Cuando su hijo comienza un nuevo tratamiento para la esclerosis múltiple (EM), es importante mantener los ojos bien abiertos en busca de signos de cambio en su condición.
Después de comenzar un nuevo tratamiento, su hijo podría experimentar mejoras en su salud física o mental. También pueden desarrollar efectos secundarios del tratamiento.
Tómese un momento para aprender cómo comenzar un nuevo tratamiento podría afectar a su hijo.
Resumen del tratamiento
Se han desarrollado muchas terapias modificadoras de la enfermedad (DMT) para retrasar la progresión de la EM.
Hasta ahora, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) solo ha aprobado una de estas terapias para su uso en niños de 10 años o más, y no ha aprobado ninguna para niños menores de 10 años.
Sin embargo, los médicos aún pueden recetar DMT a niños más pequeños con EM. Esta práctica se conoce como uso "fuera de etiqueta".
Los proveedores de atención médica de su hijo también pueden recetar otros tratamientos para la EM, que incluyen uno o más de los siguientes:
- Otros medicamentos para aliviar los síntomas físicos o cognitivos de la EM
- terapia de rehabilitación para apoyar el funcionamiento físico o cognitivo de su hijo
- uso de ayudas de movilidad u otros dispositivos de asistencia para ayudar a su hijo a realizar actividades de rutina
- procedimientos de estimulación nerviosa o cirugía para tratar problemas de vejiga
- asesoramiento psicológico para apoyar la salud mental de su hijo
- cambios en el estilo de vida
Si la condición de su hijo cambia de alguna manera, informe a los miembros de su equipo de salud.
Para controlar los síntomas nuevos o empeorados, sus proveedores de atención médica pueden recomendar cambios en su plan de tratamiento. Su equipo de salud también podría recomendar un cambio si hay nuevos tratamientos disponibles, o si se publica una nueva investigación sobre la seguridad o efectividad de los tratamientos existentes.
Posibles mejoras
Después de comenzar un nuevo tratamiento para la EM, su hijo podría experimentar mejoras en su salud y funcionamiento físico o mental.
Los beneficios potenciales varían de un tipo de tratamiento a otro.
Dependiendo del tratamiento específico que recibe su hijo:
- Pueden experimentar brotes, exacerbaciones o recaídas menos o menos graves.
- Pueden experimentar menos dolor, fatiga, mareos, espasmos musculares o rigidez muscular.
- Su movilidad, coordinación, equilibrio, flexibilidad o fuerza podrían mejorar.
- Pueden tener menos problemas con la función de la vejiga o el intestino.
- Puede que les resulte más fácil concentrarse o recordar cosas.
- Su capacidad para comunicarse podría mejorar.
- Su visión u oído pueden mejorar.
- Pueden sentirse mejor emocionalmente.
Los proveedores de atención médica de su hijo también pueden notar resultados alentadores en las evaluaciones o pruebas que realizan después de que su hijo comienza un nuevo tratamiento.
Por ejemplo, podrían realizar resonancias magnéticas y no ver signos de nueva actividad de la enfermedad.
Por otro lado, también es posible que la condición de su hijo no mejore notablemente o adecuadamente después de que comience un nuevo tratamiento. En algunos casos, las imágenes de resonancia magnética u otras pruebas pueden mostrar que su condición no ha mejorado o está empeorando.
Si no está satisfecho con los efectos de un nuevo tratamiento, informe al equipo de salud de su hijo. Pueden ayudarlo a comprender los posibles beneficios y riesgos de suspender o continuar el tratamiento. También pueden ayudarlo a conocer otros tratamientos que podrían estar disponibles.
Posibles efectos secundarios
Los tratamientos para la EM pueden causar efectos secundarios, que pueden ser leves o más graves.
Los efectos secundarios específicos varían de un tipo de tratamiento a otro.
Por ejemplo, los efectos secundarios comunes de muchos DMT incluyen:
- erupción
- fatiga
- náusea
- Diarrea
- dolor de cabeza
- dolores musculares
- dolor y enrojecimiento en el sitio de inyección, para DMT inyectables
Para obtener más información sobre los posibles efectos secundarios del tratamiento recetado de su hijo, hable con su equipo de salud. Pueden ayudarlo a aprender a reconocer y controlar los posibles efectos secundarios.
Si cree que su hijo podría estar experimentando efectos secundarios del tratamiento, infórmeselo a su equipo de salud. En algunos casos, pueden recomendar cambios en el plan de tratamiento de su hijo.
Si su hijo tiene problemas para respirar o deja de responder o está inconsciente, obtenga tratamiento médico de emergencia. Llame al 911 de inmediato. Pueden estar experimentando una reacción alérgica grave a la medicación.
También busque atención médica inmediata si su hijo desarrolla signos o síntomas de una infección grave, como fiebre acompañada de:
- tos
- vómitos
- Diarrea
- erupción
Algunos tratamientos pueden aumentar el riesgo de infección de su hijo.
Aceptabilidad, conveniencia y costo
Algunos tratamientos pueden ser más aceptables o convenientes para usted y su hijo que otras opciones.
Por ejemplo, su hijo podría estar más cómodo y dispuesto a tomar medicamentos orales que los medicamentos inyectables. O su familia podría encontrar que un centro de tratamiento tiene una ubicación u horario más conveniente que otro.
Algunos tratamientos también pueden ser más fáciles de pagar para su familia que otros. Si tiene seguro de salud, podría cubrir ciertos tratamientos o proveedores de atención médica, pero no otros.
Si usted o su hijo tienen dificultades para cumplir con su plan de tratamiento actualizado, infórmeselo a su equipo de salud. Pueden compartir consejos para hacer que el plan de tratamiento sea más fácil de seguir, o pueden recomendar cambios en el plan de tratamiento de su hijo.
Evaluaciones de seguimiento
Para controlar los efectos del tratamiento, los proveedores de atención médica de su hijo pueden ordenar una o más pruebas. Por ejemplo, pueden ordenar:
- Exploraciones de resonancia magnética
- análisis de sangre
- pruebas de orina
- monitoreo de los latidos del corazón
Dependiendo de los tratamientos específicos que reciba su hijo, es posible que su equipo de salud deba solicitar pruebas de manera regular y continua.
El equipo de salud de su hijo también puede hacerle preguntas a usted y a su hijo sobre sus síntomas, el funcionamiento físico y cognitivo y los posibles efectos secundarios del tratamiento.
Estas pruebas y evaluaciones de seguimiento pueden ayudar al equipo de salud de su hijo a aprender cómo está funcionando su plan de tratamiento actual.
La comida para llevar
Después de que su hijo comience un nuevo tratamiento, es posible que le tome tiempo notar cualquier efecto.
Si cree que el plan de tratamiento actual de su hijo no está funcionando o lo está haciendo sentir peor, informe a su equipo de salud.
En algunos casos, pueden recomendar cambios en el plan de tratamiento de su hijo. También pueden tener consejos para controlar los efectos secundarios o los costos del tratamiento.