Visión general
La terminología de las convulsiones puede ser confusa. Aunque los términos se pueden usar indistintamente, las convulsiones y los trastornos convulsivos son diferentes. Una convulsión se refiere a una sola oleada de actividad eléctrica en su cerebro. Un trastorno convulsivo es una condición en la cual una persona tiene múltiples convulsiones.
¿Qué es una convulsión?
Una convulsión es una descarga eléctrica anormal que ocurre en su cerebro. Por lo general, las células cerebrales, o neuronas, fluyen de manera organizada a lo largo de la superficie de su cerebro. Una convulsión ocurre cuando hay un exceso de actividad eléctrica.
Las convulsiones pueden causar síntomas como espasmos musculares, contracciones de las extremidades y pérdida del conocimiento. También pueden conducir a cambios en los sentimientos y el comportamiento.
Una convulsión es un evento único. Si tiene más de una convulsión, su médico puede diagnosticarla como un trastorno mayor. Según el Grupo de Epilepsia de Minnesota, tener una convulsión lo pondrá en una probabilidad del 40-50 por ciento de tener otra dentro de dos años, si no toma medicamentos. Tomar medicamentos puede reducir el riesgo de tener otra convulsión a la mitad.
¿Qué es un trastorno convulsivo?
Por lo general, se le diagnostica un trastorno convulsivo una vez que ha tenido dos o más convulsiones "no provocadas". Las convulsiones no provocadas tienen lo que se consideran causas naturales, como factores genéticos o desequilibrios metabólicos en su cuerpo.
Las convulsiones "provocadas" se desencadenan por un evento específico como una lesión cerebral o un derrame cerebral. Para ser diagnosticado con epilepsia o un trastorno convulsivo, debe tener al menos dos convulsiones no provocadas.
¿Hay diferentes tipos de convulsiones?
Las convulsiones se clasifican en dos tipos principales: crisis parciales, también llamadas crisis focales, y crisis generalizadas. Ambos pueden estar asociados con trastornos convulsivos.
Convulsiones parciales
Las convulsiones parciales o focales comienzan en una parte específica de su cerebro. Si se originan en un lado de su cerebro y se extienden a otras áreas, se denominan ataques parciales simples. Si comienzan en un área de su cerebro que afecta la conciencia, se denominan ataques parciales complejos.
Las convulsiones parciales simples tienen síntomas que incluyen:
- espasmos musculares involuntarios
- cambios en la visión
- mareo
- cambios sensoriales
Las convulsiones parciales complejas pueden causar síntomas similares y también pueden conducir a la pérdida de la conciencia.
Convulsiones generalizadas
Las convulsiones generalizadas comienzan en ambos lados de su cerebro al mismo tiempo. Debido a que estas convulsiones se propagan rápidamente, puede ser difícil saber dónde se originaron. Esto hace que ciertos tipos de tratamientos sean más difíciles.
Existen varios tipos diferentes de convulsiones generalizadas, cada una con sus propios síntomas:
- Las crisis de ausencia son episodios breves que pueden hacer que te quedes mirando sin moverte, como si estuvieras soñando despierto. Suelen ocurrir en niños.
- Las convulsiones mioclónicas pueden hacer que sus brazos y piernas se contraigan en ambos lados de su cuerpo.
- Las convulsiones tónico-clónicas pueden durar mucho tiempo, a veces hasta 20 minutos. Este tipo de convulsión puede causar síntomas más graves, como pérdida de control de la vejiga y pérdida de conciencia, además de movimientos incontrolados.
Convulsiones febriles
Otro tipo de convulsión es una convulsión febril que ocurre en bebés como resultado de fiebre. Aproximadamente uno de cada 25 niños, entre las edades de 6 meses a 5 años, tiene una convulsión febril, según el Instituto Nacional de Trastornos Neurológicos y Accidentes Cerebrovasculares. En general, los niños que tienen convulsiones febriles no necesitan ser hospitalizados, pero si la convulsión se prolonga, su médico puede ordenar la hospitalización para observar a su hijo.
¿Quién contrae convulsiones y trastornos convulsivos?
Varios factores de riesgo pueden aumentar su probabilidad de desarrollar convulsiones o un trastorno convulsivo, que incluyen:
- Tener una infección o lesión cerebral previa
- desarrollar un tumor cerebral
- Tener antecedentes de accidente cerebrovascular
- Tener antecedentes de convulsiones febriles complejas.
- usando ciertas drogas recreativas o ciertos medicamentos
- sobredosis de drogas
- estar expuesto a sustancias tóxicas
Tenga cuidado si tiene la enfermedad de Alzheimer, insuficiencia hepática o renal, o presión arterial alta severa que no recibe tratamiento, lo que puede aumentar su probabilidad de tener una convulsión o desarrollar un trastorno convulsivo.
Una vez que su médico le haya diagnosticado un trastorno convulsivo, ciertos factores también pueden aumentar su posibilidad de tener un ataque:
- sentirse estresado
- no ha dormido lo suficiente
- bebiendo alcohol
- cambios en sus hormonas, como durante el ciclo menstrual de una mujer
¿Qué causa las convulsiones?
Las neuronas utilizan la actividad eléctrica para comunicarse y transmitir información. Las convulsiones ocurren cuando las células cerebrales se comportan de manera anormal, lo que hace que las neuronas fallen y envíen señales incorrectas.
Las convulsiones son más comunes en la primera infancia y después de los 60 años. Además, ciertas afecciones pueden provocar convulsiones, que incluyen:
- Enfermedad de Alzheimer o demencia
- problemas cardíacos, como derrame cerebral o ataque cardíaco
- lesión en la cabeza o el cerebro, incluida una lesión antes del nacimiento
- lupus
- meningitis
Algunas investigaciones más recientes investigan las posibles causas genéticas de las convulsiones.
¿Cómo se tratan las convulsiones y los trastornos convulsivos?
No existe un tratamiento conocido que pueda curar las convulsiones o los trastornos convulsivos, pero una variedad de tratamientos puede ayudar a prevenirlos o ayudarlo a evitar los desencadenantes de las convulsiones.
Medicamentos
Su médico puede recetarle medicamentos llamados antiepilépticos, cuyo objetivo es alterar o reducir el exceso de actividad eléctrica en su cerebro. Algunos de los muchos tipos de estos medicamentos incluyen fenitoína y carbamazepina.
Cirugía
La cirugía puede ser otra opción de tratamiento si tiene convulsiones parciales que no son ayudadas por medicamentos. El objetivo de la cirugía es eliminar la parte del cerebro donde comienzan las convulsiones.
Cambios en la dieta
Cambiar lo que come también puede ayudar. Su médico puede recomendar una dieta cetogénica, que es baja en carbohidratos y proteínas, y alta en grasas. Este patrón de alimentación puede cambiar la química de su cuerpo y puede provocar una disminución en su frecuencia de convulsiones.
panorama
Experimentar convulsiones puede ser aterrador y, aunque no existe una cura permanente para las convulsiones o los trastornos convulsivos, el tratamiento tiene como objetivo reducir los factores de riesgo, controlar los síntomas y evitar que las convulsiones vuelvan a ocurrir.