¿Qué es un injerto óseo?
Un injerto óseo es un procedimiento quirúrgico que se usa para solucionar problemas con huesos o articulaciones.
El injerto óseo, o el trasplante de tejido óseo, es beneficioso para reparar huesos dañados por traumatismos o problemas en las articulaciones. También es útil para hacer crecer hueso alrededor de un dispositivo implantado, como un reemplazo total de rodilla donde hay pérdida ósea o fractura. Un injerto óseo puede llenar un área donde el hueso está ausente o ayudar a proporcionar estabilidad estructural.
El hueso utilizado en un injerto óseo puede provenir de su cuerpo o de un donante, o puede ser completamente sintético. Puede proporcionar un marco donde el hueso nuevo y vivo puede crecer si es aceptado por el cuerpo.
Tipos de injertos óseos
Los dos tipos más comunes de injertos óseos son:
- aloinjerto, que utiliza hueso de un donante fallecido o un cadáver que ha sido limpiado y almacenado en un banco de tejidos
- autoinjerto, que proviene de un hueso dentro de su cuerpo, como sus costillas, caderas, pelvis o muñeca
El tipo de injerto utilizado depende del tipo de lesión que esté reparando su cirujano.
Los aloinjertos se usan comúnmente en la reconstrucción de cadera, rodilla o hueso largo. Los huesos largos incluyen brazos y piernas. La ventaja es que no se necesita cirugía adicional para adquirir el hueso. También reduce el riesgo de infección ya que no se requieren incisiones o cirugía adicionales.
El trasplante óseo de aloinjerto implica hueso que no tiene células vivas, por lo que el riesgo de rechazo es mínimo en comparación con los trasplantes de órganos, en los que las células vivas están presentes. Dado que el hueso trasplantado no contiene médula viva, no hay necesidad de unir los tipos de sangre entre el donante y el receptor.
Por qué se realiza el injerto óseo
El injerto óseo se realiza por numerosas razones, que incluyen lesiones y enfermedades. Hay cuatro razones principales por las cuales se usan injertos óseos:
- Se puede usar un injerto óseo en el caso de fracturas múltiples o complejas o aquellas que no sanan bien después del tratamiento inicial.
- Fusion ayuda a dos huesos a sanar juntos en una articulación enferma. La fusión se realiza con mayor frecuencia en la columna vertebral.
- La regeneración se usa para la pérdida ósea por enfermedad, infección o lesión. Esto puede implicar el uso de pequeñas cantidades de hueso en las cavidades óseas o grandes secciones de huesos.
- Se puede usar un injerto para ayudar al hueso a sanar alrededor de dispositivos implantados quirúrgicamente, como reemplazos de articulaciones, placas o tornillos.
Los riesgos de un injerto óseo
Todos los procedimientos quirúrgicos implican riesgos de sangrado, infección y reacciones a la anestesia. Los injertos óseos conllevan estos riesgos y otros, que incluyen:
- dolor
- hinchazón
- lesión nerviosa
- rechazo del injerto óseo
- inflamación
- reabsorción del injerto
Pregúntele a su médico acerca de estos riesgos y qué puede hacer para minimizarlos.
Cómo prepararse para el injerto óseo
Su médico realizará un historial médico completo y un examen físico antes de su cirugía. Asegúrese de informar a su médico sobre cualquier medicamento, medicamento de venta libre o suplemento que esté tomando.
Lo más probable es que deba ayunar antes de la cirugía. Esto se hace para prevenir complicaciones mientras está bajo anestesia.
Su médico le dará instrucciones completas sobre qué hacer en los días previos y el día de su cirugía. Es importante seguir esas instrucciones.
Cómo se realiza un injerto óseo
Su médico decidirá qué tipo de injerto óseo usar antes de la cirugía. Se le administrará anestesia general, lo que lo pondrá en un sueño profundo. Un anestesiólogo controlará la anestesia y su recuperación.
Su cirujano hará una incisión en la piel por encima de donde se necesita el injerto. Luego darán forma al hueso donado para que se ajuste al área. El injerto se mantendrá en su lugar utilizando cualquiera de los siguientes:
- patas
- platos
- empulgueras
- alambres
- cables
Una vez que el injerto esté firmemente en su lugar, su cirujano cerrará la incisión o herida con puntos de sutura y vendará la herida. Se puede usar un yeso o una férula para sostener el hueso mientras se cura. Muchas veces, no se necesita fundición ni férula.
Después del injerto óseo
La recuperación de los injertos óseos depende del tamaño del injerto y de otras variables. La recuperación típica puede llevar de dos semanas a más de un año. Probablemente deba evitar la actividad física vigorosa durante el tiempo que su cirujano le sugiera.
Aplique hielo y eleve su brazo o pierna después de la cirugía. Esto es extremadamente importante. Puede ayudar a prevenir la hinchazón, que causa dolor y puede causar coágulos de sangre en la pierna. Como regla general, mantenga su brazo o pierna por encima del nivel de su corazón. Incluso si su lesión es por yeso, puede ayudar colocar bolsas de hielo sobre el yeso.
Durante su recuperación, debe ejercitar los grupos musculares que no fueron afectados por la cirugía. Esto ayudará a mantener su cuerpo en buena forma. También debe mantener una dieta saludable, que ayudará en el proceso de recuperación.
Una de las mejores cosas que puede hacer es dejar de fumar. Esto mejorará la salud de su cuerpo después de la cirugía y más allá.
Fumar ralentiza la curación y el crecimiento del hueso. La investigación ha demostrado que los injertos óseos fallan a un ritmo mayor con los fumadores. Además, algunos cirujanos se niegan a realizar procedimientos de injerto óseo electivo en personas que fuman.
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