Lesión Del Ligamento Cruzado Posterior

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Lesión Del Ligamento Cruzado Posterior
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Vídeo: Lesión Del Ligamento Cruzado Posterior

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Vídeo: Lesión del ligamento cruzado posterior. Signos y síntomas de la rotura 2024, Mayo
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¿Qué es una lesión del ligamento cruzado posterior?

El ligamento cruzado posterior (PCL) es el ligamento más fuerte en la articulación de la rodilla. Los ligamentos son bandas de tejido gruesas y fuertes que conectan hueso con hueso. La PCL corre a lo largo de la parte posterior de la articulación de la rodilla desde la parte inferior del fémur (fémur) hasta la parte superior del hueso inferior de la pierna (tibia).

La PCL ayuda a mantener estable la articulación de la rodilla, especialmente la parte posterior de la articulación. Una lesión en la PCL podría implicar esfuerzo, esguince o desgarro de cualquier parte de ese ligamento. La PCL es el ligamento menos lesionado de la rodilla.

Una lesión de PCL a veces se denomina "rodilla sobreextendida".

¿Qué causa una lesión de PCL?

La causa principal de la lesión PCL es un trauma severo en la articulación de la rodilla. A menudo, otros ligamentos en la rodilla también se ven afectados. Una causa específica de la lesión PCL es la hiperextensión de la rodilla. Esto puede ocurrir durante movimientos atléticos como saltar.

Las lesiones de PCL también pueden ser el resultado de un golpe en la rodilla mientras está flexionada o doblada. Esto incluye aterrizar con fuerza durante los deportes o una caída, o de un accidente automovilístico. Cualquier trauma en la rodilla, ya sea leve o grave, puede causar una lesión en el ligamento de la rodilla.

Síntomas de una lesión PCL

Los síntomas de una lesión PCL pueden ser leves o graves, dependiendo de la extensión de la lesión. Los síntomas pueden ser inexistentes si el ligamento está levemente torcido. Para una rotura parcial o completa del ligamento, los síntomas comunes incluyen:

  • sensibilidad en la rodilla (específicamente la parte posterior de la rodilla)
  • inestabilidad en la articulación de la rodilla
  • dolor en la articulación de la rodilla
  • hinchazón en la rodilla
  • rigidez en la articulación
  • dificultad para caminar

Diagnóstico de una lesión PCL

Para diagnosticar una lesión PCL, su médico realizará una variedad de pruebas, que incluyen:

  • mover la rodilla en varias direcciones
  • examen físico de la rodilla
  • comprobar si hay líquido en la articulación de la rodilla
  • una resonancia magnética de la rodilla
  • Una radiografía de la articulación de la rodilla para detectar fracturas

Prevención de una lesión PCL

Es difícil prevenir las lesiones de ligamentos porque a menudo son el resultado de un accidente o una circunstancia imprevista. Sin embargo, las medidas preventivas que se pueden tomar para ayudar a minimizar el riesgo de una lesión del ligamento de la rodilla incluyen:

  • Usar la técnica y la alineación adecuadas al realizar actividades físicas, como caminar
  • estirarse regularmente para mantener un buen rango de movimiento en las articulaciones
  • Fortalecer los músculos de las piernas superiores e inferiores para ayudar a estabilizar la articulación
  • Tenga precaución cuando practique deportes en los que las lesiones de rodilla son comunes, como fútbol, esquí y tenis.

Tratamiento de lesiones de PCL

El tratamiento para las lesiones de PCL dependerá de la gravedad de la lesión y su estilo de vida.

Para lesiones menores, el tratamiento puede incluir:

  • entablillado
  • aplicando hielo
  • elevando la rodilla sobre el corazón
  • tomando un analgésico
  • limitar la actividad física hasta que el dolor y la hinchazón desaparezcan
  • usando un aparato ortopédico o muletas para proteger la rodilla
  • fisioterapia o rehabilitación para fortalecer y recuperar el rango de movimiento

En casos más severos, el tratamiento también puede incluir:

  • fisioterapia o rehabilitación para fortalecer y recuperar el rango de movimiento
  • cirugía para reparar un ligamento desgarrado
  • un artroscopio, una pequeña cámara de fibra óptica que se puede insertar en la articulación

El síntoma principal de las lesiones de PCL es la inestabilidad articular. Muchos de los otros síntomas, incluidos el dolor y la hinchazón, desaparecerán con el tiempo, pero la inestabilidad puede permanecer. En las lesiones de PCL, esta inestabilidad es a menudo lo que lleva a las personas a elegir la cirugía. La inestabilidad no tratada en la articulación puede provocar artritis.

Perspectivas para una lesión PCL

Para lesiones menores, el ligamento puede sanar sin complicaciones. Es importante tener en cuenta que si el ligamento se estira, es posible que nunca recupere su estabilidad previa. Esto significa que es más probable que la rodilla sea algo inestable y pueda lesionarse fácilmente nuevamente. La articulación podría hincharse y doler simplemente por la actividad física o una lesión menor.

Para aquellos con lesiones mayores que no se someten a cirugía, la articulación probablemente permanecerá inestable y se lesionará fácilmente. Será menos capaz de realizar actividades físicas y el dolor puede ser el resultado de incluso actividades menores. Es posible que deba usar un aparato ortopédico para proteger la articulación durante la actividad física.

Para aquellos que se someten a cirugía, el pronóstico depende del éxito de la cirugía y de las lesiones asociadas a la rodilla. En general, habrá mejorado la movilidad y la estabilidad después de reparar la articulación. Es posible que deba usar un aparato ortopédico o limitar las actividades físicas en el futuro para ayudar a evitar volver a lesionarse la rodilla.

Para las lesiones de rodilla que involucran más que solo la PCL, el tratamiento y el pronóstico pueden ser diferentes porque esas lesiones pueden ser más graves.

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