¿Qué es una infección de la glándula salival?
Una infección de la glándula salival ocurre cuando una infección bacteriana o viral afecta su glándula o conducto salival. La infección puede ser el resultado de la reducción del flujo de saliva, que puede deberse a un bloqueo o inflamación de su conducto salival. La condición se llama sialadenitis.
La saliva ayuda a la digestión, descompone los alimentos y trabaja para mantener la boca limpia. Lava las bacterias y las partículas de comida. También ayuda a controlar la cantidad de bacterias buenas y malas en la boca. Se eliminan menos bacterias y partículas de alimentos cuando la saliva no viaja libremente por la boca. Esto puede conducir a una infección.
Tiene tres pares de glándulas salivales grandes (principales). Están ubicados a cada lado de tu cara. Las glándulas parótidas, que son las más grandes, se encuentran dentro de cada mejilla. Se sientan sobre tu mandíbula frente a tus oídos. Cuando una o más de estas glándulas está infectada, se llama parotitis.
Causas de la infección de las glándulas salivales
Una infección de la glándula salival generalmente es causada por una infección bacteriana. Staphylococcus aureus es la causa más común de infección de las glándulas salivales. Otras causas de infección de la glándula salival incluyen:
- Streptococcus viridans
- Haemophilus influenzae
- Streptococcus pyogenes
- Escherichia coli
Estas infecciones resultan de la producción reducida de saliva. Esto a menudo es causado por el bloqueo o la inflamación del conducto de la glándula salival. Los virus y otras afecciones médicas también pueden reducir la producción de saliva, que incluyen:
- paperas, una infección viral contagiosa que es común entre los niños que no han sido inmunizados
- VIH
- influenza A y parainfluenza tipos I y II
- herpes
- una piedra salival
- un conducto salival bloqueado por moco
- un tumor
- Síndrome de Sjogren, una condición autoinmune que causa sequedad de boca.
- sarcoidosis, una condición en la cual se producen parches de inflamación en todo el cuerpo
- deshidración
- desnutrición
- tratamiento de cáncer de radiación de la cabeza y el cuello
- higiene oral inadecuada
Factores de riesgo de infección
Los siguientes factores pueden hacerlo más susceptible a una infección de la glándula salival:
- tener más de 65 años
- tener una higiene bucal inadecuada
- no ser inmunizado contra las paperas
Las siguientes condiciones crónicas también pueden aumentar su riesgo de desarrollar una infección:
- VIH
- SIDA
- síndrome de Sjogren
- diabetes
- desnutrición
- alcoholismo
- bulimia
- xerostomía o síndrome de boca seca
Síntomas de infección de la glándula salival
La siguiente lista de síntomas puede indicar una infección de la glándula salival. Debe consultar a su médico para obtener un diagnóstico preciso. Los síntomas de una infección de la glándula salival pueden imitar los de otras afecciones. Los síntomas incluyen:
- un sabor anormal constante o desagradable en la boca
- incapacidad para abrir completamente la boca
- incomodidad o dolor al abrir la boca o comer
- pus en la boca
- boca seca
- dolor en la boca
- dolor de cara
- enrojecimiento o hinchazón sobre la mandíbula delante de las orejas, debajo de la mandíbula o en la parte inferior de la boca
- hinchazón de la cara o el cuello
- signos de infección, como fiebre o escalofríos
Comuníquese con su médico de inmediato si tiene una infección de la glándula salival y experimenta fiebre alta, dificultad para respirar o tragar, o empeoramiento de los síntomas. Sus síntomas pueden requerir tratamiento de emergencia.
Complicaciones potenciales
Las complicaciones de la infección de la glándula salival son poco frecuentes. Si una infección de la glándula salival no se trata, el pus puede acumularse y formar un absceso en la glándula salival.
Una infección de la glándula salival causada por un tumor benigno puede causar un agrandamiento de las glándulas. Los tumores malignos (cancerosos) pueden crecer rápidamente y causar pérdida de movimiento en el lado afectado de la cara. Esto puede afectar parte o la totalidad del área.
En los casos en que la parotitis ocurre nuevamente, la inflamación severa del cuello puede destruir las glándulas afectadas.
También puede tener complicaciones si la infección bacteriana inicial se propaga desde la glándula salival a otras partes del cuerpo. Esto puede incluir una infección bacteriana de la piel llamada celulitis o angina de Ludwig, que es una forma de celulitis que ocurre en la parte inferior de la boca.
Diagnóstico de infección de la glándula salival
Su médico puede diagnosticar una infección de la glándula salival con un examen visual. El pus o el dolor en la glándula afectada pueden indicar una infección bacteriana.
Si su médico sospecha una infección de la glándula salival, es posible que le hagan pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico y determinar la causa subyacente. Las siguientes pruebas de imagen pueden usarse para analizar más a fondo una infección de la glándula salival causada por un absceso, cálculo salival o tumor:
- ultrasonido
- resonancia magnética
- Tomografía computarizada
Su médico también puede realizar una biopsia de las glándulas salivales afectadas y los conductos para analizar el tejido o el líquido en busca de bacterias o virus.
Tratamiento de la infección de la glándula salival
El tratamiento depende de la gravedad de la infección, la causa subyacente y cualquier síntoma adicional que tenga, como hinchazón o dolor.
Los antibióticos se pueden usar para tratar una infección bacteriana, pus o fiebre. Se puede usar una aspiración con aguja fina para drenar un absceso.
Los tratamientos caseros incluyen:
- Beber diariamente de 8 a 10 vasos de agua con limón para estimular la saliva y mantener las glándulas limpias
- masajear la glándula afectada
- aplicando compresas calientes a la glándula afectada
- enjuagarse la boca con agua tibia con sal
- chupar limones agrios o caramelos de limón sin azúcar para estimular el flujo de saliva y reducir la hinchazón
La mayoría de las infecciones de las glándulas salivales no requieren cirugía. Sin embargo, puede ser necesario en casos de infecciones crónicas o recurrentes. Aunque es poco frecuente, el tratamiento quirúrgico puede incluir la extirpación de parte o la totalidad de la glándula salival parótida o la extirpación de la glándula salival submandibular.
Prevención
No hay forma de prevenir la mayoría de las infecciones de las glándulas salivales. La mejor manera de reducir el riesgo de desarrollar una infección es beber muchos líquidos y practicar una buena higiene bucal. Esto incluye cepillarse los dientes y usar hilo dental dos veces al día.