Vivir con espondilitis anquilosante (AS) puede sentirse como una montaña rusa a veces. Es posible que tenga días en los que sus síntomas sean leves o inexistentes. Los períodos largos sin síntomas se conocen como remisión.
En otros días, los síntomas que empeoran pueden salir de la nada y persistir durante varios días, semanas o meses. Estas son bengalas. Comprender los primeros signos de un brote puede ayudarlo a controlar sus síntomas y reducir la incomodidad causada por ellos.
1. hinchazón
Puede notar hinchazón y sensibilidad en una o más áreas de su cuerpo, particularmente cerca de sus articulaciones. El área inflamada también puede sentirse cálida al tacto. Aplicar hielo a estas áreas puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor.
2. rigidez
Puede experimentar rigidez de sus articulaciones cuando comienza un brote. Esto puede ser particularmente notable si ha estado sentado o descansando durante un período de tiempo y luego trata de levantarse y moverse.
Trate de evitar esto haciendo una buena postura, estirando y haciendo ejercicio ligero para mantener la movilidad.
3. dolor
El dolor puede aparecer gradual o repentinamente con un brote de AS. Si el brote es menor, puede sentir esto en solo un área de su cuerpo. Los brotes importantes pueden hacer que todos tus movimientos sean dolorosos.
4. Síntomas seudogripales
Si bien es poco común, algunas personas informan síntomas parecidos a la gripe cuando experimentan un brote de AS. Esto puede incluir dolores articulares y musculares generalizados. Sin embargo, la fiebre, los escalofríos y la sudoración son más consistentes con una infección, así que consulte a su médico para descartar una.
5. Fatiga
Las erupciones pueden hacer que te sientas más cansado de lo normal. Esto generalmente se debe a inflamación o anemia crónica causada por inflamación.
6. Cambios en el tracto digestivo
La inflamación causada por AS puede alterar su tracto digestivo. Esto puede provocar dolor abdominal o diarrea. También puede encontrarse sin apetito durante un brote.
7. Cambios emocionales
Es posible que su estado emocional empeore cuando sienta signos tempranos de un brote de AS. Puede ser difícil controlar una afección como la EA, especialmente cuando ha experimentado brotes incómodos en el pasado.
Esto puede hacer que seas más susceptible a los sentimientos de desesperación, ira o abstinencia cuando comience otro brote. Si experimenta síntomas de ansiedad o depresión, es importante que hable con su médico, quien puede derivarlo a un profesional de salud mental. Este tipo de sentimientos no son infrecuentes con las enfermedades crónicas.
Causas y tipos de bengalas
AS es una condición autoinflamatoria crónica. Esto significa que su sistema inmunitario desencadena inflamación en uno o más lugares de su cuerpo de vez en cuando, causando brotes.
Para la EA, la inflamación ocurre más comúnmente en la columna vertebral y las caderas. Específicamente, a menudo ocurre en las articulaciones sacroilíacas a ambos lados de la columna inferior de la pelvis. También puede ocurrir en otras áreas de su cuerpo, particularmente cerca de sus articulaciones y donde los tendones y ligamentos se unen con los huesos.
No hay una sola causa conocida para un brote de AS. En un estudio anterior de 2002, los participantes mencionaron el estrés y "exagerar" como sus principales desencadenantes.
Hay dos tipos de brotes de AS. Las erupciones localizadas ocurren en un solo área del cuerpo y se clasifican como menores. Las erupciones generalizadas ocurren en todo el cuerpo y se clasifican como principales.
Pero las bengalas menores pueden convertirse en bengalas mayores. En un estudio, los investigadores encontraron que el 92 por ciento de los participantes con AS experimentaron brotes menores antes y después de un brote mayor. El estudio también informó que los brotes principales duraron aproximadamente 2.4 semanas de duración, aunque su brote puede ser más corto o más largo.
Los brotes de AS pueden ocurrir en muchos lugares del cuerpo, incluyendo:
- cuello
- espalda
- columna vertebral
- glúteos (articulaciones sacroilíacas)
- caderas
- costillas y pecho, especialmente donde las costillas se conectan con el esternón
- ojos
- espalda
- tacones
- rodillas
Tenga en cuenta que los síntomas del brote varían de persona a persona. Puede experimentar algunos de estos primeros síntomas de un brote, pero no otros. Los primeros síntomas de los brotes pueden cambiar con el tiempo, o puede notar los mismos cada vez que comienza un brote.
Tratamiento de bengalas
Puede controlar su AS con cambios en el estilo de vida, medicamentos de venta libre y remedios caseros. Pero los brotes, ya sean locales o generales, pueden requerir un tratamiento más agresivo.
Su médico puede recetar medicamentos como bloqueadores del factor de necrosis tumoral (TNF) o inhibidores de la interleucina-17 (IL-17) además de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos (AINE). Estos medicamentos generalmente requieren una visita al consultorio de su médico o un viaje a la farmacia. Algunos medicamentos pueden ser orales, mientras que otros pueden ser inyectables o administrados por vía intravenosa.
También es posible que desee probar otros métodos para tratar los brotes en el hogar. Éstos incluyen:
- mantenerse activo con ejercicio apropiado, como natación y tai chi
- tomando baños cálidos y relajantes
- durmiendo más
- meditando
- aplicando calor o hielo en áreas inflamadas
- participar en un pasatiempo discreto como leer o mirar un programa de televisión o película favorita
Consulte con su médico para analizar cualquier cambio emocional que ocurra durante los brotes. Es posible que necesite técnicas de afrontamiento para ayudarlo a superar los desafíos psicológicos de la afección. Estos pueden ayudarlo a controlar su estado de ánimo y su perspectiva cuando surge un brote.
Para llevar
Los brotes de AS pueden salir de la nada y los síntomas varían de persona a persona. Comprender los primeros signos de un brote puede ayudarlo a mantenerse al día con sus actividades diarias y saber cuándo es el momento de descansar y cuidarse. No siempre es posible evitar los brotes, pero conocer su cuerpo y los primeros signos pueden ayudarlo a disminuir los efectos de la afección.