Los padres hacen todo lo posible para mantener a los niños saludables durante la temporada de gripe, pero a veces incluso las medidas preventivas más vigilantes no pueden evitar la gripe.
Cuando su hijo se enferma de gripe, mantenerlo en casa fuera de la escuela puede ayudarlo a recuperarse más rápido. También ayuda a prevenir que el virus se propague a otros niños en la escuela, lo cual es crítico para mantener a todos lo más saludables posible.
Los profesionales de la salud recomiendan que los niños enfermos se queden en casa hasta que estén lo suficientemente bien como para volver a la escuela. Esto suele ser aproximadamente 24 horas después de que los síntomas comienzan a mejorar. En algunos casos, sin embargo, puede ser difícil determinar si su hijo está lo suficientemente bien como para regresar a la escuela. Considere las siguientes señales cuando tome su decisión.
Fiebre
Es mejor mantener a su hijo en casa si tiene una temperatura igual o superior a 100.4 ° F. Una fiebre indica que el cuerpo está luchando contra la infección, lo que significa que su hijo es vulnerable y probablemente contagioso. Espere al menos 24 horas después de que la fiebre haya bajado y se haya estabilizado sin medicamentos para considerar enviar a su hijo de regreso a la escuela.
Vómitos y diarrea
El vómito y la diarrea son buenas razones para que su hijo se quede en casa. Estos síntomas son difíciles de tratar en la escuela y muestran que el niño todavía es capaz de transmitir la infección a otros. Además, en niños más pequeños, los episodios frecuentes de diarrea y vómitos pueden dificultar la higiene adecuada, aumentando el riesgo de propagación de la infección. Espere al menos 24 horas después del último episodio antes de considerar un regreso a la escuela.
Fatiga
Si su pequeño se está quedando dormido en la mesa o está actuando particularmente fatigado, es poco probable que se beneficie de estar sentado en clase todo el día. Asegúrese de que su hijo se mantenga hidratado y déjelo descansar en la cama. Si su hijo presenta un nivel de fatiga que está más allá de lo que cabría esperar de una enfermedad leve típica, puede ser letárgico. El letargo es un signo grave y el pediatra de su hijo debe evaluarlo de inmediato.
Tos persistente o dolor de garganta
Es probable que una tos persistente sea perjudicial en la clase. También es una de las principales formas de propagar una infección viral. Si su hijo tiene dolor de garganta intenso y una tos duradera, manténgalo en casa hasta que la tos haya desaparecido o se pueda controlar fácilmente. También pueden requerir pruebas por parte del médico de su hijo para detectar enfermedades como la faringitis estreptocócica, que son muy contagiosas pero se tratan fácilmente con antibióticos.
Ojos irritados o erupciones
Los ojos rojos, con picazón y llorosos pueden ser difíciles de manejar en clase y pueden distraer a su hijo del aprendizaje. En algunos casos, una erupción puede ser un síntoma de otra infección, por lo que es una buena idea llevar a su hijo al médico. Por lo general, lo mejor es mantener a su hijo en casa hasta que estos síntomas desaparezcan o hasta que haya hablado con el médico. Si su hijo tiene conjuntivitis o conjuntivitis, debe ser diagnosticado de inmediato, ya que esta condición es altamente contagiosa y puede propagarse rápidamente a través de las escuelas y guarderías.
Apariencia y actitud
¿Su hijo se ve pálido o cansado? ¿Parecen irritables o desinteresados al hacer las actividades diarias normales? ¿Le está costando que su hijo coma algo? Todos estos son signos de que se necesita más tiempo de recuperación en el hogar.
Dolor
Los dolores de oído, dolores de estómago, dolores de cabeza y dolores corporales a menudo indican que su hijo todavía está luchando contra la gripe. Esto significa que pueden transmitir fácilmente el virus a otros niños, por lo que es mejor mantenerlos en casa hasta que desaparezca cualquier dolor o molestia.
Si todavía tiene problemas para decidir si debe mantener a su hijo fuera de la escuela, llame a la escuela y hable con la enfermera para obtener asesoramiento. La mayoría de las escuelas tienen pautas generales sobre cuándo es seguro enviar a los niños de regreso a la escuela después de estar enfermos, y la enfermera de la escuela estará feliz de compartirlos con usted. Estas pautas también pueden estar disponibles en línea.
Para ayudar a acelerar el tiempo de recuperación de su hijo, lea nuestro artículo sobre Tratamientos para terminar con la gripe.
Cómo administrar un día de enfermedad
Si decide que su hijo definitivamente necesita quedarse en casa, puede enfrentar muchos desafíos adicionales. ¿Tienes que tomar un día enfermo? Si usted es una madre que se queda en casa, ¿cómo puede equilibrar el cuidado de sus otros hijos cuando un niño está enfermo? Aquí hay algunas maneras en que puede prepararse para los días de enfermedad escolar.
Hable con su empleador con anticipación
Discuta las posibilidades con su empleador a medida que se acerca la temporada de gripe. Por ejemplo, pregunte acerca de trabajar desde casa y asistir a reuniones por teléfono o Internet. Asegúrese de tener el equipo que necesita en casa. Una computadora, una conexión a Internet de alta velocidad, una máquina de fax y una impresora pueden facilitarle la tarea de administrar las tareas del trabajo desde su hogar.
Pregunte acerca de sus opciones
También debe averiguar cuántos días de enfermedad tiene en el trabajo para poder equilibrar su tiempo libre. Incluso puede preguntarle a su empleador sobre la posibilidad de tomarse un día libre sin agotar su tiempo de enfermedad. Otra opción es intercambiar las tareas en el hogar con su pareja si ambos trabajan.
Tener un plan de respaldo
Llame a un familiar, amigo o niñera para ver si podrían quedarse con su hijo. Tener a alguien disponible para ayudarlo en cualquier momento puede ser invaluable cuando no puede quedarse en casa del trabajo para cuidar a su hijo.
Preparar suministros
Designe un estante o armario para medicamentos de venta libre, masajes de vapor, pañuelos extra y toallitas antibacterianas para que esté listo para la temporada de gripe. Mantener estos artículos en un solo lugar también es útil para cualquier persona que venga a su casa a cuidar a su hijo.
Sea diligente sobre higiene
Asegúrese de que su hijo se lave las manos con frecuencia y siempre tosa o estornude en el codo. Esto ayudará a evitar que propaguen el virus a otras personas. También es importante asegurarse de que todos en el hogar beban muchos líquidos y duerman lo suficiente.
Otras medidas preventivas incluyen:
- evite compartir toallas, platos y utensilios con la persona infectada
- limitar el contacto cercano con la persona infectada tanto como sea posible
- utilizando toallitas antibacterianas para limpiar superficies compartidas, como pomos de puertas y lavabos
Para obtener más ideas, lea nuestro artículo sobre 7 formas de proteger su hogar contra la gripe.
Cómo saber cuándo es seguro enviar a su hijo de regreso a la escuela
Puede ser fácil saber cuándo su hijo está demasiado enfermo para ir a la escuela, pero a menudo es difícil determinar cuándo está listo para regresar. Enviar a su hijo demasiado pronto puede retrasar su recuperación y hacer que otros niños en la escuela también sean más susceptibles al virus. A continuación hay algunas pautas que pueden ayudarlo a decidir si su hijo está listo o no para regresar a la escuela.
Sin fiebre
Una vez que la fiebre ha sido controlada por más de 24 horas sin medicamentos, el niño generalmente puede regresar a la escuela sin peligro. Sin embargo, es posible que su hijo necesite quedarse en casa si continúa experimentando otros síntomas, como diarrea, vómitos o tos persistente.
Medicamento
Su hijo puede regresar a la escuela después de tomar medicamentos recetados por el médico durante un mínimo de 24 horas, siempre que no tenga fiebre u otros síntomas graves. Asegúrese de que la enfermera de la escuela y el maestro de su hijo estén al tanto de estos medicamentos y sus dosis adecuadas.
Solo síntomas leves presentes
Su hijo también puede regresar a la escuela si solo tiene secreción nasal y otros síntomas leves. Asegúrese de proporcionarles tejidos y darles un medicamento de venta libre que pueda ayudar a controlar los síntomas restantes.
La actitud y la apariencia mejoran
Si su hijo se ve y actúa como si se sintiera mucho mejor, entonces es seguro que regrese a la escuela.
Al final, es posible que tenga que confiar en su intuición parental para hacer la llamada final. Conoces a tu hijo mejor que nadie, así que podrás saber cuándo se siente mejor. ¿Se ven demasiado miserables para ir a la escuela? ¿Están jugando y actuando normalmente, o están felices de acurrucarse en una silla con una manta? Confía en tu intuición para tomar la mejor decisión. Si tiene dudas, recuerde siempre que puede preguntarle a otros, como la enfermera de la escuela o el pediatra de su hijo. Estarán encantados de ofrecerle consejos.