El conducto torácico es el vaso linfático más grande dentro del cuerpo humano y juega un papel clave en el sistema linfático. También se llama conducto linfático izquierdo o conducto alimentario. Este conducto recoge una gran parte de la linfa del cuerpo y luego la drena al torrente sanguíneo cerca de la vena braquiocefálica entre la yugular interna y las venas subclavias izquierdas.
La longitud típica de este conducto en un adulto promedia entre 38 y 45 cm, mientras que el diámetro es de aproximadamente 5 a 7 mm. Se origina en el segundo nivel de la vértebra lumbar y va a la raíz del cuello. El conducto surge de la combinación de los troncos lumbares izquierdo y derecho y el tronco intestinal en el abdomen. El conducto torácico se extiende en el área del tórax y desde allí se curva hacia la vena yugular interna y la arteria carótida izquierda en la vértebra C7. Viaja a través del diafragma de apertura aórtica y se eleva a lo largo del mediastino posterior.
Transporta hasta cuatro litros de líquido linfático por día. Este proceso es causado principalmente por la acción de la respiración y es asistido por el músculo liso del conducto.