Introducción
El trastorno bipolar es uno de los trastornos neurológicos más investigados. El Instituto Nacional de Salud Mental (NIMH) estima que afecta a casi el 4.5 por ciento de los adultos en los Estados Unidos. De estos, casi el 83 por ciento tiene casos "severos" del trastorno.
Desafortunadamente, debido al estigma social, los problemas de financiación y la falta de educación, menos del 40 por ciento de las personas con trastorno bipolar reciben lo que el NIMH llama "tratamiento mínimamente adecuado". Estas estadísticas pueden sorprenderlo, dados los siglos de investigación que se han llevado a cabo sobre esta y otras afecciones similares de salud mental.
Los humanos han estado tratando de descifrar las causas del trastorno bipolar y determinar los mejores tratamientos para él desde la antigüedad. Siga leyendo para conocer la historia del trastorno bipolar, que tal vez sea tan complejo como la afección en sí.
Comienzos antiguos
Areteo de Capadocia comenzó el proceso de detallar síntomas en el campo de la medicina ya en el siglo I en Grecia. Sus notas sobre el vínculo entre la manía y la depresión pasaron desapercibidas durante muchos siglos.
Los antiguos griegos y romanos fueron responsables de los términos "manía" y "melancolía", que ahora son los modernos "maníacos" y "depresivos". Incluso descubrieron que el uso de sales de litio en los baños calmaba a las personas maníacas y levantaba el espíritu de las personas deprimidas. Hoy, el litio es un tratamiento común para las personas con trastorno bipolar.
El filósofo griego Aristóteles no solo reconoció la melancolía como una condición, sino que la citó como la inspiración para los grandes artistas de su tiempo.
Era común durante este tiempo que las personas de todo el mundo fueran ejecutadas por tener trastorno bipolar y otras afecciones mentales. A medida que avanzaba el estudio de la medicina, el estricto dogma religioso declaró que estas personas estaban poseídas por demonios y, por lo tanto, deberían ser ejecutadas.
Estudios del trastorno bipolar en el siglo XVII
En el siglo XVII, Robert Burton escribió el libro "La anatomía de la melancolía", que abordaba el tema del tratamiento de la melancolía (depresión inespecífica) usando música y danza.
Si bien se mezcla con el conocimiento médico, el libro sirve principalmente como una colección literaria de comentarios sobre la depresión y un punto de vista de los efectos completos de la depresión en la sociedad.
Sin embargo, se expandió profundamente en los síntomas y tratamientos de lo que ahora se conoce como depresión clínica: trastorno depresivo mayor.
Más tarde ese siglo, Theophilus Bonet publicó una gran obra titulada "Sepuchretum", un texto que se basó en su experiencia en la realización de 3.000 autopsias. En él, unía manía y melancolía en una condición llamada "manico-melancólico".
Este fue un paso sustancial en el diagnóstico del trastorno porque la manía y la depresión a menudo se consideraban trastornos separados.
Descubrimientos de los siglos XIX y XX
Pasaron los años y se descubrió poca información nueva sobre el trastorno bipolar hasta el siglo XIX.
El siglo XIX: los hallazgos de Falret
El psiquiatra francés Jean-Pierre Falret publicó un artículo en 1851 que describe lo que llamó "la folie circulaire", que se traduce en locura circular. El artículo detalla a las personas que cambian por depresión severa y excitación maníaca, y se considera el primer diagnóstico documentado de trastorno bipolar.
Además de hacer el primer diagnóstico, Falret también notó la conexión genética en el trastorno bipolar, algo que los profesionales médicos aún apoyan hasta el día de hoy.
El siglo XX: las clasificaciones de Kraepelin y Leonhard
La historia del trastorno bipolar cambió con Emil Kraepelin, un psiquiatra alemán que rompió con la teoría de Sigmund Freud de que la sociedad y la supresión de los deseos desempeñaban un papel importante en la enfermedad mental.
Kraepelin reconoció las causas biológicas de las enfermedades mentales. Se cree que es la primera persona en estudiar seriamente la enfermedad mental.
La "Locura depresiva maníaca y paranoia" de Kraepelin en 1921 detalló la diferencia entre maníaco-depresiva y praecox, que ahora se conoce como esquizofrenia. Su clasificación de los trastornos mentales sigue siendo la base utilizada por las asociaciones profesionales de hoy.
Un sistema de clasificación profesional para los trastornos mentales tiene sus primeras raíces en la década de 1950 del psiquiatra alemán Karl Leonhard y otros. Este sistema fue importante para comprender y tratar mejor estas afecciones.
Finales del siglo XX: la APA y el DSM
El término "bipolar" significa "dos polos", que significa los polos opuestos de manía y depresión. El término apareció por primera vez en el Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales (DSM) de la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) en su tercera revisión en 1980.
Fue esa revisión la que eliminó el término manía para evitar llamar a los pacientes "maníacos". Ahora en su quinta versión (DSM-5), el DSM se considera el manual líder para profesionales de la salud mental. Contiene pautas de diagnóstico y tratamiento que ayudan a los médicos a administrar la atención de muchas personas con trastorno bipolar en la actualidad.
El concepto de espectro se desarrolló para abordar dificultades específicas con medicamentos más precisos. Stahl enumera los cuatro principales trastornos del estado de ánimo de la siguiente manera:
- episodio maníaco
- episodio depresivo mayor
- episodio hipomaníaco
- episodio mixto
Trastorno bipolar hoy
Nuestra comprensión del trastorno bipolar ciertamente ha evolucionado desde la antigüedad. Solo en el siglo pasado se han logrado grandes avances en educación y tratamiento.
Hoy en día, los medicamentos y la terapia ayudan a muchas personas con trastorno bipolar a controlar sus síntomas y hacer frente a su condición. Aún así, hay mucho trabajo por hacer porque muchos otros no están recibiendo el tratamiento que necesitan para llevar una vida de mejor calidad.
Afortunadamente, se están realizando investigaciones para ayudarnos a comprender aún más acerca de esta condición crónica confusa. Cuanto más aprendamos sobre el trastorno bipolar, más personas podrán recibir la atención que necesitan.