Ubicadas debajo de la piel y sobre el músculo pectoral, las glándulas mamarias producen leche para un bebé lactante después del parto.
Cada glándula consta de una serie de lóbulos, pequeños lóbulos que producen leche. Los tubos conocidos como lóbulos ductales llevan la leche a los conductos lactíferos, que se abren en el pezón. Pequeños agujeros dentro del pezón secretan la leche. El tejido graso en el seno rodea los conductos y glándulas para protegerlos.
Las glándulas mamarias comienzan a desarrollarse durante la pubertad, pero no se vuelven funcionales hasta que una mujer ha dado a luz. Durante la pubertad y especialmente durante el embarazo, varias hormonas juegan un papel clave en el desarrollo de las glándulas mamarias:
- Estrógeno: esta es la hormona sexual clave para las mujeres; Causa el crecimiento, desarrollo y ramificación del sistema de conductos. El estrógeno también dicta la acumulación de grasa en el seno.
- Progesterona: esta hormona desarrolla el tejido que se convertirá en las glándulas mamarias.
- Prolactina: esta hormona dicta el comienzo de la producción de leche para cada alimentación.
La producción de leche generalmente comienza inmediatamente después del parto y puede continuar durante años si un niño continúa amamantando. Sin embargo, algunas mujeres experimentan problemas para amamantar por varias razones. Algunos de ellos incluyen:
- Problemas emocionales como la depresión.
- Anormalidades de la glándula mamaria
- Lesiones al seno
- Infección dolorosa de la mama, también conocida como mastitis.
- Anemia
- Desnutrición
- Inversión del pezón.
Amamantar a un recién nacido es un tema popular entre las madres. Muchos de los que optan por no amamantar mencionan el tiempo involucrado en la alimentación, de seis a ocho veces al día, y las restricciones dietéticas de la madre como razones principales para no hacerlo. Sin embargo, los defensores de la lactancia materna a menudo citan estas razones por las cuales las madres deberían amamantar:
- La leche materna es fácil de digerir para el bebé y proporciona una nutrición equilibrada.
- Las madres transmiten anticuerpos cruciales a sus bebés a través de la leche.
- La leche materna es menos costosa que las fórmulas.
- La lactancia materna desencadena la liberación de hormonas que le indican al útero que regrese a su tamaño normal.
- La lactancia materna puede ayudar a la madre a perder peso.
No importa qué decisión tome una madre, en la mayoría de los casos su cuerpo está preparado para alimentar a su hijo; un recién nacido puede sobrevivir solo con leche materna durante los primeros seis meses de vida y, a veces, más tiempo.