría de las personas, debe ser fácilmente visible en la parte superior del pie. Si una persona presionara su dedo contra ella, debería poder sentir el pulso. El pulso es de la arteria dorsal del pie.
El arco ayuda a drenar la sangre sin oxígeno del pie. Además, recibe sangre de las venas metatarsianas dorsales, que drena la región metatarsiana del pie (el área que conduce a los huesos de los dedos) y drena las venas digitales dorsales que dan servicio a los dedos. Desde allí, el arco drena su sangre sin oxígeno en las venas safenas pequeñas y grandes. Eventualmente, la sangre fluye hacia muchos otros vasos en el sistema venoso mientras viaja por la pierna y regresa a los pulmones y al corazón.
El arco venoso dorsal del pie funciona complementariamente a las arterias de la región, como la arteria arqueada del pie, que también se llama arteria metatarsiana. A diferencia de las venas, estos vasos arteriales suministran sangre oxigenada desde los pulmones y el corazón, lo que permite el funcionamiento adecuado de los músculos, tendones y ligamentos del pie.
