Todos los bebés escupen de vez en cuando, especialmente después de una alimentación. Sin embargo, los bebés que escupen con frecuencia y tienen otros síntomas, como aumento de peso deficiente, irritabilidad o tos prolongada, pueden tener enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE).
En la ERGE, los contenidos del estómago, como el ácido y los alimentos, se regurgitan de regreso al esófago. Algunas veces esto puede causar que su bebé vomite. Esto puede conducir a un aumento de peso deficiente y a la erosión del esófago.
La ERGE ocurre en bebés por varias razones. Sin embargo, generalmente se debe a que el esfínter esofágico inferior, que cierra el esófago del estómago, puede no estar lo suficientemente maduro como para cerrarse adecuadamente.
Al igual que la ERGE en adultos, la ERGE en bebés se puede controlar de varias maneras. Su médico puede recomendarle que realice cambios en la alimentación, como:
- Agregar leche de arroz o cereal al biberón de su bebé
- eructar a su bebé después de haber consumido una o dos onzas de leche materna o fórmula
- evitar la sobrealimentación
- Sostener a su bebé en posición vertical durante 30 minutos después de una alimentación.
Si los cambios en la alimentación no parecen ayudar a su bebé, su médico puede recomendarle medicamentos.
Tipos de medicamentos
Existen varios tipos de medicamentos que pueden ayudar a aliviar los síntomas de ERGE.
Antiácidos
Los agentes amortiguadores de ácido gástrico, o antiácidos, ayudan a neutralizar el ácido del estómago. Algunos ejemplos incluyen Rolaids y Alka-Seltzer. Aunque ayudan a aliviar los síntomas, los antiácidos no se recomiendan para el uso a largo plazo porque pueden causar complicaciones y efectos secundarios, como diarrea y estreñimiento.
Verifique las etiquetas de todos los medicamentos de venta libre antes de dárselos a su hijo. La mayoría de los antiácidos de venta libre no están aprobados para niños menores de dos años.
Barreras superficiales de la mucosa
Las barreras de la superficie de la mucosa o los agentes espumantes ayudan a proteger la superficie del esófago del ácido del estómago. Un ejemplo es Gaviscon, que está aprobado para bebés mayores de un año. Los principales efectos secundarios de este medicamento son estreñimiento y diarrea.
Agentes antisecretores gástricos
Los agentes antisecretores gástricos ayudan a reducir la cantidad de ácido que produce el estómago y son los medicamentos para la ERGE que se recetan con mayor frecuencia a los bebés. Hay dos tipos de agentes antisecretores que ayudan a reducir el ácido en el estómago. Estos son antagonistas de los receptores H2 de histamina (H2RA o bloqueadores H2) e inhibidores de la bomba de protones (PPI).
H2RAs
Algunos H2RA comunes son:
- cimetidina (Tagamet)
- famotidina (Pepcid)
- nizatidina (Axid)
Estos medicamentos comienzan a funcionar rápidamente. Sin embargo, generalmente no se recomiendan para uso a largo plazo en bebés.
PPI
Los IBP son otra clase de medicamentos que reducen la cantidad de ácido en el estómago. Algunos PPI comunes son:
- esomeprazol (Nexium)
- omeprazol (Prilosec)
- lansoprazol (Prevacid)
- rabeprazol (AcipHex)
- pantoprazol (Protonix)
Los PPI generalmente son más efectivos que los H2RA y son mejores para curar el esófago de las secreciones gástricas. Los expertos recomiendan usar la dosis diaria más pequeña posible para los bebés.
Los PPI no están aprobados oficialmente para uso general en bebés menores de un año. Sin embargo, el esomeprazol ha sido aprobado recientemente para su uso en bebés mayores de un mes para ciertas afecciones.
El médico de su hijo puede considerar recetar estos medicamentos si creen que los beneficios superan los riesgos.
Datos adicionales sobre los medicamentos para la ERGE
Tanto los H2RA como los PPI reducen la cantidad de ácido en el estómago. Por lo tanto, los bebés que toman estos medicamentos tienen un mayor riesgo de neumonía e infecciones del tracto gastrointestinal (GI). Esto se debe a que el ácido del estómago puede ayudar a proteger contra la infección.
El uso prolongado de IBP puede dificultar que el cuerpo absorba calcio. Los IBP se han relacionado con un mayor riesgo de fracturas óseas en adultos. Sin embargo, no se han realizado investigaciones para examinar un vínculo entre las fracturas óseas y los bebés.
Trabaje en estrecha colaboración con su médico para comprender los beneficios y los riesgos de cualquier medicamento recetado para su bebé.