Las alergias alimentarias son un gran desafío para muchos niños, y como padre, usted es su defensor y protector más importante. Mantener a su hijo alejado del daño inducido por los alimentos es un trabajo interminable, muchas de las cuales a veces pueden quedar sin acreditar. Como padre de un niño con alergias alimentarias y discapacidades del habla, la comprensión de que no puedo estar allí cada minuto del día hace que la perspectiva sea aún más aterradora.
Es normal estar preocupado por las alergias alimentarias de su hijo, pero hay pasos que puede seguir para aumentar su conocimiento y competencia.
1. Aceptación
El primer paso es aceptar las alergias alimentarias de su hijo y abrazarlas sin hacer que su hijo se sienta aislado. Según el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, uno de cada 20 niños de 5 años o menos tiene al menos una alergia alimentaria. Por razones desconocidas, las alergias alimentarias son cada vez más comunes en los niños, por lo que ninguno de los dos está solo.
2. paciencia
Puede parecer absurdo pensar que un padre podría perder la calma por las alergias alimentarias, es decir, hasta que usted mismo se haya convertido en un padre alérgico a los alimentos. Entre mantener a su hijo alejado de los culpables y proporcionar una sensación de normalidad, los resbalones pueden fácilmente frustrarlo. Cada día, tómese unos minutos para usted, ya sea meditación tranquila, leer un libro o bañarse.
3. Creatividad
Su hijo puede ser alérgico al trigo, los huevos, las nueces o incluso varios de estos alimentos a la vez. Esto puede hacer que la planificación de las comidas sea frustrante, especialmente si solo uno de ustedes es alérgico. Los padres de alergia alimentaria más exitosos hacen su investigación y se vuelven creativos con las comidas que harán felices a todos. ¡Busca un libro de cocina específico para alergias alimentarias para inspirarte!
4. Conciencia
Además de las técnicas preventivas, los padres con alergia alimentaria también deben conocer los signos de una reacción. Los síntomas leves de muchas alergias alimentarias incluyen erupciones cutáneas, hinchazón, mareos y dolor abdominal. La anafilaxia potencialmente mortal puede causar dificultad para respirar e inconsciencia. Ser consciente de los síntomas puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.
5. Participación
No puede estar con su hijo cada segundo del día. Pero puede tomar medidas para asegurarse de estar involucrado, incluso cuando no está cerca. Primero, asegúrese de que cada adulto en contacto con su hijo esté al día con su alergia, además de los signos y síntomas de una reacción. Esto incluye, entre otros: maestros, enfermeras escolares, parientes, amigos, vecinos y los padres de los amigos de su hijo.
6. fuerza
Cada año, 300,000 niños menores de 18 años son trasladados al hospital en ambulancia debido a alergias alimentarias. Esperando en el hospital, es normal querer derrumbarse en ese mismo momento. Pero es importante mantenerse fuerte para poder brindar apoyo y comodidad a su hijo.
7. Educación implacable
Como padre de un niño con alergias alimentarias, sabe que la educación sobre la afección no se detiene en el momento del diagnóstico. Es posible que incluso haya pasado algunas noches sin dormir investigando cómo hacer que la vida diaria de su hijo sea más segura. Sepa que está tomando los pasos correctos para proteger a su hijo. Desde la investigación de productos alimenticios y recetas aptas para personas alérgicas, hasta la seguridad escolar y la detección de síntomas, la educación constante es clave.
8. Asistencia
Con el aumento de las alergias alimentarias, una de las mejores cosas que puede hacer es ofrecer asistencia a otros padres con alergia alimentaria. No se trata solo de karma: mostrarle atención y apoyar a los demás será un ejemplo para su hijo. También ayudará a aliviar aún más cualquier sentimiento de aislamiento si saben que no están solos.
Por encima de todo, quizás lo más importante que puede hacer como padre con alergia alimentaria es darse un descanso. Es probable que su hijo se dé cuenta de que está haciendo lo mejor que puede y aprecia todo lo que hace, ya sea que se lo digan o no. Recuerde trabajar con el alergólogo de su hijo y pedirle consejo.