Probablemente esté familiarizado con las advertencias de los nutricionistas sobre el consumo de demasiada carne roja. Esto incluye carne de res, cordero, cerdo y cabra.
Se dice que hacerlo aumenta el riesgo de varias afecciones de salud a largo plazo, incluidos problemas cardiovasculares, pero se necesita más investigación sobre el tema.
Pero, ¿qué pasa con las afirmaciones de que la carne roja causa cáncer? Los expertos aún están investigando el problema, pero han identificado algunos enlaces potenciales.
La diferencia entre la carne roja sin procesar y procesada
Antes de sumergirse en la investigación sobre el vínculo entre la carne roja y el cáncer, es importante comprender los diferentes tipos de carne roja.
Sin procesar
Las carnes rojas sin procesar son aquellas que no han sido alteradas o modificadas. Ejemplos incluyen:
- filete
- chuletas de cerdo
- pierna de cordero
- chuletas de cordero
Por sí solo, la carne roja sin procesar puede ser nutritiva. A menudo está lleno de proteínas, vitaminas, minerales y otros nutrientes importantes.
La carne roja pierde parte de su valor tradicional cuando se procesa.
Procesada
La carne procesada se refiere a la carne que ha sido modificada de alguna manera, a menudo por sabor, textura o vida útil. Esto se puede hacer salando, curando o fumando carne.
Los ejemplos de carnes rojas procesadas incluyen:
- perros calientes
- pepperoni y salami
- tocino y jamón
- almuerzo carnes
- salchicha
- Bolonia
- espasmódico
- carnes enlatadas
En comparación con la carne roja sin procesar, la carne roja procesada generalmente es más baja en nutrientes beneficiosos y más alta en sal y grasa.
Los expertos han clasificado la carne roja como una causa probable de cáncer cuando se consume en grandes cantidades. Existe un vínculo más fuerte entre la carne procesada y el riesgo de cáncer.
Los expertos han clasificado la carne procesada como carcinógeno. Esto significa que ahora se sabe que causa cáncer.
Lo que dice la investigación
A lo largo de los años, muchos estudios han analizado los efectos sobre la salud del consumo de carne roja tanto sin procesar como procesada.
Hasta ahora, los resultados han sido mixtos, pero hay alguna evidencia de que comer mucha carne roja puede aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Proceso IARC
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) es parte de la Organización Mundial de la Salud. Está compuesto por expertos internacionales que trabajan para clasificar posibles carcinógenos (agentes que causan cáncer).
Cuando hay mucha evidencia que sugiere que algo puede causar cáncer, los miembros de IARC pasan varios días revisando estudios científicos sobre el posible carcinógeno.
Consideran múltiples factores a partir de la evidencia, incluida la forma en que los animales responden a un posible carcinógeno, cómo los humanos responden a él y cómo se puede desarrollar cáncer después de la exposición.
Parte de este proceso implica categorizar el posible carcinógeno en función de su potencial para causar cáncer en humanos.
Los agentes del grupo 1 son aquellos determinados para causar cáncer en humanos. Los agentes del grupo 4, por otro lado, incluyen agentes que probablemente no causen cáncer.
Hallazgos de IARC
En 2015, 22 expertos de 10 países se reunieron para evaluar la investigación existente sobre el vínculo entre la carne roja y el cáncer.
Revisaron más de 800 estudios de los últimos 20 años. Algunos estudios analizaron solo la carne roja procesada o sin procesar. Otros miraron a ambos.
Para reducir el riesgo de cáncer, evite la carne procesada
Si está buscando reducir su riesgo de cáncer colorrectal y potencialmente otros tipos de cáncer, evite comer carnes procesadas.
La IARC clasificó la carne procesada como un carcinógeno del Grupo 1. En otras palabras, hay suficiente investigación para demostrar que causa cáncer en humanos. Para darle un poco de contexto, aquí hay algunos otros carcinógenos del Grupo 1:
- tabaco
- Radiación UV
- alcohol
Nuevamente, esta clasificación se basa en la evidencia que respalda el vínculo entre el cáncer y un agente en particular.
Si bien hay pruebas sólidas que sugieren que todos los agentes del Grupo 1 causan cáncer en humanos, no necesariamente todos presentan el mismo nivel de riesgo.
Por ejemplo, comer un hot dog no es necesariamente lo mismo que fumar un cigarrillo cuando se trata del riesgo de cáncer.
El informe de IARC concluyó que comer 50 gramos de carne procesada cada día aumenta el riesgo de cáncer en un 18 por ciento. Según la Sociedad Estadounidense del Cáncer, esto puede aumentar el riesgo de cáncer de colon de por vida del 5 al 6 por ciento.
Como referencia, 50 gramos de carne procesada se traducen en aproximadamente un hot dog o unas pocas rebanadas de carne de charcutería.
Los expertos sugieren solo comer estas carnes de vez en cuando. Considere disfrutarlos en ocasiones especiales en lugar de hacerlos parte de su dieta diaria.
Tenga en cuenta el consumo de carne roja
La carne roja sin procesar es parte de una dieta equilibrada para muchas personas. Ofrece buenas cantidades de:
- proteína
- vitaminas, como B-6 y B-12
- minerales, como hierro, zinc y selenio
Aún así, el informe de IARC concluyó que comer carne roja regularmente aumenta el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
Sin embargo, no hay necesidad de eliminar por completo la reunión roja de su dieta. Solo presta atención a cómo lo estás preparando y cuánto consumes.
Métodos de cocina
Los expertos de IARC también señalaron en su informe que la forma en que cocina carne roja puede tener un impacto en el riesgo de cáncer.
Asar a la parrilla, quemar, fumar o cocinar carne a temperaturas muy altas parece aumentar el riesgo. Aún así, los expertos de IARC explicaron que no había suficiente evidencia para hacer recomendaciones oficiales.
Aquí está nuestra opinión sobre cómo hacer que la carne sea lo más saludable posible.
Recomendación de servicio
Los autores del informe de IARC señalaron que no hay necesidad de renunciar por completo a la carne roja sin procesar. Pero es mejor limitar sus porciones a tres por semana.
Agregue alternativas de carne roja a su dieta
Si las carnes rojas o procesadas constituyen una gran parte de su dieta, considere hacer algunos intercambios.
Aquí hay algunas ideas para reducir el consumo de carne roja:
- En la salsa para pasta, reemplace la mitad de la carne que normalmente usaría con zanahorias finamente picadas, apio, champiñones, tofu o una combinación.
- Al hacer hamburguesas, use pavo molido o pollo en lugar de carne de res. Para una hamburguesa sin carne, use frijoles negros o tempeh.
- Agregue frijoles y lentejas a las sopas y guisos para obtener textura y proteínas.
¿Quiere dejar la carne procesada? Estos consejos pueden ayudar:
- Cambia los fiambres en tu sándwich por rebanadas de pollo asado o pavo.
- Elija coberturas de pollo o vegetales en la pizza en lugar de pepperoni o tocino.
- Prueba carnes veganas. Por ejemplo, use chorizo de soya en burritos o seitán en salteados. Agregue vegetales para obtener color, textura y nutrientes adicionales.
- Cambie los huevos y el yogur por carnes de desayuno procesadas, como tocino o salchichas.
- En lugar de asar salchichas, saltear salchichas o salchichas frescas o sin conservantes.
La línea de fondo
La carne roja ha sido objeto de escrutinio por sus posibles vínculos con varios problemas de salud, incluido el cáncer. Los expertos ahora creen que comer carne roja regularmente puede aumentar su riesgo de cáncer colorrectal.
Los expertos también están de acuerdo en que hay pruebas suficientemente sólidas para decir que comer mucha carne procesada aumenta el riesgo de cáncer.
Pero no hay necesidad de eliminar por completo la carne roja de su dieta. Solo trate de apegarse a la carne roja sin procesar de alta calidad y limite su consumo a solo unas pocas porciones cada semana.