La diabetes tipo 2 es una afección crónica que afecta la forma en que su cuerpo metaboliza el azúcar. Ocurre cuando su cuerpo se vuelve resistente a la insulina. Esto puede conducir a complicaciones, incluida la enfermedad hepática.
En muchos casos, la enfermedad hepática no causa síntomas notables hasta que está muy avanzada. Eso puede dificultar la detección y el tratamiento temprano de la enfermedad hepática.
Afortunadamente, hay pasos que puede seguir para reducir su riesgo de enfermedad hepática con diabetes tipo 2.
Siga leyendo para obtener más información sobre la enfermedad hepática en la diabetes tipo 2 y cómo reducir su riesgo.
¿Qué tipos de enfermedad hepática afectan a las personas con diabetes tipo 2?
Se estima que 30.3 millones de personas en los Estados Unidos tienen diabetes. La mayoría de esas personas tienen diabetes tipo 2.
Las personas con diabetes tipo 2 corren el riesgo de varias afecciones relacionadas con el hígado, incluida la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD), cicatrices hepáticas graves, cáncer de hígado e insuficiencia hepática.
De estos, NAFLD es particularmente común en personas con diabetes tipo 2.
¿Qué es el NAFLD?
La NAFLD es una condición en la cual el exceso de grasa se acumula en el hígado.
Por lo general, la grasa alrededor del hígado está asociada con el consumo excesivo de alcohol.
Pero en NAFLD, la acumulación de grasa no es causada por el consumo de alcohol. Es posible desarrollar NAFLD con diabetes tipo 2, incluso si rara vez bebe alcohol.
Según un estudio de 2019, alrededor del 50 al 70 por ciento de las personas con diabetes tienen NAFLD. En comparación, solo el 25 por ciento de la población general lo tiene.
La gravedad de NAFLD también tiende a empeorar por la presencia de diabetes.
"Los científicos creen que una descomposición metabólica en el cuerpo, como la que se observa en la diabetes tipo 2, da como resultado la liberación de ácidos grasos en la sangre, que finalmente se acumula en un receptáculo listo: el hígado", informa la Sala de prensa de salud de la Universidad de Florida.
La NAFLD en sí misma generalmente no causa síntomas, pero puede aumentar el riesgo de otras afecciones, como inflamación del hígado o cirrosis. La cirrosis se desarrolla cuando el daño hepático hace que el tejido cicatricial reemplace el tejido sano, lo que dificulta que el hígado funcione correctamente.
NAFLD también se asocia con un mayor riesgo de cáncer de hígado.
Consejos para una buena salud del hígado
Si vive con diabetes tipo 2, hay varios pasos que puede seguir para proteger su hígado.
Todas estas medidas son parte de un estilo de vida saludable. También pueden ayudar a reducir el riesgo de otras complicaciones de la diabetes tipo 2.
Mantener un peso saludable
Muchas personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso o tienen obesidad. Eso puede ser un factor contribuyente para NAFLD. También aumenta el riesgo de cáncer de hígado.
La pérdida de peso puede desempeñar un papel importante para ayudar a reducir la grasa hepática y el riesgo de enfermedad hepática.
Consulte con su médico sobre formas saludables de perder peso.
Controle su nivel de azúcar en la sangre
Trabajar con su equipo de salud para controlar y controlar su nivel de azúcar en la sangre es otra línea de defensa contra NAFLD.
Para controlar su nivel de azúcar en la sangre, puede ayudar:
- incorpore alimentos que sean ricos en fibra y carbohidratos saludables en su dieta
- comer a intervalos regulares
- solo come hasta que estés lleno
- hacer ejercicio regularmente
También es importante tomar cualquier medicamento que su médico le recete para controlar su azúcar en la sangre. Su médico también le informará con qué frecuencia se debe analizar su nivel de azúcar en la sangre.
Coma una dieta bien balanceada
Para ayudar a controlar la diabetes tipo 2 y reducir el riesgo de enfermedad hepática y otras complicaciones, su médico puede recomendarle que realice cambios en su dieta.
Por ejemplo, pueden alentarlo a limitar los alimentos con alto contenido de grasa, azúcar y sal.
También es importante comer una amplia variedad de alimentos ricos en nutrientes y fibra, como frutas, verduras y granos integrales.
Hacer ejercicio regularmente
El ejercicio constante ayuda a quemar los triglicéridos como combustible, lo que también puede reducir la grasa del hígado.
Intente hacer al menos 30 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada, 5 días a la semana.
Reducir la presión arterial alta
Hacer ejercicio regularmente y comer una dieta saludable puede ayudar a prevenir y disminuir la presión arterial alta.
Las personas también pueden reducir la presión arterial alta al:
- reduciendo el sodio en su dieta
- dejar de fumar
- reducir el consumo de cafeína
Limite el consumo de alcohol
Beber en exceso puede crear muchos problemas de salud. Cuando se trata del hígado en particular, el alcohol puede dañar o destruir las células del hígado.
Beber con moderación o abstenerse del alcohol evita esto.
Cuando ver a un doctor
En muchos casos, NAFLD no causa síntomas. Es por eso que puede ser una sorpresa para las personas si se les diagnostica una enfermedad hepática.
Si vive con diabetes tipo 2, es importante que consulte a su médico regularmente. Pueden examinarlo para detectar posibles complicaciones, incluida la enfermedad hepática. Por ejemplo, pueden ordenar pruebas de enzimas hepáticas o exámenes de ultrasonido.
La NAFLD y otros tipos de enfermedad hepática a menudo se diagnostican después de que los análisis de sangre de rutina o los exámenes de ultrasonido muestran signos de un problema, como enzimas hepáticas altas o cicatrices.
También debe informar a su médico si desarrolla alguno de los siguientes síntomas:
- piel y ojos amarillentos, conocidos como ictericia
- dolor e hinchazón en su abdomen
- hinchazón en las piernas y tobillos
- picazón en la piel
- orina de color oscuro
- heces pálidas o de color alquitrán
- sangre en tus heces
- fatiga cronica
- náuseas o vómitos
- apetito reducido
- aumento de hematomas
La comida para llevar
Una de las posibles complicaciones de la diabetes tipo 2 es la enfermedad hepática, incluida la NAFLD.
Consultar regularmente con su médico y mantener un estilo de vida saludable son pasos esenciales que puede tomar para proteger su hígado y controlar el riesgo de complicaciones de la diabetes tipo 2.
La enfermedad hepática no siempre causa síntomas notables, pero puede causar daños graves. Por eso es tan importante asistir a chequeos regulares con su médico y seguir sus recomendaciones para las pruebas de detección hepática.