El menisco medial es la banda central del cartílago unida a la tibia o espinilla. La banda rodea la articulación de la rodilla en un camino en forma de media luna y se encuentra entre los cóndilos mediales de la espinilla y el fémur, o fémur. Los cóndilos mediales son áreas de estos huesos ubicadas en los lados internos de las rodillas.
El menisco medial a menudo se lesiona cuando la rodilla está torcida o torcida con fuerza repentina. Es menos móvil que el menisco lateral porque está firmemente unido al ligamento colateral tibial. La rotación externa (rotar la rodilla hacia afuera) ejerce la mayor presión sobre el menisco, mientras que la rotación interna (interna) es la menos extenuante.
La lesión de menisco medial más común es el desgarro. Se espera hinchazón y dolor intensos durante las primeras 24 horas después de esta lesión. Los síntomas de un menisco medial desgarrado incluyen no poder extender la pierna, sentirse mejor cuando la rodilla está doblada, desarrollar un dolor gradual después de estresar las rodillas e hinchazón en la región de la rodilla. Es posible que sea necesario reparar quirúrgicamente el menisco medial si la rotura está por encima del grado 2 (en una escala de 1 a 4). Los tipos de cirugía comunes incluyen reparación artroscópica, meniscectomía parcial y meniscectomía total. La reparación artroscópica es una forma de cirugía articular mínimamente invasiva. La meniscectomía parcial implica una extirpación parcial del menisco, a diferencia de la extirpación completa que ocurre durante la meniscectomía total.