Enfermedad en el despacho oval
Desde insuficiencia cardíaca hasta depresión, los presidentes estadounidenses han experimentado problemas de salud comunes. Nuestros primeros 10 presidentes de héroes de guerra trajeron un historial de enfermedades a la Casa Blanca, incluyendo disentería, malaria y fiebre amarilla. Más tarde, muchos de nuestros líderes intentaron ocultar su salud enferma del público, haciendo de la salud un problema médico y político.
Eche un vistazo a la historia y conozca los problemas de salud de los hombres en la Oficina Oval.
1. Andrew Jackson: 1829-1837
El séptimo presidente sufría de enfermedades emocionales y físicas. Cuando se inauguró el hombre de 62 años, estaba notablemente delgado y acababa de perder a su esposa por un ataque al corazón. Sufría de dientes podridos, dolores de cabeza crónicos, problemas de visión, sangrado en los pulmones, infección interna y dolor de dos heridas de bala de dos duelos separados.
2. Grover Cleveland: 1893–1897
Cleveland fue el único presidente en cumplir dos mandatos no consecutivos y sufrió durante toda su vida obesidad, gota y nefritis (inflamación de los riñones). Cuando descubrió un tumor en la boca, se sometió a una cirugía para extirpar parte de la mandíbula y el paladar duro. Se recuperó pero finalmente murió de un ataque al corazón después de su retiro en 1908.
3. William Taft: 1909–1913
En un momento que pesaba más de 300 libras, Taft era obeso. A través de una dieta agresiva, perdió casi 100 libras, que ganó y perdió continuamente a lo largo de su vida. El peso de Taft inició la apnea del sueño, que interrumpió su sueño y lo hizo sentir cansado durante el día y, a veces, dormir durante reuniones políticas importantes. Debido a su exceso de peso, también tenía presión arterial alta y problemas cardíacos.
4. Woodrow Wilson: 1913–1921
Junto con la hipertensión, dolores de cabeza y visión doble, Wilson experimentó una serie de accidentes cerebrovasculares. Estos trazos afectaron su mano derecha, dejándolo incapaz de escribir normalmente durante un año. Más golpes dejaron a Wilson ciego en su ojo izquierdo, paralizando su lado izquierdo y obligándolo a sentarse en una silla de ruedas. Mantuvo su parálisis en secreto. Una vez descubierto, instigó la Enmienda 25, que establece que el vicepresidente asumirá el poder tras la muerte, renuncia o discapacidad del presidente.
5. Warren Harding: 1921–1923
El 24 ° presidente vivía con muchos trastornos mentales. Entre 1889 y 1891, Harding pasó un tiempo en un sanatorio para recuperarse de la fatiga y las enfermedades nerviosas. Su salud mental tuvo un grave efecto en su salud física, lo que le hizo ganar una cantidad excesiva de peso y experimentar insomnio y agotamiento. Desarrolló insuficiencia cardíaca y murió repentina e inesperadamente después de un juego de golf en 1923.
6. Franklin D. Roosevelt: 1933–1945
A la edad de 39 años, el FDR experimentó un ataque severo de poliomielitis, lo que resultó en una parálisis total de ambas piernas. Él financió una extensa investigación sobre la poliomielitis, lo que condujo a la creación de su vacuna. Uno de los principales problemas de salud de Roosevelt comenzó en 1944, cuando comenzó a mostrar signos de anorexia y pérdida de peso. En 1945, Roosevelt experimentó un dolor intenso en la cabeza, que fue diagnosticado como una hemorragia cerebral masiva. Murió poco después.
7. Dwight D. Eisenhower: 1953–1961
El 34 ° presidente sufrió tres crisis médicas importantes durante sus dos mandatos: ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y enfermedad de Crohn. Eisenhower ordenó a su secretario de prensa que informara al público sobre su condición después de su ataque cardíaco en 1955. Seis meses antes de las elecciones de 1956, Eisenhower fue diagnosticado con la enfermedad de Crohn y se sometió a una cirugía, de la cual se recuperó. Un año después, el presidente sufrió un derrame cerebral leve que pudo superar.
8. John F. Kennedy: 1961–1963
Aunque este joven presidente proyectaba juventud y vitalidad, en realidad estaba ocultando una enfermedad potencialmente mortal. Incluso durante su corto plazo, Kennedy decidió mantener en secreto su diagnóstico de 1947 de la enfermedad de Addison, un trastorno incurable de las glándulas suprarrenales. Debido al dolor de espalda crónico y la ansiedad, desarrolló una adicción a los analgésicos, estimulantes y medicamentos contra la ansiedad.
9. Ronald Reagan: 1981–1989
Reagan era el hombre más viejo en buscar la presidencia y algunos lo consideraban médicamente no apto para el puesto. Luchó constantemente con mala salud. Reagan experimentó infecciones del tracto urinario (ITU), se sometió a la extracción de cálculos prostáticos y desarrolló enfermedad de la articulación temporomandibular (ATM) y artritis. En 1987, tuvo operaciones para el cáncer de próstata y piel. También vivió con la enfermedad de Alzheimer. Su esposa, Nancy, fue diagnosticada con cáncer de seno, y una de sus hijas murió de cáncer de piel.
10. George HW Bush: 1989–1993
George Bush casi muere de adolescente por una infección por estafilococos. Como aviador naval, Bush estuvo expuesto a traumas en la cabeza y los pulmones. A lo largo de su vida, desarrolló varias úlceras sangrantes, artritis y varios quistes. Fue diagnosticado con fibrilación auricular debido a hipertiroidismo y, al igual que su esposa y su perro familiar, fue diagnosticado con el trastorno autoinmune de la enfermedad de Graves.
La comida para llevar
Como lo ilustra la salud de estos presidentes, cualquiera puede desarrollar las enfermedades y enfermedades prevalentes en nuestra sociedad, desde la obesidad hasta las enfermedades cardíacas, la depresión y la ansiedad, y más.