Visión general
La enfermedad hepática descompensada también se conoce como cirrosis descompensada. La cirrosis es una enfermedad hepática crónica que comúnmente es el resultado de un trastorno por hepatitis o alcoholismo. La cirrosis es la cicatrización severa del hígado que se observa en las etapas terminales de la enfermedad hepática crónica. Cuando su hígado está dañado, se forma tejido cicatricial mientras intenta repararse a sí mismo.
La cirrosis se divide en dos categorías:
- Compensación: cuando no tiene ningún síntoma de la enfermedad, se considera que tiene cirrosis compensada.
- Descompensado: cuando su cirrosis ha progresado hasta el punto de que el hígado tiene problemas para funcionar y comienza a tener síntomas de la enfermedad, se considera que tiene cirrosis descompensada.
Los síntomas de la enfermedad hepática descompensada
Cuando la enfermedad hepática compensada progresa a enfermedad hepática descompensada, los síntomas típicos pueden incluir:
- fatiga
- moretones y sangrado fáciles
- picor
- coloración amarillenta de la piel y los ojos (ictericia)
- acumulación de líquido en el abdomen (ascitis)
- acumulación de líquido en tobillos y piernas
- dolor abdominal
- náusea
- fiebre
- orina marrón o naranja
- pérdida de apetito o pérdida de peso
- confusión, pérdida de memoria o insomnio (encefalopatía hepática)
Las causas de la enfermedad hepática descompensada
La cicatrización que define la cirrosis puede ser causada por una serie de enfermedades hepáticas. Los tres más comunes son:
- hepatitis viral (hepatitis B y hepatitis C)
- enfermedad hepática relacionada con el alcohol
- enfermedad del hígado graso no alcohólico
Otras causas incluyen:
- hemocromatosis (acumulación de hierro en el cuerpo)
- fibrosis quística
- Enfermedad de Wilson (acumulación de cobre en el hígado)
- atresia biliar (conductos biliares mal formados)
- galactosemia o enfermedad de almacenamiento de glucógeno (trastornos del metabolismo del azúcar hereditario)
- Síndrome de Alagille (trastorno digestivo genético)
- colangitis biliar primaria (destrucción de los conductos biliares)
- colangitis esclerosante primaria (endurecimiento y cicatrización de los conductos biliares)
- medicamentos como metotrexato (Rheumatrex), amiodarona (Cordarona) y metildopa (Aldomet)
Cuando ver a un doctor
Si tiene síntomas de cirrosis y persisten hasta el punto de sentir que están fuera de un rango normal, haga una cita para ver a su médico.
Si le han diagnosticado cirrosis en el pasado, consulte a su médico si experimenta:
- fiebre o escalofríos
- dificultad para respirar
- vómitos de sangre
- períodos de somnolencia
- períodos de confusión mental
Tratamiento de la enfermedad hepática descompensada
El tratamiento de la enfermedad hepática descompensada se centra en detener la progresión de la enfermedad y controlar los síntomas para mejorar la calidad de vida. El tratamiento depende de la causa raíz de la enfermedad. Esto puede incluir:
- detener el consumo de alcohol
- Perder peso
- medicamentos para la hepatitis, como ribavirina (Ribasphere), entecavir (Baraclude), tenofovir (Viread) o lamivudina (Epivir)
- medicamentos para controlar otras causas, como el ursodiol (Actigall) para la colangitis biliar primaria o la penicilamina (Cuprimina) para la enfermedad de Wilson
Las personas con daño hepático grave pueden necesitar un trasplante de hígado.
¿Qué es la enfermedad hepática descompensada esperanza de vida?
Las personas diagnosticadas con cirrosis descompensada tienen una esperanza de vida promedio entre 1 y 3 años. Sin embargo, esto depende de la edad, la salud general y las posibles complicaciones, como la gravedad de los síntomas y otras enfermedades.
Para las personas que reciben un trasplante de hígado, la investigación muestra que la tasa de supervivencia a 5 años es de aproximadamente el 75 por ciento. Muchos receptores de trasplantes de hígado pueden vivir una vida normal durante más de veinte años o más después de la operación.
panorama
La enfermedad hepática descompensada es una afección muy grave que puede provocar la muerte. Si le preocupa que pueda estar en riesgo de enfermedad hepática descompensada o si experimenta síntomas de enfermedad hepática descompensada, consulte a su médico y analice sus opciones.