Criar niños es difícil, y criar niños difíciles puede alterar la vida. Pero saber si su hijo está pasando por una etapa o si algo está realmente mal no siempre es tan fácil.
Un berrinche no significa automáticamente que su hijo de 2 años tiene un problema de autoridad, y un niño de kindergarten que no quiere quedarse quieto no necesariamente tiene un trastorno de atención. Cuando se trata de comprender el comportamiento de nuestros hijos, los expertos dicen que los diagnósticos y las etiquetas deben mantenerse al mínimo.
Definición de "trastornos"
Los expertos en psicología infantil de la Universidad de Oxford y la Universidad de Pittsburgh dicen que el término "trastorno" debe usarse con precaución para niños de hasta 5 años, y cuestionan su validez. Los profesores Frances Gardner y Daniel S. Shaw dicen que la evidencia es limitada de que los problemas en el preescolar indican problemas más adelante en la vida, o que los problemas de comportamiento son evidencia de un verdadero trastorno. "Existen preocupaciones acerca de distinguir el comportamiento normal del anormal en este período de rápido cambio en el desarrollo", escribieron.
Dicho esto, lo mejor es un enfoque conservador para manejar los problemas conductuales y emocionales en este grupo de edad.
Trastornos de conducta y emocionales de la primera infancia
En raras ocasiones, un niño menor de 5 años recibirá un diagnóstico de un trastorno conductual grave. Sin embargo, pueden comenzar a mostrar síntomas de un trastorno que podría diagnosticarse más tarde en la infancia. Estos pueden incluir:
- trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
- trastorno de oposición desafiante (ODD)
- trastorno del espectro autista (TEA)
- trastorno de ansiedad
- depresión
- trastorno bipolar
- trastornos de aprendizaje
- trastornos de conducta
Probablemente hayas oído hablar de muchos de estos. Otros son más raros o no se usan con frecuencia fuera de las discusiones sobre psicología infantil.
ODD, por ejemplo, incluye arrebatos de ira, típicamente dirigidos a personas con autoridad. Pero un diagnóstico depende de los comportamientos que duran de forma continua durante más de seis meses e interrumpen el funcionamiento de un niño. El trastorno de conducta es un diagnóstico mucho más grave e implica un comportamiento que uno consideraría cruel, tanto para las otras personas como para los animales. Esto puede incluir violencia física e incluso actividad criminal, comportamientos que son muy poco comunes en niños en edad preescolar.
Mientras tanto, el autismo es en realidad una amplia gama de trastornos que pueden afectar a los niños de diversas maneras, incluidas las de comportamiento, sociales y cognitivas. Se consideran un trastorno neurológico y, a diferencia de otros trastornos del comportamiento, los síntomas pueden comenzar tan pronto como en la infancia. Según la Asociación Americana de Psiquiatría, aproximadamente uno de cada 68 niños son diagnosticados con un trastorno del espectro autista.
Comportamiento y problemas emocionales
Mucho más probable que uno de los trastornos clínicos anteriores es que su hijo pequeño esté experimentando un problema temporal de comportamiento y / o emocional. Muchos de estos pasan con el tiempo y requieren la paciencia y comprensión de los padres.
En algunos casos, el asesoramiento externo está garantizado y puede ser efectivo para ayudar a los niños a lidiar con los factores estresantes de manera efectiva. Un profesional podría ayudar a su hijo a aprender cómo controlar su ira, cómo manejar sus emociones y cómo comunicar sus necesidades de manera más efectiva. Por razones obvias, medicar a los niños a esta edad es controvertido.
Crianza de los hijos para el éxito infantil
Los estilos de crianza rara vez tienen la culpa de los problemas de conducta de la infancia. Y si está buscando soluciones para ayudar a su familia a sobrellevar, eso es una buena indicación de que no está causando los problemas de su hijo. Aún así, los padres juegan un papel crucial en el tratamiento de los problemas de conducta de la primera infancia.
Estilos de crianza: ¿Cuál es el adecuado para usted? »»
Cuando hablamos de estilos de crianza, hay cuatro tipos principales, uno de los cuales es más efectivo para criar niños bien adaptados y con buen comportamiento:
- Crianza autoritaria: reglas estrictas sin compromiso y sin aportes de los niños.
- Crianza autoritaria: reglas estrictas, pero los padres están dispuestos a escuchar y cooperar con sus hijos. Más democracia que paternidad autoritaria.
- Crianza permisiva: pocas reglas y pocas exigencias para los niños. Hay poca o ninguna disciplina en este hogar, y los padres suelen asumir el papel de amigos.
- Crianza no involucrada: sin reglas y muy poca interacción. Estos padres están separados y pueden rechazar o descuidar a sus hijos.
La crianza autoritaria es más probable que críe niños bien adaptados y felices. Los padres no involucrados son más propensos a criar niños que carecen de autoestima, autocontrol y competencia general, dicen los expertos.
Lo que podemos aprender de estos estilos de crianza es que los niños necesitan reglas y consecuencias claras, pero también necesitan un padre que esté dispuesto a escuchar y guiar.
Sea paciente con sus hijos
La empatía, una actitud cooperativa y un temperamento tranquilo son rasgos cruciales que los padres deben adoptar mientras sus hijos luchan. Además, saber cuándo pedir ayuda es clave.
Si el comportamiento de su hijo se vuelve perjudicial para el funcionamiento regular de su hogar o su educación, o si se vuelven violentos, es hora de hablar con un profesional.
Criar niños con problemas de comportamiento no es fácil. Pero antes de apresurarse a diagnosticarlos o convertirse en un estricto disciplinario, busque ayuda. Su pediatra puede proporcionarle información sobre si el comportamiento de su hijo es normal para su edad y proporcionar recursos para asistencia.