El ligamento colateral tibial también se llama ligamento colateral medial superficial. Mide entre ocho y diez centímetros de largo y se extiende desde el epicóndilo medial del fémur (una protuberancia ósea en la parte inferior, el lado interno del hueso) hasta los dos aditamentos en el hueso de la tibia. Es un objeto plano, en forma de banda, ubicado en el aspecto medial (medio) de la rodilla. Esta banda fuerte se encuentra debajo de los puntos de inserción de los músculos gracillis, sartorio y semitendinoso. El ligamento refuerza la superficie medial de la cápsula articular de la rodilla.
Este ligamento está unido al menisco medial. Esto tiene relevancia clínica porque si la rodilla sufre una abducción excesiva, que es una lesión de tipo recorte, tanto el menisco medial como el ligamento colateral tibial se rasgarán. Como uno de los cuatro ligamentos principales de la rodilla, dicha lesión puede tardar varios meses en sanar. El daño al ligamento es muy doloroso y puede ocurrir debido a un alto impacto, flexión o aterrizaje sobre una rodilla ligeramente doblada. Una lesión de grado uno puede demorar de dos a diez semanas en sanar, mientras que una lesión de grado dos o tres puede llevar varios meses. El esquí y el fútbol son las fuentes más comunes de lesiones en este ligamento.