Si tiene espondilitis anquilosante (EA), una condición inflamatoria que afecta su columna vertebral, el movimiento regular y el ejercicio son críticos para controlar el dolor y mejorar la movilidad. Pero algunos tipos de ejercicio son más duros para la columna vertebral y las articulaciones que otros, posiblemente empeorando los síntomas. Pilates y yoga, sin embargo, son ideales para AS.
Beneficios de Pilates y yoga para AS
Pilates y yoga son formas de ejercicio de bajo impacto. Son buenos para personas de todas las edades y niveles de resistencia. Aunque hay equipos especializados disponibles para ambos tipos de ejercicio, todo lo que necesita es una colchoneta de ejercicios.
En sus primeras etapas, la EA puede causar rigidez y dolor en la parte baja de la espalda y las caderas. El dolor puede ir y venir y variar en intensidad. A medida que avanza, la EA puede causar fusión espinal, inflexibilidad e incluso dificultad para respirar.
El dolor y la rigidez de la EA a menudo conducen a una mala postura y una tendencia a permanecer encorvado. Realizar ejercicios de yoga o Pilates fomenta una buena postura y aumenta la flexibilidad.
Algunas personas con AS tienen dificultades para hacer ejercicio en posición vertical. Muchos ejercicios de Pilates y yoga se realizan en el piso e implican estiramientos. No es inusual que las personas con AS estiren las articulaciones rígidas al despertarse por la mañana. Ya sea yoga o Pilates es una buena opción para una rutina de ejercicios matutinos.
Hecho regularmente, el yoga o Pilates pueden ayudarlo a mantener un peso saludable. Esto es especialmente importante si tiene AS, ya que los kilos de más ejercen una presión excesiva sobre sus articulaciones.
Pilates
Pilates lleva el nombre del hombre que lo creó en la década de 1920, Joseph Pilates. Se enfoca en movimientos que apoyan su columna vertebral y alientan estos beneficios:
- flexibilidad
- fuerza del núcleo
- resistencia
- buena postura
- respiración consciente
Un sello distintivo de Pilates es la conexión mente-cuerpo. Debes concentrarte en cada movimiento, cada respiración y la alineación de tu cuerpo. Pilates acondiciona todo tu cuerpo, alarga y fortalece los músculos, y mejora el tono muscular.
Según un estudio publicado en Rheumatology International, Pilates es "un método efectivo y seguro para mejorar la capacidad física en pacientes con EA". Los resultados del estudio mostraron que los participantes que realizaron una hora de Pilates con un entrenador certificado tres veces por semana durante 12 semanas tuvieron "resultados significativamente superiores" que aquellos con EA que siguieron su tratamiento estándar.
Yoga
El pilates y el yoga son similares en que ambos se centran en la flexibilidad, la fuerza central y la postura. Sin embargo, también son diferentes. El yoga es una forma más holística de ejercicio. Se cree que se originó en el Himalaya hace miles de años. El objetivo del yoga es armonizar su cuerpo, mente y espíritu para mantenerlo física y emocionalmente bien.
Según un estudio de 2012, las posturas de yoga, conocidas como asanas, no solo fortalecen los músculos y corrigen la mala postura, sino que "abren el flujo vital de energía a través del cuerpo". Esto promueve la curación y una sensación de bienestar y relajación para combatir el dolor.
Hay muchos tipos de yoga. Algunas formas requieren mucha resistencia. Si tienes AS, considera el hatha yoga. Es de ritmo lento y menos intenso que otros tipos.
Algunos de los beneficios del yoga incluyen:
- flexibilidad mejorada
- aumento de la fuerza muscular
- aumento del tono muscular
- respiración mejorada
- aumento de energía
- resistencia mejorada
- alivio del estrés y la ansiedad
- estado de alerta mejorado
La línea de fondo
Tanto el yoga como el Pilates son excelentes opciones de ejercicio si tienes AS. El que elijas se reduce a preferencias personales. Ambos ayudan a mejorar su movilidad y a controlar el dolor y la rigidez. También pueden ayudar a aliviar el estrés y promover un sueño reparador.
El yoga es una mejor opción si buscas una experiencia de ejercicio más espiritual. Pilates es el camino a seguir si su objetivo es un entrenamiento controlado que no requiera que aprenda poses desafiantes. Si no puede decidir cuál es el adecuado para usted, ¿por qué no prueba ambos?
Se ofrecen clases de pilates y yoga en la mayoría de los clubes de salud y fitness y YMCA. Algunos centros de fisioterapia también ofrecen clases. Si una clase no es para ti, busca DVD de Pilates o yoga y videos de YouTube para que puedas hacer ejercicio en la comodidad de tu hogar. Muchos servicios de televisión ofrecen programas de ejercicios a pedido.
Asegúrese de consultar a su médico antes de comenzar un nuevo programa de ejercicios. Sus primeras sesiones pueden ser desafiantes. Puede sentir una leve molestia al principio, pero no un dolor intenso. ¡No te rindas! Si eres consistente, cosecharás los beneficios.