Falta de aliento y asma
La mayoría de las personas han experimentado períodos de dificultad para respirar, ya sea después de un ejercicio intenso o mientras manejan un resfriado o una infección sinusal.
La falta de aire también es uno de los síntomas principales del asma, una afección en la que las vías respiratorias de los pulmones se inflaman y se bloquean.
Si tiene asma, sus pulmones son más propensos a la irritación que causa dificultad para respirar. Puede experimentar problemas para respirar con mayor frecuencia que alguien sin asma. Por ejemplo, podría experimentar un ataque de asma cuando los síntomas del asma empeoran sin previo aviso, incluso sin el desencadenante de una actividad física vigorosa.
¿La falta de aire es un signo de asma?
La falta de aliento podría significar que tiene asma, pero comúnmente también tendría síntomas adicionales, como períodos de tos o sibilancias. Otros síntomas incluyen:
- dolor y opresión en el pecho
- respiración rápida
- sentirse cansado cuando hace ejercicio
- problemas para dormir por la noche
Si experimenta alguno de estos síntomas, consulte con su médico para determinar si son indicadores de asma. Estos síntomas también podrían ser el resultado de condiciones de salud además del asma. Su médico puede realizar evaluaciones para proporcionarle un diagnóstico adecuado.
Diagnóstico de falta de aliento
Para encontrar la causa subyacente de sus síntomas, su médico le preguntará acerca de su historial médico y lo examinará, prestando especial atención a su corazón y pulmones. Pueden realizar pruebas como:
- radiografía de pecho
- oximetría de pulso
- prueba de función pulmonar
- Tomografía computarizada
- análisis de sangre
- ecocardiograma
- electrocardiograma (ECG)
Estos exámenes pueden ayudar a determinar si su falta de aliento está relacionada con el asma u otra afección médica como:
- problemas de la válvula cardíaca
- arteriopatía coronaria
- arritmia
- Infección sinusal
- anemia
- enfermedades pulmonares como enfisema o neumonía
- obesidad
Tratamiento para la falta de aliento
El tratamiento específico de su falta de aliento dependerá de la causa subyacente y su gravedad. Si ya le han diagnosticado asma, puede determinar su acción según la gravedad de su falta de aliento.
Menos severo
Para un incidente leve, su médico podría recomendarle usar su inhalador y practicar la respiración profunda o fruncida de los labios.
Para la dificultad para respirar que no es una emergencia médica, existen tratamientos en el hogar, como sentarse hacia adelante y la respiración diafragmática. También se ha descubierto que beber café relaja las vías respiratorias de las personas que padecen asma y puede mejorar la función pulmonar durante períodos cortos de tiempo.
Más severo
Para un período intenso de dificultad para respirar o dolor en el pecho, debe buscar atención médica de inmediato.
Tratamiento continuo para el asma
Según sus necesidades específicas, su médico puede recetarle medicamentos, incluidos
- corticosteroides inhalados
- beta agonistas de acción prolongada como formoterol (Perforomist) o salmeterol (Serevent)
- inhaladores combinados como budesonida-formoterol (Symbicort) o fluticasona-salmeterol (Advair Diskus)
- modificadores de leucotrienos como montelukast (Singulair) o zafirlukast (Accolate)
Su médico también puede trabajar con usted para determinar soluciones a largo plazo para la dificultad para respirar que resulta del asma. Las soluciones pueden incluir:
- evitando contaminantes
- detener el uso de productos de tabaco
- crear un plan para cuando se presentan los síntomas
Para llevar
La falta de aire puede ser el resultado del asma, pero el asma no es la única causa subyacente de la falta de aire.
Si tiene dificultad para respirar, haga una cita con su médico, quien puede realizar evaluaciones para ayudar a proporcionar un diagnóstico adecuado y, si es necesario, desarrollar un plan de tratamiento.
Si le han diagnosticado asma y experimenta un inicio repentino de dificultad para respirar o su falta de aliento se acompaña de dolor en el pecho, use su inhalador y consulte a su médico.
Pregúntele a su médico sobre los desencadenantes de la afección y las formas de prevenir la dificultad para respirar.