¿Cómo se relaciona la psoriasis con el VIH?
La perspectiva para las personas con VIH ha cambiado. En el pasado, el VIH a menudo progresaba a SIDA, el resultado del daño causado por el virus, que resultó en la muerte prematura. Los avances en la medicación ahora permiten que las personas con VIH vivan más tiempo y mantengan una buena salud general.
Sin embargo, tener VIH aumenta el riesgo de desarrollar varias otras condiciones de salud. Estos incluyen enfermedad renal, meningitis criptocócica y ciertos linfomas.
El tratamiento de estas otras afecciones puede ser más difícil debido a los poderosos medicamentos que las personas con VIH deben tomar todos los días. Estos pueden interactuar con medicamentos utilizados para tratar otra afección. Y las personas con VIH ya tienen un sistema inmunitario debilitado, por lo que los efectos secundarios de otros medicamentos pueden amplificarse.
Estas preocupaciones pueden extenderse a la psoriasis, una afección crónica de la piel y una enfermedad autoinmune. La psoriasis es especialmente común en personas que tienen VIH. Y para las personas con ambas afecciones, el tratamiento es más complicado.
¿Qué es la psoriasis?
La psoriasis hace que aparezcan parches o placas gruesas y escamosas en la piel. Se pueden formar parches en cualquier parte del cuerpo, pero generalmente se desarrollan en los codos, las rodillas y la espalda. Los parches se crean cuando se forman nuevas células cutáneas debajo de la piel y se elevan a la superficie antes de que las células muertas de la piel que se encuentran encima de ellas se desprendan.
La psoriasis es una enfermedad autoinmune. Eso significa que el sistema inmunitario del cuerpo está funcionando de manera anormal. En el caso de la psoriasis, el sistema inmunitario puede atacar por error las células sanas de la piel de la misma manera que lo haría con una infección. El cuerpo cree que necesita células de piel nuevas y saludables. Esto hace que la producción de nuevas células se acelere de una manera poco saludable.
Los científicos no están completamente seguros de qué causa la psoriasis, pero sospechan de la genética. También hay algunos desencadenantes de brotes. Estos pueden incluir:
- estrés
- de fumar
- clima frío
- lesión en la piel
Las infecciones de cualquier tipo también pueden desencadenar un brote de psoriasis. Esto puede hacer que las personas con VIH sean más susceptibles a las complicaciones de la psoriasis.
¿Cómo se trata la psoriasis en personas con VIH?
Hay una variedad de tratamientos para la psoriasis. Entre ellos se encuentran los ungüentos tópicos con esteroides, los medicamentos orales y la terapia con luz ultravioleta B (UVB). También hay medicamentos inmunosupresores.
Los medicamentos inmunosupresores están diseñados para limitar la respuesta del sistema inmunitario. Estos medicamentos pueden ser muy útiles para minimizar los síntomas del brote en personas con trastornos autoinmunes como la psoriasis o el lupus.
Uno de los fármacos inmunosupresores más comunes utilizados es el metotrexato. A menudo es muy útil para controlar los brotes, pero puede no ser una buena idea para las personas con VIH y psoriasis. Es probable que tomar un medicamento que suprima aún más el sistema inmunitario aumente el riesgo de infección para alguien con VIH.
Los esteroides tópicos también pueden afectar el sistema inmunológico del cuerpo y ayudar a tratar la psoriasis. Esto es especialmente cierto cuando la crema se aplica en grandes áreas del cuerpo.
Los retinoides son efectivos para aclarar la piel y pueden ser bien tolerados por las personas con VIH. Un retinoide llamado etretinato ha tenido buenos resultados en estudios. Vale la pena señalar que este medicamento puede no ser una buena opción para aquellos que tienen daño hepático causado por la hepatitis B.
La terapia UVB requiere tratamientos semanales para ayudar a reducir los síntomas psoriáticos. Esta terapia ha tenido resultados mixtos entre las personas con VIH y psoriasis.
¿Cómo se previene la psoriasis?
La psoriasis puede afectar a cualquier persona a cualquier edad. Debido a que los orígenes de la psoriasis no se comprenden bien, no hay forma de evitar que alguien desarrolle la enfermedad. En cambio, el objetivo generalmente es tratar de reducir la frecuencia e intensidad de los brotes.
Controlar el estrés, dejar de fumar y cuidar la piel son formas de reducir el riesgo de un brote. El cuidado de la piel debe incluir mantenerlo limpio, usar un humectante y evitar actividades que puedan causar daños, como quemaduras solares o rasguños.
Hablando con un doctor
Visite a un dermatólogo regularmente para verificaciones de cáncer de piel, ya sea que tenga VIH o no. También informe cualquier síntoma que pueda parecerse a la psoriasis para que un médico pueda evaluar esos síntomas. Las afecciones de la piel como el eccema a menudo se pueden confundir con la psoriasis.
El diagnóstico temprano puede significar que la psoriasis se puede tratar con medicamentos más leves. También puede permitirle al médico recomendar una terapia que no aumente el riesgo de infección o complicaciones debido al VIH.
Algunos dermatólogos pueden no estar seguros de cómo el tratamiento de la psoriasis podría afectar a sus pacientes con VIH. Esas personas pueden pedirle consejo al médico que supervisa su tratamiento contra el VIH. La atención coordinada puede ser la mejor esperanza para manejar estas dos condiciones con un mínimo de complicaciones.