Con la colitis ulcerosa (CU), tendrá períodos en los que experimentará síntomas, llamados brotes. Entonces tendrá períodos sin síntomas llamados remisiones.
Los tratamientos no curan la CU. Pero tomar el medicamento correcto debería hacer que sus brotes sean más cortos y menos frecuentes.
A veces, un tratamiento que prueba no será el adecuado para usted, o el tratamiento que está tomando actualmente puede dejar de funcionar. Si su medicamento no controla sus brotes, aquí hay ocho pasos que puede seguir para comenzar a sentirse mejor nuevamente.
1. Conozca sus opciones
Los medicamentos para la CU reducen la inflamación y permiten que su colon sane. Saber cuáles están disponibles y para quién trabajan mejor puede ayudarlo a tener una discusión más informada con su médico.
Los medicamentos que tratan la CU incluyen:
Aminosalicilatos
Estos medicamentos ayudan a controlar la inflamación en personas con CU leve a moderada. Pueden ser los primeros medicamentos que recibe. Puede tomarlos por vía oral, o como enema o supositorio.
Drogas esteroides (corticosteroides)
Estos medicamentos ayudan a controlar los síntomas más graves. Solo debe usarlos por períodos cortos porque pueden causar efectos secundarios como aumento de peso y huesos debilitados. Los medicamentos esteroides están disponibles en forma de píldora, espuma o supositorio. La forma oral es más potente, pero causa más efectos secundarios que las formas tópicas.
Inmunosupresores
Estos medicamentos son para personas que no mejoran con aminosalicilatos. Reducen la respuesta del sistema inmunitario para evitar daños en el colon.
Drogas biológicas
Estos medicamentos bloquean una proteína del sistema inmunitario que contribuye a la inflamación. Los obtiene a través de una inyección intravenosa o inyección que se administra. Los productos biológicos son para personas con una enfermedad moderada a grave que no ha mejorado con otros tratamientos.
Anticuerpos monoclonicos
Estos medicamentos pueden usarse en adultos con CU moderada a grave. Si no ha experimentado alivio con aminosalicilatos, esteroides, inmunosupresores o productos biológicos, puede hablar con su médico acerca de este tipo de medicamento.
2. Asegúrese de cumplir con el protocolo
El tratamiento de la colitis ulcerosa es un compromiso a largo plazo. Incluso si se siente bien, omitir dosis o suspender su medicación podría hacer que sus síntomas vuelvan.
Cuando obtenga una nueva receta, asegúrese de saber exactamente cómo y cuándo tomar su medicamento. Pregúntele a su médico qué hacer si accidentalmente omite una dosis.
Si desarrolla efectos secundarios de los medicamentos que está tomando, haga una cita con su médico para hablar sobre cambiar a otro medicamento. No deje de tomar medicamentos por su cuenta.
3. Esté atento a los síntomas
Un regreso repentino de síntomas como dolor de estómago, diarrea y heces con sangre puede ser una señal obvia de que ha entrado en un brote y es posible que deba ajustar su tratamiento. Pero a veces los síntomas son más sutiles.
Mantenga un registro de cualquier cambio en la forma en que se siente, sin importar cuán pequeños sean. Informe a su médico si:
- tiene más evacuaciones intestinales de lo habitual
- sus movimientos intestinales cambian en cantidad o textura
- notas sangre en tus heces
- te sientes cansado o tienes menos energía
- tiene menos apetito o ha perdido peso
- Tiene otros síntomas, como dolor en las articulaciones o llagas en la boca.
Anotar sus síntomas en un diario puede ayudarlo a explicárselos a su médico.
4. Pregunte acerca de agregar otro medicamento
A veces, un medicamento no es suficiente para abordar los síntomas graves de la CU. Su médico podría darle un segundo medicamento para ayudarlo a tener más control sobre su enfermedad. Por ejemplo, es posible que deba tomar un medicamento tanto biológico como inmunosupresor.
Tomar más de un medicamento puede aumentar las probabilidades de éxito del tratamiento. Pero también puede aumentar sus posibilidades de experimentar efectos secundarios. Su médico lo ayudará a equilibrar los beneficios y riesgos de los medicamentos que toma.
5. Sepa cuándo es hora de cambiar de drogas
Si comienza a tener brotes más frecuentes, puede ser hora de hablar con su médico acerca de cambiar a un nuevo medicamento. Puede comenzar cambiando a una versión diferente del mismo medicamento, como pasar de un enema de aminosalicilato a una píldora.
Si sus síntomas empeoran, es hora de considerar cambiar a un medicamento más fuerte. Su médico puede recetarle un inmunosupresor o biológico, o esteroides por un período corto.
6. Mira tu dieta
La medicación no es la única forma de controlar sus síntomas. Cambiar su dieta también podría ayudar.
Ciertos alimentos y bebidas pueden agravar los síntomas de CU. Es posible que desee evitar o limitar estos alimentos si le molestan:
- leche y otros productos lácteos
- café, té, refrescos y otras bebidas y alimentos con cafeína
- alcohol
- frutas y jugos de frutas
- comida frita
- alimentos ricos en grasas
- especias
- alimentos ricos en fibra, incluido el pan integral
- vegetales crucíferos como el repollo y el brócoli
- frijoles y otras legumbres
- bistec, hamburguesas y otras carnes rojas
- palomitas de maiz
- miseria
- colorantes y edulcorantes artificiales
Llevar un diario de alimentos puede ayudarlo a determinar qué alimentos empeoran sus síntomas.
7. Considere si es hora de la cirugía
La mayoría de las personas con CU pueden controlar su enfermedad solo con medicamentos. Pero alrededor de una cuarta parte puede necesitar cirugía porque no están mejorando o tienen complicaciones.
Es posible que sienta dudas acerca de someterse a una cirugía. Pero la ventaja de extraer el colon y el recto es que estará "curado" y esencialmente liberado de la mayoría de los síntomas. Sin embargo, dado que la CU afecta el sistema inmunitario, los síntomas que se extienden más allá del sistema digestivo, como dolor en las articulaciones o afecciones de la piel, pueden reaparecer después de la cirugía.
8. El resultado final
El tratamiento de la CU puede llevar algo de prueba y error. Los síntomas van y vienen, y la enfermedad es más grave en algunas personas que en otras.
Programe visitas regulares con su médico para estar al tanto de su enfermedad. Entre las visitas, realice un seguimiento de sus síntomas y observe lo que parece desencadenarlos.
Cuanto más sepa sobre su enfermedad y cuanto más se apegue a su tratamiento, mayores serán sus probabilidades de controlar la colitis ulcerosa.