Viajar, incluso para unas vacaciones divertidas, puede ser bastante estresante. Poner un resfriado u otra enfermedad en la mezcla puede hacer que viajar se sienta insoportable.
Esto es lo que necesita saber sobre viajar cuando está enfermo, incluidos consejos para aliviar su incomodidad, cómo ayudar a un niño enfermo y cuándo es mejor no viajar.
Volando con un resfriado
Más que incómodo e incómodo, volar con un resfriado puede ser doloroso.
La presión en los senos paranasales y el oído medio debe estar a la misma presión que el aire exterior. Cuando estás en un avión y despega o comienza a aterrizar, la presión del aire externo cambia más rápidamente que la presión del aire interno. Esto puede resultar en:
- dolor
- audiencia opaca
- mareo
Esto puede ser peor si tiene un resfriado, alergias o infecciones respiratorias. Esto se debe a que estas condiciones hacen que los conductos de aire ya estrechos que llegan a sus senos y oídos sean aún más estrechos.
Si viaja con un resfriado, considere lo siguiente para obtener alivio:
- Tome un descongestionante que contenga pseudoefedrina (Sudafed) 30 minutos antes del despegue.
- Mastique chicle para igualar la presión.
- Mantente hidratado con agua. Evita el alcohol y la cafeína.
- Lleve pañuelos desechables y cualquier otro artículo que pueda hacer que se sienta más cómodo, como pastillas para la tos y bálsamo labial.
- Pídale ayuda a una azafata, como agua extra.
Viajando con un niño enfermo
Si su hijo está enfermo y tiene un próximo vuelo, consulte con su pediatra para obtener su aprobación. Una vez que el médico lo apruebe, tome estas precauciones para que el vuelo sea lo más agradable posible para su hijo:
- Planifique el despegue y el aterrizaje para ayudar a igualar la presión en los oídos y los senos nasales de su hijo. Considere darles un artículo apropiado para su edad que aliente la deglución, como un biberón, una piruleta o un chicle.
- Viaje con medicamentos básicos, incluso si su hijo no está enfermo. Es una buena idea tener a la mano por si acaso.
- Hidrata con agua. Este es un buen consejo para todos los pasajeros, sin importar la edad.
- Trae toallitas desinfectantes. Limpie las mesas de la bandeja, las hebillas del cinturón de seguridad, los brazos de la silla, etc.
- Traiga las distracciones favoritas de su hijo, como libros, juegos, libros para colorear o videos. Pueden mantener la atención de su hijo lejos de su incomodidad.
- Trae tus propios pañuelos y toallitas. A menudo son más suaves y absorbentes de lo que generalmente está disponible en un avión.
- Lleve cambios de ropa en caso de que su hijo vomite o se ensucie.
- Sepa dónde están los hospitales cercanos en su destino. Si una enfermedad empeora, ahorra tiempo y ansiedad si ya sabe a dónde ir. Asegúrese de tener su seguro y otras tarjetas médicas con usted.
Aunque estos consejos se centran en viajar con un niño enfermo, muchos son aplicables también a viajar como adulto enfermo.
Cuándo posponer el viaje por enfermedad
Es comprensible que desee evitar posponer o perder un viaje. Pero a veces tienes que cancelar para cuidar tu salud.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan evitar los viajes aéreos en las siguientes situaciones:
- Viaja con un bebé de menos de 2 días.
- Ha pasado la semana 36 de embarazo (semana 32 si está embarazada de múltiples). Después de su semana 28, considere llevar una carta de su médico que confirme la fecha de parto esperada y que el embarazo sea saludable.
- Tuviste un derrame cerebral o ataque cardíaco reciente.
- Ha tenido una cirugía reciente, especialmente cirugía estomacal, ortopédica, ocular o cerebral.
- Ha tenido un trauma reciente en la cabeza, los ojos o el estómago.
Los CDC también recomiendan que no viaje en avión si experimenta:
- dolor en el pecho
- infecciones graves de oídos, sinusitis o nariz
- enfermedades respiratorias crónicas severas
- un pulmón colapsado
- hinchazón del cerebro, ya sea debido a una infección, lesión o sangrado
- una enfermedad infecciosa que es fácilmente transmisible
- anemia falciforme
Finalmente, el CDC sugiere evitar el transporte aéreo si tiene fiebre de 100 ° F (37.7 ° C) o más, más una combinación de:
- signos notables de enfermedad, como debilidad y dolor de cabeza
- erupción cutanea
- dificultad para respirar o falta de aliento
- tos persistente y severa
- diarrea persistente
- vómito persistente que no es mareo
- la piel y los ojos se vuelven amarillos
Tenga en cuenta que algunas aerolíneas vigilan a los pasajeros visiblemente enfermos en las áreas de espera y embarque. En algunos casos, pueden evitar que estos pasajeros aborden el avión.
¿Pueden las aerolíneas rechazar a los pasajeros enfermos?
Las aerolíneas tienen el derecho de rechazar a los pasajeros que tienen condiciones que pueden empeorar o tener graves consecuencias durante el vuelo.
Si encontrarse con una persona que consideran no es apta para volar, la aerolínea puede requerir autorización médica de su departamento médico.
Una aerolínea puede rechazar a un pasajero si tiene una condición física o mental que:
- puede verse agravado por el vuelo
- podría considerarse un peligro potencial para la seguridad de la aeronave
- podría interferir con la comodidad y el bienestar de los miembros de la tripulación u otros pasajeros
- requiere equipo especial o atención médica durante el vuelo
Si viaja con frecuencia y tiene una afección médica crónica pero estable, puede considerar obtener una tarjeta médica del departamento médico o de reservas de la aerolínea. Esta tarjeta puede usarse como prueba de autorización médica.
Para llevar
Viajar puede ser estresante. Estar enfermo o viajar con un niño enfermo puede aumentar ese estrés.
Para enfermedades menores como el resfriado común, existen formas simples de hacer que volar sea más llevadero. Para enfermedades o afecciones más moderadas y graves, consulte con su médico para asegurarse de que sea seguro viajar.
Tenga en cuenta que las aerolíneas podrían no permitir que pasajeros que están muy enfermos suban al avión. Si le preocupa, hable con su médico y la aerolínea.