¿Qué es la atonía del útero?
La atonía del útero, también llamada atonía uterina, es una afección grave que puede ocurrir después del parto. Ocurre cuando el útero no se contrae después del parto del bebé y puede conducir a una afección potencialmente mortal conocida como hemorragia posparto.
Después del parto, los músculos del útero normalmente se tensan, o se contraen, para liberar la placenta. Las contracciones también ayudan a comprimir los vasos sanguíneos que estaban unidos a la placenta. La compresión ayuda a prevenir el sangrado. Si los músculos del útero no se contraen lo suficiente, los vasos sanguíneos pueden sangrar libremente. Esto conduce a un sangrado excesivo o hemorragia.
Si tiene una atonía del útero, necesitará un tratamiento inmediato para ayudar a detener el sangrado y reemplazar la sangre perdida. La hemorragia posparto puede ser muy grave. Sin embargo, la detección y el tratamiento tempranos pueden conducir a una recuperación completa.
¿Cuáles son los síntomas de la atonía del útero?
El síntoma principal de la atonía del útero es un útero que permanece relajado y sin tensión después del parto. La atonía del útero es una de las causas más comunes de hemorragia posparto. Una hemorragia posparto se define como la pérdida de más de 500 mililitros de sangre después del parto de la placenta.
Los síntomas de la hemorragia incluyen:
- sangrado excesivo e incontrolado después del nacimiento del bebé
- disminución de la presión arterial
- un aumento de la frecuencia cardíaca
- dolor
- un dolor de espalda
¿Qué causa la atonía del útero?
Hay varios factores que pueden evitar que los músculos del útero se contraigan después del parto. Éstos incluyen:
- parto prolongado
- parto muy rápido
- sobredistensión del útero, o agrandamiento excesivo del útero
- El uso de oxitocina (Pitocina) u otras drogas o anestesia general durante el parto
- parto inducido
Puede tener un mayor riesgo de atonía uterina si:
- estás entregando múltiples, como gemelos o trillizos
- su bebé es mucho más grande que el promedio, lo que se llama macrosomía fetal
- eres mayor de 35 años
- eres obeso
- tiene demasiado líquido amniótico, que se llama polihidramnios
- has tenido muchos nacimientos previos
La atonía uterina también puede ocurrir en mujeres que no tienen factores de riesgo.
Diagnóstico de la atonía del útero
La atonía del útero generalmente se diagnostica cuando el útero está blando y relajado y hay un sangrado excesivo después del parto. Su médico puede estimar la pérdida de sangre contando la cantidad de almohadillas saturadas o pesando las esponjas utilizadas para absorber la sangre.
Su médico también realizará un examen físico y descartará otras causas de sangrado. Esto incluye asegurarse de que no haya rasgaduras en el cuello uterino o la vagina y que no queden pedazos de la placenta en el útero.
Su médico también puede evaluar o controlar lo siguiente:
- la frecuencia del pulso
- presión arterial
- recuento de glóbulos rojos
- factores de coagulación en la sangre
Complicaciones de la atonía del útero
La atonía del útero causa hasta el 90 por ciento de los casos de hemorragia posparto, según Blood Transfusion in Clinical Practice. La hemorragia generalmente ocurre después de que se libera la placenta.
Otras complicaciones de la atonía uterina incluyen:
- hipotensión ortostática, que es aturdimiento o mareos debido a la presión arterial baja
- anemia
- fatiga
- Un mayor riesgo de hemorragia posparto en un embarazo posterior
La anemia y la fatiga después del nacimiento también aumentan las posibilidades de que una madre tenga depresión posparto.
Una complicación grave de la atonía del útero es el shock hemorrágico. Esta condición puede incluso poner en peligro la vida.
Tratamiento para la atonía del útero
El tratamiento tiene como objetivo detener el sangrado y reemplazar la sangre que se perdió. La madre puede recibir líquidos por vía intravenosa, sangre y productos sanguíneos lo antes posible.
El tratamiento para la atonía del útero incluye:
- masaje uterino, que consiste en que su médico coloque una mano en la vagina y empuje contra el útero mientras su otra mano comprime el útero a través de la pared abdominal
- fármacos uterotónicos que incluyen oxitocina, metilergonovina (methergina) y prostaglandinas, como el hemabate
- transfusiones de sangre
En casos severos, el tratamiento incluye:
- cirugía para atar los vasos sanguíneos
- embolización de la arteria uterina, que consiste en inyectar pequeñas partículas en la arteria uterina para bloquear el flujo de sangre al útero
- histerectomía si todos los otros tratamientos fallan
¿Cuál es la perspectiva para las personas con atonía del útero?
La hemorragia posparto es una de las principales causas de muerte después del nacimiento en países que tienen instalaciones de atención médica limitadas y una falta de personal de atención médica capacitado. La muerte por hemorragia posparto es mucho menos común en los Estados Unidos. Ocurre en menos del 1 por ciento de los casos.
El riesgo de una mujer de morir por la afección aumenta cuando hay demoras en el transporte al hospital, en el diagnóstico y en la recepción del tratamiento recomendado. Las complicaciones son raras si se administra el tratamiento adecuado.
Prevención de la atonía del útero
La atonía del útero no siempre se puede prevenir. Es importante que su médico sepa cómo manejar esta afección en todas las etapas del parto. Si tiene un alto riesgo de atonía del útero, debe dar a luz a su bebé en un hospital o centro que tenga todo el equipo adecuado para lidiar con la pérdida de sangre. Una línea intravenosa (IV) debe estar lista y la medicación debe estar a la mano. El personal de enfermería y anestesia debe estar disponible en todo momento. También puede ser importante notificar al banco de sangre sobre la posible necesidad de sangre.
Su médico debe controlar continuamente sus signos vitales y la cantidad de sangrado que ocurre después del nacimiento para detectar la hemorragia. La oxitocina administrada inmediatamente después del parto puede ayudar a que el útero se contraiga. El masaje uterino justo después del parto de la placenta también puede reducir el riesgo de atonía del útero y ahora es una práctica común.
Tomar vitaminas prenatales, incluidos los suplementos de hierro, también puede ayudar a prevenir la anemia y otras complicaciones de la atonía uterina y la hemorragia después del parto.