La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad crónica que afecta el sistema nervioso central. Los nervios están cubiertos por una cubierta protectora llamada mielina, que también acelera la transmisión de señales nerviosas. Las personas con EM experimentan inflamación de áreas de mielina y deterioro progresivo y pérdida de mielina.
Los nervios pueden funcionar de manera anormal cuando la mielina está dañada. Esto puede causar una serie de síntomas impredecibles. Éstos incluyen:
- dolor, hormigueo o sensación de ardor en todo el cuerpo
- Pérdida de la visión
- dificultades de movilidad
- espasmos musculares o rigidez
- dificultad con el equilibrio
- habla arrastrada
- memoria deteriorada y función cognitiva
Años de investigación dedicada han llevado a nuevos tratamientos para la EM. Todavía no hay cura para la enfermedad, pero los regímenes farmacológicos y la terapia conductual permiten que las personas con EM disfruten de una mejor calidad de vida.
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Propósito de los tratamientos
Muchas opciones de tratamiento pueden ayudar a controlar el curso y los síntomas de esta enfermedad crónica. El tratamiento puede ayudar:
- ralentizar la progresión de la EM
- minimizar los síntomas durante exacerbaciones o brotes de EM
- mejorar la función física y mental
El tratamiento en forma de grupos de apoyo o terapia de conversación también puede proporcionar el apoyo emocional muy necesario.
Tratamiento
Cualquiera que sea diagnosticado con una forma recurrente de EM probablemente comenzará el tratamiento con un fármaco modificador de la enfermedad aprobado por la FDA. Esto incluye a las personas que experimentan un primer evento clínico compatible con la EM. El tratamiento con un medicamento modificador de la enfermedad debe continuar indefinidamente a menos que el paciente tenga una respuesta deficiente, experimente efectos secundarios intolerables o no tome el medicamento como debería. El tratamiento también debería cambiar si hay una mejor opción disponible.
Gilenya (fingolimod)
En 2010, Gilenya se convirtió en el primer medicamento oral para los tipos de EM recurrentes en ser aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Los informes muestran que puede reducir las recaídas a la mitad y retrasar la progresión de la enfermedad.
Teriflunomida (Aubagio)
Un objetivo principal del tratamiento de la EM es retrasar la progresión de la enfermedad. Los medicamentos que hacen esto se llaman medicamentos modificadores de la enfermedad. Uno de esos medicamentos es el medicamento oral teriflunomida (Aubagio). Fue aprobado para su uso en personas con EM en 2012.
Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine encontró que las personas con EM recurrente que tomaron teriflunomida una vez al día mostraron tasas de progresión de la enfermedad significativamente más lentas y menos recaídas que las que tomaron un placebo. Las personas que recibieron la dosis más alta de teriflunomida (14 mg frente a 7 mg) experimentaron una disminución de la progresión de la enfermedad. La teriflunomida fue solo el segundo medicamento modificador de la enfermedad oral aprobado para el tratamiento de la EM.
Fumarato de dimetilo (Tecfidera)
Un tercer medicamento oral que modifica la enfermedad se puso a disposición de las personas con EM en marzo de 2013. El dimetilfumarato (Tecfidera) se conocía anteriormente como BG-12. Impide que el sistema inmunitario se ataque y destruya la mielina. También puede tener un efecto protector en el cuerpo, similar al efecto que tienen los antioxidantes. El medicamento está disponible en forma de cápsula.
El dimetilfumarato está diseñado para personas con EM recurrente-remitente (EMRR). El EMRR es una forma de la enfermedad en la cual una persona típicamente entra en remisión por un período de tiempo antes de que sus síntomas empeoren. Las personas con este tipo de EM pueden beneficiarse de las dosis de este medicamento dos veces al día.
Dalfampridina (Ampyra)
La destrucción de mielina inducida por la EM afecta la forma en que los nervios envían y reciben señales. Esto puede afectar el movimiento y la movilidad. Los canales de potasio son como poros en la superficie de las fibras nerviosas. El bloqueo de los canales puede mejorar la conducción nerviosa en los nervios afectados.
Dalfampridina (Ampyra) es un bloqueador de los canales de potasio. Los estudios publicados en The Lancet encontraron que la dalfampridina (anteriormente llamada fampridina) aumentaba la velocidad al caminar en personas con EM. El estudio original probó la velocidad de caminata durante una caminata de 25 pies. No mostró que la dalfampridina fuera beneficiosa. Sin embargo, el análisis posterior al estudio reveló que los participantes mostraron una mayor velocidad de caminata durante una prueba de seis minutos cuando tomaban 10 mg de la medicación diariamente. Los participantes que experimentaron una mayor velocidad al caminar también demostraron una mejor fuerza muscular en las piernas.
Alemtuzumab (Lemtrada)
El alemtuzumab (Lemtrada) es un anticuerpo monoclonal humanizado (proteína producida en laboratorio que destruye las células cancerosas). Es otro agente modificador de la enfermedad aprobado para tratar formas recurrentes de EM. Se dirige a una proteína llamada CD52 que se encuentra en la superficie de las células inmunes. Aunque no se sabe exactamente cómo funciona el alemtuzumab, se cree que se une al CD52 en los linfocitos T y B (glóbulos blancos) y causa lisis (descomposición de la célula). El medicamento fue aprobado por primera vez para tratar la leucemia en una dosis mucho más alta.
Lemtrada tuvo dificultades para obtener la aprobación de la FDA en los Estados Unidos. La FDA rechazó la solicitud de aprobación de Lemtrada a principios de 2014. Citaron la necesidad de más ensayos clínicos que demuestren que el beneficio supera el riesgo de efectos secundarios graves. Lemtrada fue aprobado posteriormente por la FDA en noviembre de 2014, pero viene con una advertencia sobre afecciones autoinmunes graves, reacciones a la infusión y un mayor riesgo de tumores malignos como el melanoma y otros tipos de cáncer. Se comparó con el medicamento contra la EM EMD Serono, Rebif, en dos ensayos de fase III. Los ensayos encontraron que fue mejor para reducir la tasa de recaída y el empeoramiento de la discapacidad durante dos años.
Debido a su perfil de seguridad, la FDA recomienda que solo se prescriba a pacientes que han tenido una respuesta inadecuada a otros dos o más tratamientos para la EM.
Técnica de memoria de historia modificada
La EM también afecta la función cognitiva. Puede afectar negativamente la memoria, la concentración y las funciones ejecutivas como la organización y la planificación.
Investigadores del Centro de Investigación de la Fundación Kessler descubrieron que una técnica modificada de memoria de la historia (mSMT) puede ser efectiva para las personas que experimentan los efectos cognitivos de la EM. Las áreas de aprendizaje y memoria del cerebro mostraron más activación en las imágenes de resonancia magnética después de las sesiones de mSMT. Este prometedor método de tratamiento ayuda a las personas a retener nuevos recuerdos. También ayuda a las personas a recordar información anterior mediante el uso de una asociación basada en la historia entre imágenes y contexto. La técnica de memoria de historia modificada podría ayudar a alguien con EM a recordar varios artículos en una lista de compras, por ejemplo.
Péptidos de mielina
La mielina se daña irreversiblemente en personas con EM. Las pruebas preliminares informadas en JAMA Neurology sugieren que una posible nueva terapia es prometedora. Un pequeño grupo de sujetos recibió péptidos de mielina (fragmentos de proteínas) a través de un parche usado en su piel durante un período de un año. Otro pequeño grupo recibió un placebo. Las personas que recibieron los péptidos de mielina experimentaron significativamente menos lesiones y recaídas que las personas que recibieron el placebo. Los pacientes toleraron bien el tratamiento y no hubo eventos adversos graves.
El futuro de los tratamientos para la EM
Los tratamientos efectivos para la EM varían de persona a persona. Lo que funciona bien para una persona no necesariamente funcionará para otra. La comunidad médica continúa aprendiendo más sobre la enfermedad y cómo tratarla mejor. La investigación combinada con prueba y error es clave para encontrar una cura.