Visión general
Algunos investigadores dicen que la terapia con testosterona puede aumentar su riesgo de cáncer de próstata, pero se necesita más investigación para comprender el vínculo.
La testosterona es una hormona sexual masculina llamada andrógeno. Se produce en los testículos de un hombre. Los cuerpos de las mujeres también producen testosterona, pero en cantidades más pequeñas.
En los hombres, la testosterona ayuda a mantener:
- producción de esperma
- masa muscular y ósea
- vello facial y corporal
- deseo sexual
- producción de glóbulos rojos
En la mediana edad, la producción de testosterona de un hombre comienza a disminuir. Muchos hombres desarrollan síntomas de baja testosterona, o "baja T", que incluyen:
- disfunción eréctil
- deseo sexual reducido
- energía baja
- reducción de la masa muscular y la densidad ósea
Cuando estos síntomas son severos, se llaman hipogonadismo.
El hipogonadismo afecta a unos 2,4 millones de hombres mayores de 40 años en los Estados Unidos. A los 70 años, una cuarta parte de los hombres tendrán esta condición.
La terapia con testosterona puede mejorar la calidad de vida en hombres con niveles bajos de testosterona. Sin embargo, ha sido una práctica controvertida ya que algunas investigaciones han sugerido que la testosterona estimula el crecimiento del cáncer de próstata.
¿Cuál es la conexión?
A principios de la década de 1940, los investigadores Charles Brenton Huggins y Clarence Hodges descubrieron que cuando la producción de testosterona de los hombres disminuía, el cáncer de próstata dejaba de crecer. Los investigadores también encontraron que dar testosterona a hombres con cáncer de próstata hizo que su cáncer creciera. Llegaron a la conclusión de que la testosterona promueve el crecimiento del cáncer de próstata.
Como evidencia adicional, uno de los principales tratamientos para el cáncer de próstata, la terapia hormonal, ralentiza el crecimiento del cáncer al disminuir los niveles de testosterona en el cuerpo. La creencia de que la testosterona estimula el crecimiento del cáncer de próstata ha llevado a muchos médicos a evitar recetar terapia de testosterona para hombres con antecedentes de cáncer de próstata.
En los últimos años, la investigación ha desafiado el vínculo entre la testosterona y el cáncer de próstata. Algunos estudios lo han contradicho, encontrando un mayor riesgo de cáncer de próstata entre los hombres con bajos niveles de testosterona.
Un metaanálisis de investigación de 2016 no encontró relación entre el nivel de testosterona de un hombre y su riesgo de desarrollar cáncer de próstata. Otra revisión de estudios mostró que la terapia con testosterona no aumenta el riesgo de cáncer de próstata ni lo hace más grave en hombres que ya han sido diagnosticados.
Según una revisión de 2015 en la revista Medicine, la terapia de reemplazo de testosterona tampoco aumenta los niveles de antígeno prostático específico (PSA). El PSA es una proteína elevada en el torrente sanguíneo de los hombres con cáncer de próstata.
Si la terapia de testosterona es segura para los hombres con antecedentes de cáncer de próstata sigue siendo una pregunta abierta. Se necesitan más estudios para entender la conexión. La evidencia existente sugiere que la terapia con testosterona puede ser segura para algunos hombres con niveles bajos de testosterona que han completado con éxito el tratamiento del cáncer de próstata y tienen bajo riesgo de recurrencia.
¿Qué causa el cáncer de próstata?
Aunque el papel de la testosterona en el cáncer de próstata es aún un tema de debate, se sabe que otros factores de riesgo afectan sus probabilidades de contraer esta enfermedad. Estos incluyen su:
- Años. Su riesgo de cáncer de próstata aumenta a medida que envejece. La mediana de edad de diagnóstico es de 66 años, y la mayoría de los diagnósticos ocurren en hombres entre las edades de 65 y 74.
- Historia familiar. El cáncer de próstata se encuentra en familias. Si tiene un familiar con la enfermedad, tiene el doble de probabilidades de desarrollarla. Los genes y los factores de estilo de vida que comparten las familias contribuyen al riesgo. Algunos de los genes que se han relacionado con el cáncer de próstata son BRCA1, BRCA2, HPC1, HPC2, HPCX y CAPB.
- Carrera. Los hombres afroamericanos tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de próstata y de tener tumores más agresivos que los hombres blancos o hispanos.
- Dieta. Una dieta alta en grasas, alta en carbohidratos y altamente procesada puede aumentar su riesgo de cáncer de próstata.
¿Cómo puede reducir su riesgo?
Si bien no puede hacer nada con respecto a factores como su edad o raza, existen riesgos que puede controlar.
Ajusta tu dieta
Coma una dieta basada principalmente en plantas. Aumente la cantidad de frutas y verduras en su dieta, especialmente los tomates cocidos y las verduras crucíferas como el brócoli y la coliflor, que pueden ser protectores. Reduzca el consumo de carnes rojas y productos lácteos enteros como el queso y la leche entera.
Los hombres que comen muchas grasas saturadas tienen un mayor riesgo de cáncer de próstata.
Comer más pescado
Agregue pescado a sus comidas semanales. Los ácidos grasos omega-3 saludables que se encuentran en peces como el salmón y el atún se han relacionado con un menor riesgo de cáncer de próstata.
Maneja tu peso
Controla tu peso. Un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más podría aumentar el riesgo de este cáncer. Puede perder peso extra haciendo ajustes a su dieta y rutina de ejercicios.
Dejar de fumar
No fume El humo del tabaco se ha relacionado con muchos tipos diferentes de cáncer.
¿Cuáles son las primeras señales de advertencia?
El cáncer de próstata a menudo no causa ningún síntoma hasta que se propaga. Es importante conocer sus riesgos y ver a su médico para chequeos regulares para detectar el cáncer temprano.
Cuando se presentan síntomas, pueden incluir:
- una necesidad urgente de orinar
- dificultad para comenzar o detener el flujo de orina
- un flujo de orina débil o goteante
- dolor o ardor al orinar
- problemas para tener una erección
- eyaculacion dolorosa
- sangre en su orina o semen
- presión o dolor en el recto
- dolor en la parte baja de la espalda, caderas, pelvis o muslos
Estos también pueden ser síntomas de muchas otras afecciones, especialmente a medida que envejece. Si tiene alguno de estos síntomas, consulte a un urólogo o médico de atención primaria para que lo revisen.
¿Cuál es la perspectiva?
Aunque a los médicos alguna vez les preocupaba que la terapia con testosterona pudiera causar o acelerar el crecimiento del cáncer de próstata, investigaciones más recientes desafían esa noción. Si tiene niveles bajos de testosterona y está afectando su calidad de vida, hable con su médico. Discuta los beneficios y riesgos de la terapia hormonal, especialmente si tiene antecedentes de cáncer de próstata.