Entre el 30 y el 40 por ciento de las personas tienen sistemas circulatorios de sangre no tradicionales en sus hígados. La diferencia más común de la anatomía estándar es una arteria extra.
Si la arteria adicional se asociara con la arteria hepática izquierda, se denominaría arteria hepática izquierda accesoria. Si hubiera una arteria adicional, pero una de las arterias hepáticas primarias no estuviera presente, se denominaría arteria hepática reemplazada, de izquierda o derecha.
La lesión de las arterias del hígado (conocida como lesión arterial hepática) es una consecuencia bien documentada del trauma. La presencia de estructuras vasculares inusuales o indocumentadas en el hígado es un factor de riesgo adicional para lesiones arteriales hepáticas relacionadas con procedimientos quirúrgicos, como la colecistectomía laparoscópica.
Las tecnologías capaces de observar las estructuras vasculares en el hígado son la resonancia magnética, la angiografía y la tomografía computarizada. Debido al potencial de lesión iatrogénica, las estructuras vasculares del hígado deben estudiarse y mapearse a fondo para localizar vasos inusuales, como una arteria hepática izquierda accesoria, antes de cualquier procedimiento quirúrgico que afecte el hígado.