Los teléfonos celulares se han convertido en herramientas tan poderosas y versátiles que, para muchas personas, se sienten literalmente indispensables.
De hecho, es fácil sentir que eres el que está perdido cuando no puedes encontrar tu teléfono. Entonces, ¿cómo saber si su apego a su teléfono es solo un fenómeno cultural del siglo XXI o una adicción genuina que altera la vida?
Para descubrir la respuesta, echemos un vistazo a lo que la investigación actual tiene que decir. Además, analizaremos más de cerca los síntomas del uso excesivo del teléfono, los efectos secundarios y cómo romper la retención que su teléfono puede tener en su vida diaria.
¿La adicción al teléfono celular es realmente una cosa?
Pew Research Center informa que el 81 por ciento de los estadounidenses ahora posee teléfonos inteligentes, en comparación con solo el 35 por ciento en 2011. Y, en los últimos 5 años, Google Trends indica que las búsquedas de "adicción a los teléfonos celulares" también han aumentado.
Y el uso patológico del teléfono ha dado lugar a una serie de nuevas terminologías, como:
- nomofobia: el miedo de quedarse sin su teléfono
- textafrenia: el miedo a que no puedas enviar o recibir mensajes de texto
- Vibraciones fantasmas: la sensación de que su teléfono lo está alertando cuando realmente no lo es
No hay duda de que el uso excesivo de teléfonos celulares es un problema para muchas personas.
Pero existe cierto debate entre los profesionales médicos y de salud mental acerca de si el uso problemático del teléfono celular es realmente una adicción o el resultado de un problema de control de impulsos.
Muchos expertos médicos son reacios a asignar la palabra "adicción" a otra cosa que no sea el abuso habitual de sustancias.
Sin embargo, el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (el manual utilizado en la comunidad médica para diagnosticar los trastornos mentales) reconoce una adicción conductual: el juego compulsivo.
Vale la pena señalar que existen algunas similitudes importantes entre el uso excesivo de teléfonos celulares y las adicciones conductuales como el juego compulsivo. Las similitudes incluyen:
- pérdida de control sobre el comportamiento
- persistencia o dificultad real para limitar el comportamiento
- tolerancia, la necesidad de participar en el comportamiento más a menudo para tener el mismo sentimiento
- graves consecuencias negativas derivadas del comportamiento
- abstinencia o sentimientos de irritabilidad y ansiedad cuando no se practica el comportamiento
- recaída, o retomar el hábito nuevamente después de períodos de evitación
La conexión de dopamina
Y hay otra similitud entre la adicción conductual y el uso excesivo de teléfonos celulares: la activación de una sustancia química en el cerebro que refuerza el comportamiento compulsivo.
Su cerebro contiene varias vías que transmiten una sustancia química para sentirse bien llamada dopamina cuando se encuentra en situaciones gratificantes. Para muchas personas, la interacción social estimula la liberación de dopamina.
Debido a que muchas personas usan sus teléfonos como herramientas de interacción social, se acostumbran a verificar constantemente el impacto de la dopamina que se libera cuando se conectan con otros en las redes sociales o en alguna otra aplicación.
Los programadores de aplicaciones cuentan con esa unidad para mantenerlo revisando su teléfono. Algunas aplicaciones incluso retienen y lanzan refuerzos sociales, como "me gusta" y "comentarios", por lo que los recibimos en un patrón impredecible. Cuando no podemos predecir el patrón, revisamos nuestros teléfonos con más frecuencia.
Ese ciclo puede llevar a un punto de inflexión: cuando su teléfono deja de ser algo que disfruta y se convierte en algo que está prácticamente obligado a usar.
¿Quién está en mayor riesgo?
En lo que los investigadores están de acuerdo es en el hecho de que los adolescentes tienen más probabilidades de mostrar síntomas similares a la adicción con el uso de su teléfono celular que otros grupos de edad.
Los estudios muestran que el uso de teléfonos celulares alcanza su punto máximo durante la adolescencia y luego disminuye gradualmente.
El uso excesivo de teléfonos celulares entre los adolescentes es tan común que el 33 por ciento de los niños de 13 años nunca apagan su teléfono, de día o de noche. Y cuanto más joven un adolescente adquiera un teléfono, más probabilidades tendrá de desarrollar patrones de uso problemáticos.
Para las niñas, los patrones de uso dependiente pueden desarrollarse porque los teléfonos se convierten en herramientas importantes de interacción social, mientras que los niños demuestran una mayor tendencia a usar teléfonos en situaciones de riesgo.
¿Quién más está en riesgo?
Una revisión de la investigación disponible reveló que varios rasgos y condiciones de personalidad se han asociado con el uso problemático del teléfono celular.
Estos rasgos de personalidad incluyen:
- baja autoestima
- bajo control de impulsos
- ansiedad
- depresión
- siendo muy extrovertido
Los investigadores señalan que no siempre está claro si los problemas con el uso excesivo de teléfonos celulares están causando estas condiciones, o si las condiciones mismas hacen que las personas sean más vulnerables al uso excesivo.
Síntomas de adicción telefónica
Entonces, ¿cómo puede saber si tiene un problema de uso excesivo con su teléfono?
Algunos de los signos reveladores incluyen los siguientes:
- Alcanzas tu teléfono en el momento en que estás solo o aburrido.
- Te despiertas varias veces por la noche para revisar tu teléfono.
- Te sientes ansioso, molesto o de mal genio cuando no puedes acceder a tu teléfono.
- El uso de su teléfono le ha provocado un accidente o una lesión.
- Estás pasando más y más tiempo usando tu teléfono.
- El uso del teléfono interfiere con su desempeño laboral, trabajo escolar o relaciones.
- Las personas en su vida están preocupadas por los patrones de uso de su teléfono.
- Cuando intentas limitar tu uso, recaes rápidamente.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la adicción al teléfono?
Una de las características de cualquier adicción es mantener el comportamiento compulsivo, incluso cuando puede causar graves consecuencias negativas.
Tome, por ejemplo, los riesgos asociados con los mensajes de texto mientras conduce. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades informan que enviar mensajes de texto mientras se conduce es una amenaza triple, ya que hace que tome:
- tus ojos fuera de la carretera
- sus manos fuera del volante
- tu mente fuera de conducir
Ese tipo de distracción mata a nueve personas todos los días. También hiere a muchos más.
Los peligros de usar un teléfono celular mientras se conduce son ampliamente conocidos, sin embargo, las personas ignoran el riesgo en busca de la pequeña sacudida de conexión que proporciona un teléfono.
Otras consecuencias
La investigación ha demostrado que las personas que usan en exceso los teléfonos celulares pueden experimentar:
- ansiedad
- depresión
- déficit de sueño e insomnio
- conflictos de relación
- bajo rendimiento académico o laboral
Esa lista no tiene en cuenta las muchas formas en que las compulsiones de los teléfonos celulares afectan sutilmente su vida.
Un estudio mostró, por ejemplo, que su capacidad para concentrarse en tareas importantes relacionadas con el trabajo se ve "significativamente interrumpida" por las notificaciones telefónicas, incluso si no interactúa con su teléfono.
Cómo romper la adicción
Si sus hábitos telefónicos interfieren con su salud, relaciones y responsabilidades, podría ser hora de hacer algunos cambios.
La buena noticia es que hay pasos que puede seguir para cambiar la forma en que interactúa con su teléfono para ayudar a limitar los impactos negativos en su vida.
Primero, averigüe si hay preocupaciones subyacentes
Los investigadores creen que las personas que usan teléfonos celulares de manera compulsiva pueden estar tratando de evitar problemas en sus vidas que se sienten demasiado difíciles o complicados de resolver.
Entonces, una de las primeras cosas a considerar es si hay algo más profundo que te moleste. Resolver el problema subyacente podría ser la clave para reducir su ansiedad.
Saber lo que realmente le molesta podría ayudarlo a reducir su necesidad de enviar mensajes de texto, comprar, anclar, twittear, deslizar o publicar compulsivamente.
Considere la terapia cognitiva conductual (TCC)
Este enfoque terapéutico ayuda a iluminar los vínculos entre sus pensamientos, comportamientos y emociones. Puede ser un tipo de terapia muy eficaz para ayudarlo a cambiar ciertos patrones de comportamiento.
Al menos un pequeño estudio sugiere que la TCC puede ser efectiva para equilibrar los cambios en la química del cerebro asociados con la adicción a los teléfonos celulares.
Si cree que este tipo de terapia puede ayudarlo, hable con su médico de atención primaria sobre dónde o cómo puede encontrar un terapeuta.
Pruebe estos otros pasos prácticos
- Elimine las aplicaciones que consumen mucho tiempo de su teléfono y acceda a ellas a través de un dispositivo que no lleva consigo todo el día.
- Cambie su configuración para eliminar las notificaciones automáticas y otras alertas disruptivas.
- Configure su pantalla en escala de grises para evitar que lo despierte por la noche.
- Coloque algunas barreras alrededor del uso de su teléfono que lo obliguen a pensar en lo que está haciendo. Por ejemplo, podría crear preguntas de bloqueo de pantalla, como "¿Por qué ahora?" ¿y para qué?"
- Mantenga su teléfono fuera de la vista. Cargue su teléfono en algún lugar además de su habitación.
- Desarrolla pasatiempos que alimenten tu alma. Reemplace los juegos y las aplicaciones de redes sociales con actividades prácticas del mundo real, como reunirse con amigos, crear música o arte, o hacer trabajo voluntario.
- Adopta una mentalidad de crecimiento. Breves recaídas, ajustes y síntomas de abstinencia son parte de un viaje hacia un uso más saludable del teléfono. No esperes hacerlo bien de inmediato. Espere algunos contratiempos y aprenda de cada experiencia.
Cuando buscar ayuda
Siempre está bien buscar ayuda cuando se trata de un problema que le preocupa o que siente que no tiene control.
Si nota síntomas de adicción o dependencia, o si las personas en su vida le están hablando sobre la cantidad de tiempo que pasa en su teléfono, puede ser una buena idea pedir ayuda.
Considere comunicarse con un terapeuta o su médico, consultar una guía de autoayuda o seguir un programa de desintoxicación digital.
La línea de fondo
El uso problemático de teléfonos celulares comparte muchas características con las adicciones conductuales como el juego compulsivo.
Las personas que desarrollan un patrón dependiente de uso del teléfono generalmente experimentan una pérdida de control. A menudo descubren que sus hábitos de telefonía celular están causando daños reales en sus vidas.
Si el uso de su teléfono se ha vuelto problemático, o si siente que se ha convertido en una adicción, hay pasos que puede seguir para volver a capacitarse para usar su teléfono de manera más saludable.
La terapia cognitiva conductual y los programas de desintoxicación digital pueden ser muy efectivos para recuperar un sentido de control sobre el uso de su teléfono.
¿Sientes ese fantasma sonando? Es una vida productiva y relajante. Está bien responderlo.