Absceso Anal / Rectal: Descripción General, Causas Y Síntomas

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Absceso Anal / Rectal: Descripción General, Causas Y Síntomas
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Vídeo: Absceso anal y Fístula anal: síntomas y tratamiento 2024, Noviembre
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Visión general

Un absceso anal o rectal ocurre cuando una cavidad en el ano se llena de pus. Causa dolor extremo, fatiga, secreción rectal y fiebre. En algunos casos, los abscesos anales pueden provocar fístulas anales dolorosas. Esto ocurre cuando el absceso no cicatriza y se abre en la superficie de la piel. Si un absceso anal no sana, puede causar mucho dolor y requerir cirugía.

¿Qué causa un absceso anal? ¿Quién está en riesgo?

Una glándula anal bloqueada, una infección de transmisión sexual (ITS) o una fisura anal infectada pueden causar abscesos anales. Algunos otros factores de riesgo incluyen:

  • Enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, que son enfermedades inflamatorias del intestino que hacen que el cuerpo ataque el tejido sano.
  • diabetes
  • un sistema inmune comprometido debido a enfermedades como el VIH o el SIDA
  • sexo anal, que puede aumentar el riesgo de abscesos anales tanto en hombres como en mujeres
  • uso de la medicación prednisona u otros esteroides
  • quimioterapia actual o reciente
  • estreñimiento
  • Diarrea

Los niños pequeños o que tienen antecedentes de fisuras anales (desgarros en el esfínter anal) también tienen un mayor riesgo de desarrollar abscesos anales más adelante. Dichas fisuras anales pueden ocurrir en niños con antecedentes de estreñimiento.

¿Cuáles son los síntomas de un absceso anal?

El dolor punzante y constante en el área anal es probablemente uno de los síntomas más comunes e inmediatos de absceso anal. El dolor generalmente se acompaña de hinchazón en el área anal y un mayor dolor durante las deposiciones.

Otros signos comunes de un absceso anal incluyen:

  • estreñimiento
  • secreción rectal o sangrado
  • hinchazón o sensibilidad de la piel que rodea el ano
  • fatiga

Algunas personas pueden sentir un nódulo o bulto rojo, hinchado y sensible en el borde del ano. La infección puede provocar fiebre y escalofríos. También puede tener sangrado rectal o síntomas urinarios, como dificultad para orinar.

Los abscesos anales también pueden ocurrir más profundamente en el recto, con mayor frecuencia en aquellos que tienen enfermedades inflamatorias del intestino. Esto puede provocar algo de dolor o molestia en el área abdominal.

En los niños pequeños, generalmente no hay muchos síntomas además de signos de incomodidad o dolor, lo que puede causar que un niño se vuelva irritable. También puede verse o sentirse un bulto o nódulo alrededor del área anal.

¿Cómo se diagnostica un absceso anal?

Los abscesos anales se diagnostican con mayor frecuencia mediante un examen físico en el que su médico revisa el área en busca de nódulos característicos. Su médico también verificará si hay dolor, enrojecimiento e hinchazón en el área anal.

En algunas personas, puede que no haya signos visibles del absceso en la superficie de la piel alrededor del ano. En cambio, su médico usará un instrumento llamado endoscopio para mirar dentro del canal anal y el recto inferior. A veces, el absceso puede ser más profundo de lo que puede encontrar un examen físico. Luego, su médico puede ordenar una resonancia magnética o una ecografía para ver mejor.

Es posible que se necesiten más pruebas para asegurarse de que la enfermedad de Crohn no sea un factor contribuyente. En estos casos, se puede requerir un análisis de sangre, imágenes y una colonoscopia. Durante una colonoscopia, su médico utilizará un endoscopio flexible y con luz para examinar su colon.

Opciones de tratamiento para un absceso anal

Los abscesos anales rara vez desaparecen sin tratamiento. El tratamiento más común y simple es que su médico drene el pus del área infectada. Esto generalmente se puede hacer en el consultorio del médico. Su médico usará medicamentos para adormecer el área. Se debe aliviar cualquier presión incómoda, permitiendo que el tejido comience a sanar adecuadamente.

Si los abscesos anales no se tratan, se convierten en fístulas anales dolorosas que pueden requerir más tratamiento quirúrgico. Según la Sociedad Estadounidense de Cirujanos de Colon y Rectal (ASCRS), aproximadamente el 50 por ciento de las personas que tienen un absceso anal eventualmente desarrollarán una fístula anal. Una fístula es una abertura anormal en la piel cerca del ano. Una fístula generalmente requiere cirugía para solucionar el problema.

Si hay un absceso anal extremadamente grande, es posible que se requiera cirugía. En algunos casos, se puede usar un catéter para asegurarse de que el absceso se drene por completo. Los abscesos que se han drenado generalmente se dejan abiertos y no requieren puntadas. Si tiene diabetes o un sistema inmunitario comprometido, su médico puede pedirle que permanezca en el hospital durante unos días para detectar cualquier infección.

Después de la cirugía, se recomienda que tome baños tibios (no calientes). Sentarse en agua tibia ayudará a reducir la hinchazón y permitirá un mayor drenaje del absceso.

Su médico también puede recetarle antibióticos si tiene un sistema inmunitario comprometido o si la infección se ha propagado.

Formas de prevenir abscesos anales

No se sabe mucho sobre cómo prevenir el absceso anal. Pero hay algunos pasos que puede seguir, que incluyen:

  • La protección contra las ITS y el tratamiento oportuno son importantes para cualquier infección.
  • El uso del condón, especialmente durante el sexo anal, es clave para prevenir las ITS que pueden causar abscesos anales.
  • La buena higiene y limpieza en el área anal es una protección importante tanto para niños como para adultos.

Los abscesos anales pueden causar complicaciones, pero son tratables. Comprenda los factores de riesgo y asegúrese de controlar y controlar de cerca cualquier condición de salud que pueda aumentar el riesgo. Si nota problemas anales, comuníquese con su médico para obtener tratamiento y evitar que empeoren.

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