¿Qué es la candidiasis esofágica?
La candidiasis esofágica es una infección por levaduras del esófago. La condición también se conoce como candidiasis esofágica.
Los hongos de la familia Candida causan candidiasis esofágica. Hay alrededor de 20 especies de Candida que pueden causar la afección, pero generalmente es causada por Candida albicans.
¿Cómo se desarrolla la candidiasis esofágica?
Los rastros del hongo Candida normalmente están presentes en la superficie de su piel y dentro de su cuerpo. Normalmente, su sistema inmunitario puede regular estos organismos buenos y malos en su cuerpo. Sin embargo, a veces, un cambio en el equilibrio entre la Candida y sus bacterias saludables puede hacer que la levadura crezca demasiado y se convierta en una infección.
¿Quién está en riesgo?
Si está sano, es poco probable que desarrolle esta afección. Las personas con sistemas inmunes comprometidos, como las personas con VIH, SIDA o cáncer, y los adultos mayores tienen un mayor riesgo. Tener SIDA es el factor de riesgo subyacente más común. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el 20 por ciento de todas las personas con cáncer desarrollan la afección.
Las personas con diabetes también tienen un mayor riesgo de desarrollar candidiasis esofágica, especialmente si sus niveles de azúcar no están bien controlados. Si tiene diabetes, a menudo hay demasiada azúcar presente en su saliva. El azúcar permite que la levadura prospere. Más importante aún, la diabetes no controlada también perjudica su sistema inmunológico, lo que permite que prospere la candida.
Los bebés que nacen por vía vaginal pueden desarrollar candidiasis oral si sus madres tuvieron una infección por hongos durante el parto. Los bebés también pueden desarrollar candidiasis oral por la lactancia materna si los pezones de su madre están infectados. Desarrollar aftas esofágicas de esta manera es poco común.
Hay otros factores de riesgo que hacen que alguien sea más propenso a desarrollar esta afección. Corres más riesgo si:
- fumar
- usar dentaduras postizas o parciales
- tomar ciertos medicamentos, como antibióticos
- use un inhalador de esteroides para afecciones como el asma
- tener la boca seca
- comer muchos alimentos azucarados
- tiene una enfermedad crónica
Identificar los síntomas de la candidiasis esofágica
Los síntomas de la candidiasis esofágica incluyen:
- lesiones blancas en el revestimiento del esófago que pueden parecer requesón y pueden sangrar si se raspan
- dolor o molestias al tragar
- boca seca
- dificultad para tragar
- náusea
- vómitos
- pérdida de peso
- dolor en el pecho
También es posible que la candidiasis esofágica se extienda al interior de la boca y se convierta en candidiasis oral. Los síntomas de la candidiasis oral incluyen:
- manchas blancas cremosas en el interior de las mejillas y en la superficie de la lengua
- lesiones blancas en el paladar, amígdalas y encías
- grietas en la esquina de tu boca
Las madres que amamantan pueden experimentar la infección por Candida de los pezones, que pueden transmitir a sus bebés. Los síntomas incluyen:
- especialmente pezones rojos, sensibles, agrietados o con picazón
- dolores punzantes que se sienten profundamente dentro del seno
- dolor significativo al amamantar o dolor entre sesiones de enfermería
Si experimenta estas condiciones, debe vigilar a su bebé en busca de signos de infección. Si bien los bebés no pueden decir si se sienten mal, pueden volverse más irritables y molestos. También pueden tener las lesiones blancas distintivas asociadas con la candidiasis.
Candidiasis esofágica: pruebas y diagnóstico
Si su médico sospecha que podría tener candidiasis esofágica, le harán un examen endoscópico.
Examen endoscópico
Durante este examen, su médico mira hacia abajo con un endoscopio. Este es un tubo pequeño y flexible con una cámara pequeña y una luz al final. Este tubo también se puede bajar a su estómago o intestinos para verificar el alcance de la infección.
Tratamiento de la candidiasis esofágica
Los objetivos del tratamiento de la candidiasis esofágica son matar el hongo y evitar que se propague.
La candidiasis esofágica garantiza una terapia antimicótica sistémica, y es probable que se recete un medicamento antifúngico, como el itraconazol. Esto evita que el hongo se propague y trabaja para eliminarlo del cuerpo. El medicamento puede presentarse en una variedad de formas, como tabletas, pastillas o un líquido que puede inhalar en la boca como enjuague bucal y luego tragar.
Si su infección es un poco más grave, puede recibir un medicamento antimicótico llamado fluconazol por vía intravenosa en el hospital.
Las personas con VIH en etapa tardía pueden necesitar un medicamento más fuerte, como la anfotericina B. Lo más importante, tratar el VIH es importante para controlar la candidiasis esofágica.
Si su candidiasis esofágica ha comprometido su capacidad de comer, su médico puede discutir las opciones nutricionales con usted. Esto puede incluir batidos ricos en proteínas si puede tolerarlos u opciones alternativas de alimentación, como una sonda gástrica en situaciones graves.
Prevención de la candidiasis esofágica
Puede reducir su riesgo de desarrollar candidiasis esofágica de las siguientes maneras:
- Come yogurt cada vez que tomes antibióticos.
- Trata las infecciones vaginales por hongos.
- Practica una buena higiene bucal.
- Acude a tu dentista para chequeos regulares.
- Limite la cantidad de alimentos azucarados que come.
- Limite la cantidad de alimentos que come que contienen levadura.
A pesar de que las personas con VIH y SIDA tienen un mayor riesgo de candidiasis esofágica, los médicos rara vez recetan medicamentos antimicóticos preventivos. La levadura podría volverse resistente a los tratamientos. Si tiene VIH o SIDA, puede reducir su riesgo de infección por candidiasis esofágica tomando los medicamentos recetados de terapia antirretroviral (TAR).
Futuras complicaciones de salud
El riesgo de complicaciones después del desarrollo de la candidiasis esofágica es mayor en personas con sistemas inmunes compuestos. Estas complicaciones incluyen aftas que se propagan a otras áreas del cuerpo y la incapacidad para tragar.
Si tiene un sistema inmunitario comprometido, es muy importante buscar tratamiento para la candidiasis tan pronto como note los síntomas. La candidiasis se puede propagar fácilmente a otras partes de su cuerpo, incluyendo su:
- livianos
- hígado
- válvulas cardíacas
- intestinos
Al recibir el tratamiento lo más rápido posible, puede reducir la probabilidad de que se propague la candidiasis.
Perspectivas para la candidiasis esofágica
La candidiasis esofágica puede ser dolorosa. Si no se trata, puede convertirse en una afección grave e incluso potencialmente mortal. Ante los primeros signos de aftas orales o aftas esofágicas, hable con su médico. La candidiasis esofágica es muy propensa a propagarse. Cuantas más áreas del cuerpo se vean afectadas, más grave puede ser la infección. Hay medicamentos disponibles para tratar la candidiasis esofágica, incluidos los medicamentos antimicóticos. Un tratamiento rápido y cuidadoso puede reducir su dolor e incomodidad.