Visión general
Una infección dental, a veces llamada diente abscesado, hace que se forme una bolsa de pus en la boca debido a una infección bacteriana. Generalmente es causado por:
- caries dental
- heridas
- trabajo dental anterior
Las infecciones dentales pueden causar:
- dolor
- sensibilidad
- hinchazón
Si no se tratan, también pueden propagarse a áreas cercanas, incluido el cerebro.
Si tiene una infección dental, consulte a un dentista lo antes posible para evitar que la infección se propague. Deberá tener cuidado con cualquier infección en su cabeza, especialmente en su boca, ya que está cerca de su cerebro. Es probable que su dentista le recete un antibiótico para ayudar a matar las bacterias que causan la infección dental.
Siga leyendo para obtener más información sobre los tipos de antibióticos utilizados para tratar las infecciones dentales y las opciones de venta libre para el alivio del dolor.
¿Qué antibióticos funcionan mejor para una infección dental?
No todas las infecciones dentales requieren antibióticos. En algunos casos, su dentista puede drenar el absceso. Otros casos pueden requerir un tratamiento de conducto o la extracción del diente infectado.
Los antibióticos se usan generalmente cuando:
- su infección es severa
- su infección se ha extendido
- tiene un sistema inmunitario debilitado
El tipo de antibiótico que necesitará depende del tipo de bacteria que causa la infección. Diferentes clases de antibióticos tienen diferentes formas de atacar a las bacterias. Su dentista querrá elegir un antibiótico que pueda eliminar eficazmente su infección.
Los antibióticos de la clase de penicilina, como la penicilina y la amoxicilina, se usan con mayor frecuencia para ayudar a tratar las infecciones dentales.
Se puede administrar un antibiótico llamado metronidazol para algunos tipos de infecciones bacterianas. A veces se prescribe con penicilina para cubrir una mayor variedad de especies bacterianas.
Si bien los antibióticos de penicilina se usan comúnmente para las infecciones dentales, muchas personas son alérgicas a ellos. Asegúrese de informar a su dentista sobre cualquier reacción alérgica que haya tenido en el pasado a los medicamentos.
Si es alérgico a la penicilina, su dentista podría usar un antibiótico diferente, como clindamicina o eritromicina.
¿Cuánto debo tomar y por cuánto tiempo?
Si tiene una infección dental que requiere antibióticos, deberá tomarlos durante aproximadamente una semana. Dependiendo del tipo de antibiótico, deberá tomar una dosis de dos a cuatro veces al día.
Debe recibir instrucciones de su farmacia que detallen exactamente cómo tomar el antibiótico. Puede preguntarle al farmacéutico si no está seguro de cómo tomar un medicamento.
Tenga en cuenta que es posible que deba tomar algunos tratamientos con antibióticos antes de que entren en su sistema y comiencen a actuar sobre la infección.
Siempre tome todo el curso de antibióticos recetados por su dentista, incluso si sus síntomas parecen desaparecer. Si no toma todo el curso, algunas bacterias pueden sobrevivir, lo que dificulta el tratamiento de la infección.
¿Hay remedios de venta libre?
Siempre debe ver a su dentista si tiene una infección dental. Sus dientes están muy cerca de su cerebro y una infección dental puede extenderse rápidamente a áreas y órganos cercanos.
Los antibióticos no están disponibles sin receta médica, pero hay algunas cosas que puede hacer en casa para obtener alivio antes de su cita, como:
- tomar analgésicos de venta libre, como ibuprofeno (Advil, Motrin) o acetaminofeno (Tylenol)
- enjuagar suavemente la boca con agua tibia con sal
- evitando alimentos calientes o fríos siempre que sea posible
- tratando de masticar con el lado opuesto de tu boca
- cepillarse con un cepillo de dientes suave alrededor del diente afectado
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La línea de fondo
Si tiene síntomas de una infección dental, como dolor punzante persistente, hinchazón y sensibilidad a la temperatura o la presión, consulte a un médico o dentista lo antes posible.
Si su dentista le receta antibióticos, siga las instrucciones cuidadosamente y termine la receta. Incluso si la infección parece leve, puede volverse grave rápidamente sin un tratamiento adecuado.