El hueso cuboide es uno de los siete huesos del tarso ubicados en el lado lateral (externo) del pie. Este hueso tiene forma de cubo y conecta el pie y el tobillo. También proporciona estabilidad al pie.
Este hueso multifacético se coloca entre el cuarto y quinto metatarsianos, que se encuentran detrás de los dedos cuarto y quinto (meñique) y el calcáneo (hueso del talón).
Cada superficie es distinta y tiene un propósito específico:
- La superficie rugosa dorsal (superior) está unida a los ligamentos (tejidos conectivos fibrosos que conectan los huesos) en el pie.
- La superficie plantar, ubicada en la parte delantera del pie, tiene un surco profundo para el ligamento plantar y el tendón peroneo largo.
- La superficie lateral tiene un surco profundo, llamado surco peroneo.
- La superficie posterior (posterior) es lisa y triangular, por lo que puede articularse con (formar una articulación con) la superficie anterior (frontal) del calcáneo.
- La superficie anterior es más pequeña e irregularmente triangular, dividida en dos superficies diferentes para acomodar las articulaciones tarsometatarsianas.
- La superficie medial (lado interno) del hueso cuboide es de cuatro lados y ancha, con una superficie ovalada que le permite articularse con el tercer hueso cuneiforme y navicular.
El cuboide ayuda a proporcionar la estabilidad del pie y el movimiento de los dedos de los pies, además de garantizar una distribución adecuada del peso y flexibilidad a lo largo de la fascia plantar que corre a lo largo de la planta del pie.