Visión general
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune que causa inflamación de las articulaciones. La AR es el tipo más común de artritis. Según el Colegio Americano de Reumatología, la AR afecta a más de 1.3 millones de estadounidenses. Esta condición afecta tanto a hombres como a mujeres, pero aproximadamente el 75 por ciento de las personas con AR son mujeres. Uno a tres por ciento de las mujeres desarrollarán AR en algún momento de su vida.
La AR es una condición crónica que causa una variedad de síntomas, que incluyen:
- dolor en las articulaciones
- rigidez articular
- movilidad limitada
- hinchazón
- fatiga
- sentimientos de incomodidad o no estar bien
La inflamación y el dolor en las articulaciones pueden atacar diferentes partes del cuerpo, como las articulaciones de las manos y los pies. En algunos casos, la AR causa inflamación en órganos como los pulmones o los ojos.
Debido a que muchos síntomas de la AR son similares a los de una variedad de otras enfermedades, el diagnóstico puede ser difícil. Un diagnóstico correcto requiere evaluación clínica, radiografías y una serie de pruebas de laboratorio. Comprender el tipo de AR que tiene le ayudará a usted y a su médico a decidir un curso de tratamiento.
RA seropositiva
Si su sangre da positivo para la proteína llamada factor reumatoide (RF) o el péptido citrulinado anticíclico (anti-CCP), significa que su cuerpo puede estar produciendo activamente una reacción inmune a sus tejidos normales. Su probabilidad de desarrollar AR es cuatro veces mayor si sus padres o hermanos dan positivo por RF. Según Johns Hopkins Medicine, aproximadamente el 80 por ciento de las personas con AR son RF positivas.
Tener estas proteínas no necesariamente significa que tienes AR. Sin embargo, si lo hace, puede ayudar a los médicos a identificar el tipo.
RA seronegativa
Las personas que dan negativo para RF y anti-CCP en su sangre aún pueden tener AR. El diagnóstico no se basa solo en estas pruebas. Su médico también tendrá en cuenta los síntomas clínicos, las radiografías y otras pruebas de laboratorio. Las personas que dan negativo para RF y anti-CCP tienden a tener una forma más leve de AR que las que dan positivo.
AR juvenil (artritis idiopática juvenil)
La Clínica Mayo informa que la AR juvenil es el tipo más común de artritis en niños menores de 17 años. Los síntomas pueden ser temporales o durar toda la vida. Al igual que la AR adulta, los síntomas de la AR juvenil incluyen inflamación articular, rigidez y dolor. Si la enfermedad es grave, puede causar inflamación ocular e interferir con el crecimiento y desarrollo de un niño.
Condiciones superpuestas y a menudo confusas
Las enfermedades autoinmunes comparten muchos síntomas comunes, lo que los hace particularmente difíciles de diagnosticar. Las personas que tienen un trastorno autoinmune a menudo desarrollan otro. Algunas condiciones que se superponen o a menudo se confunden con la AR incluyen:
- lupus
- fibromialgia
- enfermedad de Lyme
- síndrome de fatiga crónica
- neuropatía
- ciática
- anemia
- hipotiroidismo
- depresión
La AR también puede confundirse con la osteoartritis, que no es una enfermedad autoinmune. En cambio, es causado por el desgaste de las articulaciones.
Tratamiento para la AR
La AR es una afección crónica sin cura. El tratamiento puede aliviar los síntomas y ayudarlo a vivir una vida relativamente activa. Trabajará en estrecha colaboración con su médico para determinar el mejor curso de acción. Su médico de cabecera puede derivarlo a un reumatólogo para recibir tratamiento.
Las opciones de tratamiento para la AR incluyen:
- medicamentos antiinflamatorios de venta libre, como ibuprofeno (Advil, Motrin IB) y naproxeno (Aleve, Naprosyn)
- corticosteroides recetados para reducir la inflamación y el dolor
- fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad, o DMARD, para retrasar la progresión de la enfermedad
- modificadores de la respuesta biológica, que se dirigen a partes específicas de su sistema inmunitario para detener la inflamación
Aunque muchas personas responden a la medicación, su médico puede recomendar una cirugía si la AR causa daño articular permanente. El daño articular severo puede limitar la independencia e interferir con la actividad diaria normal. La cirugía de reemplazo articular puede restaurar la función de las articulaciones dañadas y aliviar el dolor causado por la inflamación.
Consejos de autocuidado para la AR
Junto con la medicación, puede reducir los síntomas de la AR con modificaciones en el estilo de vida. Los tratamientos caseros de autocuidado pueden ayudarlo a mejorar su calidad de vida. Por ejemplo, una dieta rica en antioxidantes puede reducir la inflamación y el dolor. Aumentar la ingesta de verduras, frutas y pescado también puede ayudar a aliviar los síntomas.
Otros cambios en el estilo de vida para mejorar los síntomas de la AR incluyen:
- Descansar lo suficiente: la fatiga puede empeorar los síntomas de la artritis y desencadenar un brote. Tómese descansos durante el día y evite actividades que ejerzan demasiada presión sobre sus articulaciones.
- Aumento de la actividad física: el ejercicio moderado puede mejorar la movilidad articular y reducir el dolor. Esto incluye ejercicios aeróbicos, entrenamiento de fuerza y otros ejercicios de bajo impacto como andar en bicicleta, caminar o nadar. Apunte a 30 minutos de ejercicio de tres a cinco días a la semana.
- Uso de terapia de calor y frío: aplique una compresa de calor para reducir la rigidez de las articulaciones y una compresa de frío para el dolor en las articulaciones.
- Probar terapias alternativas: Experimente con terapias alternativas para el alivio. Estos incluyen la terapia de masaje y la acupuntura. Algunas personas han tenido éxito con suplementos como los aceites de pescado omega-3. Hable con su médico antes de combinar suplementos con medicamentos.
La comida para llevar
Es importante consultar a un médico si tiene dolor en las articulaciones o inflamación persistente que no mejora. Si no se trata, la AR puede causar daño articular permanente y restringir significativamente la movilidad. Además, la AR mal administrada aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular. La buena noticia es que hay varias opciones de tratamiento para aliviar los síntomas de la AR. La medicación junto con los cambios en el estilo de vida pueden mejorar drásticamente sus síntomas y conducir a períodos de remisión donde los síntomas desaparecen.