Causas y síntomas
La mayoría de las fracturas de la meseta tibial son el resultado de un traumatismo en la pierna, como:
- una caída desde la altura
- un accidente automovilístico
- lesiones por deportes como el fútbol o el esquí.
Otros factores de riesgo incluyen osteoporosis, infección o deficiencia mineral que debilita los huesos y los hace más susceptibles a las lesiones.
Si siente dolor o molestias en o alrededor de la parte superior de la espinilla por el impacto, puede ser un signo de una fractura de meseta tibial. Otros síntomas incluyen:
- dificultad para soportar peso en la pierna
- moretones e hinchazón
- palidez en la pierna como resultado de la disminución del flujo sanguíneo
- dolor en la articulación con o sin carga de peso
- hueso rompiéndose a través de la piel
Su médico puede proporcionar un diagnóstico adecuado mediante la realización de pruebas de imágenes como una radiografía o una resonancia magnética o tomografía computarizada.
Síndrome compartimental
Una preocupación adicional con una fractura de meseta tibial es que la hinchazón o el sangrado en el compartimento anterior (frontal) (agrupación muscular) de la parte inferior de la pierna pueden aumentar la presión sobre los nervios, músculos y vasos sanguíneos en ese compartimento.
Es probable que su médico evalúe la afección, llamada síndrome compartimental. El síndrome compartimental agudo puede provocar daño muscular permanente y se considera una emergencia quirúrgica.
Clasificación de Schatzker
Los profesionales médicos brindan seis clasificaciones para las fracturas de la meseta tibial para diagnosticar adecuadamente la lesión y brindar opciones de tratamiento. Desarrollado por Joseph Schatzker, MD, el sistema clasifica las fracturas en los siguientes tipos:
- Schatzker Tipo I: fractura de escisión pura en forma de cuña, con una depresión o desplazamiento de menos de 4 milímetros
- Schatzker Tipo II: una fractura tipo I combinada con una depresión en el hueso
- Schatzker Tipo III: depresión en la meseta tibial lateral - Schatzker IIIa es una depresión lateral, mientras que Schatzker IIIb es una depresión central
- Schatzker Tipo IV: fractura medial de la meseta tibial con división o depresión
- Schatzker Tipo V: fractura en cuña de la meseta tibial lateral y medial
- Schatzker Tipo VI: fractura transversal con una disociación entre la sección media del hueso y la porción estrecha.
El grado de impacto probablemente indicará la gravedad de la fractura, ya que cada tipo sucesivo es más grave que el anterior.
Tratamiento y cirugía
Los planes de tratamiento para las fracturas de la meseta tibial dependen de su clasificación. Para lesiones más leves, las opciones de tratamiento no quirúrgico incluyen:
- descansando la rodilla
- entablillarse la rodilla y no poner peso sobre la lesión para no dañar la superficie de la articulación
- tomando analgésicos
- aplicando hielo y manteniendo la extremidad elevada mientras el hueso sana.
Si es necesaria una cirugía, su cirujano probablemente usará tornillos y placas para realinear el hueso. Un estudio de 2013 mostró que el tratamiento quirúrgico de la fractura generalmente es efectivo para restaurar la función de la rodilla.
El tiempo de recuperación varía según la gravedad de la lesión y el método de tratamiento, pero generalmente dura entre tres y seis meses.
Para llevar
Se produce una fractura de meseta tibial en la parte superior de la espinilla y le impide colocar peso sobre la pierna.
Si experimenta un traumatismo en la pierna que provoca dolor, hinchazón o un rango limitado de movimiento alrededor de la rodilla, consulte con su médico o vaya a la sala de emergencias para obtener un diagnóstico, tratamiento y plan de recuperación adecuados.