¿Es común?
La ooforitis generalmente es causada por una infección bacteriana y puede ser el resultado de una enfermedad inflamatoria pélvica crónica (EPI). Esta forma difiere de la ooforitis autoinmune, un trastorno causado por un mal funcionamiento del sistema inmune.
Según el especialista en infertilidad Brad Trivax, MD, la ooforitis es un diagnóstico poco común, marcado por quistes, inflamación y agrandamiento en uno o ambos ovarios. En algunos casos, también causa daño a las trompas de Falopio. Cuando esto ocurre, se conoce como salpingo-ooforitis. PID y salpingo-ooforitis son términos más comúnmente utilizados porque el problema a menudo no se limita a los ovarios.
Siga leyendo para obtener más información sobre por qué ocurre la ooforitis, cómo reconocer los síntomas y qué esperar después de un diagnóstico.
¿Cuales son los sintomas?
En algunos casos, esta condición no causa ningún síntoma. Es posible que no se diagnostique hasta que un brote repentino de dolor pélvico severo le pida que busque atención médica.
Otras veces, los síntomas pueden ser leves y difíciles de reconocer como algo fuera de lo común. Las duchas vaginales también pueden enmascarar los síntomas tempranos, retrasando el diagnóstico.
Consulte a su médico si tiene alguno de los siguientes síntomas:
- dolor en la parte inferior del abdomen y la pelvis
- sangrado menstrual que es más pesado de lo habitual
- sangrado entre ciclos menstruales
- dolor o sangrado durante el coito
- flujo vaginal abundante, que puede tener mal olor
- sensaciones de ardor o dolor al orinar
- dificultad para orinar
Estos síntomas pueden aparecer gradualmente o todos a la vez. También pueden aumentar en severidad con el tiempo. Estos síntomas también pueden ser causados por otras afecciones.
A medida que pasa el tiempo sin un diagnóstico, esta afección puede causar:
- fiebre
- resfriado
- vómitos
¿Qué causa esta afección y quién está en riesgo?
La ooforitis suele ser el resultado de infecciones de transmisión sexual (ITS) como la clamidia y la gonorrea. Puede reducir su riesgo practicando sexo seguro con todas las parejas.
Las bacterias también pueden ingresar al tracto reproductivo a través del cuello uterino. Esto puede suceder:
- Si un dispositivo intrauterino (DIU) se inserta incorrectamente
- durante un aborto
- después de un aborto espontáneo
- durante el parto
No está claro qué causa la ooforitis autoinmune. En casos raros, esta forma puede provocar insuficiencia ovárica primaria (POI).
¿Cómo se diagnostica?
Después de revisar sus síntomas e historial médico, su médico le realizará un examen físico. También realizarán pruebas para determinar si hay una infección subyacente o si hay alguna anomalía cerca de los ovarios y las trompas de Falopio.
Estas pruebas incluyen:
- Exámenes de sangre y orina. Estas pruebas se utilizan para determinar su recuento de glóbulos blancos, así como para buscar marcadores de inflamación. También ayudan a su médico a descartar otros diagnósticos, como la cistitis.
- Examen pélvico. Esto le permite a su médico buscar síntomas de PID.
- Ultrasonido pelvico. Esta prueba de imagen se usa para ver sus órganos internos. Su médico puede realizar una ecografía transabdominal y transvaginal para obtener tanta información como sea posible sobre su región pélvica. También evaluarán el tamaño de sus ovarios y verificarán si hay quistes o abscesos.
- Laparoscopía Si su médico sospecha de salpingo-ooforitis, usarán esta prueba quirúrgica para ver sus trompas de Falopio. Para hacer esto, insertarán un telescopio delgado e iluminado a través de una incisión en la parte inferior del abdomen. Esto les permitirá ver sus órganos pélvicos y eliminar cualquier bloqueo.
¿Qué opciones de tratamiento hay disponibles?
La causa subyacente determinará sus opciones de tratamiento. Por ejemplo, si tiene una ITS activa, su médico le recetará antibióticos. Los abscesos también pueden tratarse con antibióticos.
En algunos casos, se puede necesitar cirugía para drenar los abscesos infectados. La cirugía también se puede usar para eliminar bloqueos o adherencias pélvicas.
Las mujeres que tienen ooforitis autoinmune pueden beneficiarse de la terapia de reemplazo hormonal. También pueden necesitar tratamientos específicos para su afección subyacente.
Si siente dolor, hable con su médico sobre sus opciones de alivio. Para algunas mujeres, los analgésicos de venta libre y el calor aplicado son suficientes para reducir los síntomas. Otros pueden beneficiarse de medicamentos para el dolor más fuertes.
¿Son posibles las complicaciones?
Si no se trata, esta afección puede causar daños importantes en los ovarios y las trompas de Falopio. El daño a las trompas de Falopio puede aumentar su probabilidad de tener un embarazo ectópico.
A veces, el daño de Falopio puede provocar infección. Si la infección no se trata, y un absceso explota, puede provocar sepsis. La sepsis puede ser mortal.
Embarazo y fertilidad
Si se trata temprano, la ooforitis infecciosa se puede tratar antes de que afecte su fertilidad. Si el tratamiento se retrasa, su fertilidad puede verse comprometida por cicatrices y bloqueos. Estos a veces se pueden eliminar quirúrgicamente, lo que le permite concebir.
Si su médico no puede eliminar estas obstrucciones, puede recomendar la fertilización in vitro (FIV). La FIV evita las trompas de Falopio, lo que aumenta sus posibilidades de concepción. Si ambos ovarios están dañados, trabajar con un donante de óvulos puede proporcionarle una manera de quedar embarazada.
No existe una cura para la ooforitis autoinmune o su complicación, POI. Este es un diagnóstico desafiante y puede tener un impacto negativo en su fertilidad. Hable con su médico sobre su capacidad de concebir. Pueden guiarlo a través de sus opciones y asesorarlo sobre sus próximos pasos.
¿Cuál es la perspectiva?
Si se trata temprano, la ooforitis infecciosa se puede eliminar y la concepción puede ser posible. Si no se trata, la ooforitis puede causar graves daños a sus órganos reproductivos. Practicar sexo seguro puede ayudar a reducir su riesgo. También debe ver a su ginecólogo para exámenes regulares. Pueden observar cualquier cambio, lo que aumenta la probabilidad de un diagnóstico temprano.
La ooforitis autoinmune no tiene cura, pero puede trabajar con su médico para controlar sus síntomas.