Visión general
La neumonía es una infección de los pulmones que puede ser causada por una variedad de patógenos, incluidos virus, bacterias y hongos. Cuando tiene neumonía, los pequeños sacos de aire en sus pulmones se inflaman y pueden llenarse de líquido o incluso pus.
La neumonía puede variar de una infección leve a grave o potencialmente mortal y, en ocasiones, puede causar la muerte. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), más de 50,000 personas en los Estados Unidos murieron de neumonía en 2015. Además, la neumonía es la principal causa de muerte en todo el mundo para niños menores de 5 años.
¿Quién está en riesgo de sufrir un caso de neumonía grave o potencialmente mortal y por qué? ¿Cuáles son los síntomas a tener en cuenta? ¿Cómo se puede prevenir la infección? Sigue leyendo para aprender más.
¿Quién está en riesgo?
La neumonía puede afectar a cualquiera. Pero hay algunos con un mayor riesgo de desarrollar una infección grave o potencialmente mortal. En general, las personas con mayor riesgo tienen un sistema inmunitario más débil o una condición o factor de estilo de vida que afecta sus pulmones.
Las personas que corren un mayor riesgo de tener un caso de neumonía grave o potencialmente mortal incluyen:
- niños menores de 2 años
- adultos mayores de 65 años
- personas que están hospitalizadas, particularmente si han sido colocadas en un ventilador
- individuos con una enfermedad o condición crónica, como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o diabetes
- personas con un sistema inmunitario debilitado debido a una afección crónica, quimioterapia o un trasplante de órgano
- los que fuman cigarrillos
¿Por que sucede?
Los síntomas de la neumonía pueden ser más leves o más sutiles en muchas poblaciones en riesgo. Esto se debe a que muchos grupos en riesgo tienen un sistema inmunitario debilitado o una afección crónica o aguda.
Debido a esto, estas personas pueden no recibir la atención que necesitan hasta que la infección se haya vuelto grave. Es muy importante estar al tanto del desarrollo de cualquier síntoma y buscar atención médica inmediata.
Además, la neumonía puede empeorar afecciones crónicas preexistentes, particularmente las del corazón y los pulmones. Esto puede conducir a una rápida disminución de la condición.
La mayoría de las personas eventualmente se recuperan de la neumonía. Sin embargo, la tasa de mortalidad a los 30 días es del 5 al 10 por ciento de los pacientes hospitalizados. Puede ser de hasta el 30 por ciento en los ingresados en cuidados intensivos.
Tipos de neumonía que conllevan un mayor riesgo
La causa de su neumonía a menudo puede determinar la gravedad de la infección.
Viral
La neumonía viral es típicamente una enfermedad más leve y los síntomas ocurren gradualmente. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las neumonías virales a veces pueden complicarse aún más cuando se desarrolla una infección bacteriana al mismo tiempo o después de la neumonía viral.
Bacteriano
Estas neumonías son a menudo más graves. Los síntomas pueden desarrollarse gradualmente o aparecer repentinamente y pueden afectar uno o varios lóbulos del pulmón. Cuando se ven afectados múltiples lóbulos de los pulmones, la persona generalmente requiere hospitalización. Los antibióticos se usan para tratar la neumonía bacteriana. También pueden ocurrir complicaciones como la bacteriemia.
Es posible que haya oído hablar de "neumonía en marcha". A diferencia de otros tipos, esta forma de neumonía bacteriana suele ser muy leve y es posible que ni siquiera sepa que la tiene.
Hongos
La neumonía fúngica suele ser más común en personas con un sistema inmunitario debilitado y estas infecciones pueden ser muy graves.
La neumonía también se puede clasificar por el lugar donde se adquiere: dentro de la comunidad o dentro de un hospital o entorno de atención médica. La neumonía adquirida en un hospital o en un entorno de atención médica a menudo es más peligrosa porque ya está enfermo o enfermo.
Además, la neumonía bacteriana que se adquiere en un hospital o en un entorno de atención médica puede ser más grave debido a la alta prevalencia de resistencia a los antibióticos.
Reconociendo síntomas
Si usted o un ser querido tiene los siguientes síntomas, debe concertar una cita con un médico para evaluar la posible neumonía:
- temperatura corporal anormal, como fiebre y escalofríos o una temperatura corporal inferior a la normal en adultos mayores o personas con sistemas inmunes débiles
- dificultad para respirar o dificultad para respirar
- tos, posiblemente con moco o flema
- dolor en el pecho cuando tose o respira
- cansancio o fatiga
- confusión, particularmente en adultos mayores
- náuseas, vómitos o diarrea
Prevención de neumonías potencialmente mortales
Puede ayudar a prevenir una infección de neumonía grave o potencialmente mortal haciendo lo siguiente:
Monitoreando su salud
Tenga en cuenta cualquier síntoma preocupante, especialmente si tiene algún factor de riesgo. Además, recuerde que la neumonía también puede seguir a otras infecciones respiratorias, así que tenga en cuenta cualquier síntoma nuevo o que empeore si ya está o ha estado enfermo recientemente.
Vacunarse
Muchas vacunas pueden ayudar a prevenir infecciones que potencialmente pueden causar neumonía. Éstos incluyen:
- neumococo
- influenza
- Haemophilus influenzae (Hib)
- tos ferina
- sarampión
- varicela
Practicando una buena higiene
Lávese las manos con frecuencia, particularmente:
- después de usar el baño
- antes de comer
- antes de tocarse las manos, la cara y la boca
Use desinfectante para manos si no hay jabón disponible.
Vivir un estilo de vida saludable
Evite fumar cigarrillos y asegúrese de mantener su sistema inmunológico fortalecido a través del ejercicio regular y una dieta saludable.
La comida para llevar
La neumonía es una infección pulmonar que a veces puede provocar enfermedades graves o potencialmente mortales e incluso la muerte.
Si usted o un ser querido experimenta síntomas de neumonía, es importante que vaya al médico, especialmente si tiene ciertos factores de riesgo. Si no se trata, la infección puede empeorar rápidamente y poner en peligro la vida. El diagnóstico temprano es clave y conduce a mejores resultados.